Miguel Servet: Las cenizas de la revolución humanista
La colina de Champel
es testigo de aquel inhumano martirio,
donde los más bajos instintos
llevan a un hombre cruel
a practicar su delirio
que se llama Juan Calvino.
es testigo de aquel inhumano martirio,
donde los más bajos instintos
llevan a un hombre cruel
a practicar su delirio
que se llama Juan Calvino.
Después del grito desgarrador
presagio de la muerte lenta,
las cenizas de Servet
nunca quedaron quietas,
aquel día soplaba un viento especial
que tras remolinos violentos
logró elevar las cenizas
de aquel que yacía muerto.
presagio de la muerte lenta,
las cenizas de Servet
nunca quedaron quietas,
aquel día soplaba un viento especial
que tras remolinos violentos
logró elevar las cenizas
de aquel que yacía muerto.
¿De qué sirvió aquella muerte?
¿Para qué aquel gran tormento?
Las cenizas de Servet siguen volando
intentando abrir las mentes,
de los sabios y profanos
de santos y de herejes.
¿Para qué aquel gran tormento?
Las cenizas de Servet siguen volando
intentando abrir las mentes,
de los sabios y profanos
de santos y de herejes.
Los vientos que desde Champel
elevaron las cenizas de Servet,
siguen con tozudez
intentando diseminar
las semillas de libertad
sembradas por un iluso,
que utilizó su mente,
comprometió su corazón
y practicó la amistad
desafiando a la muerte.
elevaron las cenizas de Servet,
siguen con tozudez
intentando diseminar
las semillas de libertad
sembradas por un iluso,
que utilizó su mente,
comprometió su corazón
y practicó la amistad
desafiando a la muerte.
Pocas luces en las mentes
de aquellos que lo mandaron quemar,
pocas luces en las mentes
de los que hoy nos quieren acallar
con miserias más modernas
pero con el mismo fuego lento
de las promesas de una falsa libertad.
de aquellos que lo mandaron quemar,
pocas luces en las mentes
de los que hoy nos quieren acallar
con miserias más modernas
pero con el mismo fuego lento
de las promesas de una falsa libertad.
Llevadas por vientos de libertad
las cenizas recorren las tierras
con la esperanza final,
que los que recogieron el testigo
de aquel humanista genial
lo propaguen por la tierra
sin temor a morir quemados
por la estúpida sociedad,
cargada de mentes plagadas
de ambición e iniquidad.
las cenizas recorren las tierras
con la esperanza final,
que los que recogieron el testigo
de aquel humanista genial
lo propaguen por la tierra
sin temor a morir quemados
por la estúpida sociedad,
cargada de mentes plagadas
de ambición e iniquidad.