EL GRAN CAMBIO de Fernando Trias de Bes: REFLEXIONES
Nos encontramos a las puertas de una nueva era, un gran cambio se nos viene encima, lo que hay supera los términos de una crisis, ya no podemos hablar de crisis sino de cambio de era. Tres son los factores esencialmente de influencia como origen de nuestros males : Globalización prematura, neoendeudamiento y gobernanza negligente. Estos tres elementos llevan gestándose desde finales de los ochenta y ahora empezamos a tomar conciencia de ello debido a un cambio sistémico que se completa en tres etapas : intruducción, crecimiento y generalización, y prueba de ello son las burbujas tecnológica e inmobiliaria que hemos padecido.
La vinculación y retroalimentación es la siguiente: las facilidades para el neoendeudamiento excesivo ha sido la solución más fácil adoptada por una clase política negligente para sostener fictiamente el nivel de vida y la actividad económica ante una superglobalización de los mercados de capitales e industriales, globalización prematura y acelerada por las nuevas tecnologías.
El año 2001 marca hitos históricos de un elevado impacto global:
a) Final de la burbuja tecnológica en 2001.
b) Atentado de las Torres Gemelas.
c) Entrada en China en la Organización Mundial del Comercio.
d) Renuncia a la política monetaria de los bancos centrales europeos en favor del BCE.
El atentado de NY en... septiembre de 2001 acentuó una política monetaria expansiva, que ha mantenido artificialmente la economía hasta fechas actuales. El dinero inyectado por la Reserva Federal se fue a varios destinos: a financiar déficits públicos, a hipotecas que aceleraron la burbuja inmobiliaria, y a créditos para el consumo. En definitiva el endeudamiento de los países desarrollados se disparó a niveles nunca vistos ni sospechados, agotando el modelo de crecimiento vigente.
La entrada de China en la OMC (Organización Mundial del Comercio) en 2001, provocó un mayor endeudamiento comercila, un estancamiento de la actividad industrial occidental y una caida de las exportaciones a nuestros tradicionales socios comerciales.
Con la cesión de la política monetaria de los estados miembros de la UE a favor del BCE, la política fiscal era lo único que ha permanecido en los estados, y las decisiones económicas nacionales se limitaban a las subidas o bajadas de impuestos y al reparto del dinero recaudado por el erario. Cuánto cobramos al pueblo y en qué lo gastamos ha estado la ocupación de la política fiscal.
No hay que darle más vueltas, nuestro modelo económico obedeció esencialmente a dos mecanismos: la creación ilimitada de dinero y una deuda financiada por los países emergentes. Ni austeridad ni gasto van a impedir las consecuencias del gran cambio que estamos viviendo. Nos ha tocado, para bien o para mal, protagonizar en primera persona un episodio de "destrucción creativa" (Schumpeter).
En referencia a la "neglitocracia" o governanza negligente ha sido consecuencia de que han predominado los profesionales de la política sobre los políticos profesionales, donde los primeros tienen unos criterios muy distintos de los segundos, para éstos últimos el sentido común y el ciudadano son la prioridad; para los primeros, el cortoplacismo y su propia supervivencia van por delante, se dedican a gobernar la administración del poder y no de lo público.
La vinculación y retroalimentación es la siguiente: las facilidades para el neoendeudamiento excesivo ha sido la solución más fácil adoptada por una clase política negligente para sostener fictiamente el nivel de vida y la actividad económica ante una superglobalización de los mercados de capitales e industriales, globalización prematura y acelerada por las nuevas tecnologías.
El año 2001 marca hitos históricos de un elevado impacto global:
a) Final de la burbuja tecnológica en 2001.
b) Atentado de las Torres Gemelas.
c) Entrada en China en la Organización Mundial del Comercio.
d) Renuncia a la política monetaria de los bancos centrales europeos en favor del BCE.
El atentado de NY en... septiembre de 2001 acentuó una política monetaria expansiva, que ha mantenido artificialmente la economía hasta fechas actuales. El dinero inyectado por la Reserva Federal se fue a varios destinos: a financiar déficits públicos, a hipotecas que aceleraron la burbuja inmobiliaria, y a créditos para el consumo. En definitiva el endeudamiento de los países desarrollados se disparó a niveles nunca vistos ni sospechados, agotando el modelo de crecimiento vigente.
La entrada de China en la OMC (Organización Mundial del Comercio) en 2001, provocó un mayor endeudamiento comercila, un estancamiento de la actividad industrial occidental y una caida de las exportaciones a nuestros tradicionales socios comerciales.
Con la cesión de la política monetaria de los estados miembros de la UE a favor del BCE, la política fiscal era lo único que ha permanecido en los estados, y las decisiones económicas nacionales se limitaban a las subidas o bajadas de impuestos y al reparto del dinero recaudado por el erario. Cuánto cobramos al pueblo y en qué lo gastamos ha estado la ocupación de la política fiscal.
No hay que darle más vueltas, nuestro modelo económico obedeció esencialmente a dos mecanismos: la creación ilimitada de dinero y una deuda financiada por los países emergentes. Ni austeridad ni gasto van a impedir las consecuencias del gran cambio que estamos viviendo. Nos ha tocado, para bien o para mal, protagonizar en primera persona un episodio de "destrucción creativa" (Schumpeter).
En referencia a la "neglitocracia" o governanza negligente ha sido consecuencia de que han predominado los profesionales de la política sobre los políticos profesionales, donde los primeros tienen unos criterios muy distintos de los segundos, para éstos últimos el sentido común y el ciudadano son la prioridad; para los primeros, el cortoplacismo y su propia supervivencia van por delante, se dedican a gobernar la administración del poder y no de lo público.