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Yo trabajo, tu trabajas, ellos cobran! arielbrailovsky

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http://www.arielbrailovsky.com/2016/07/21/yo-trabajo-tu-trabajas-ellos-cobran/

Si, puede ser, he sido un poco radical en el título, pero es más o menos lo que está pasando en algunos sectores donde aparentemente el ser un freelancer significa que te sobra el tiempo, que ese tiempo vale poco o nada y que además, dependiendo de la cara del cliente podrías hasta pagar por trabajar.
Ya se cuentan por miles las anécdotas de aquellos caraduras que te plantean trabajar para ellos en función de lo que “en el futuro” te pueda aportar. Y llámenme anticuado pero soy de los que sigue pensando que si en una relación comercial/laboral, no ganan las dos partes, entonces no sirve.
A cuento de esto, Sonia Diez y María Redondo compartían en sus muros de Facebook el video que les dejo a continuación y por supuesto, quedó abierto el debate.
Mas tarde ese día, y después de compartir en mi muro que estaba invitado a participar en algunas de las mesas redondas del Barcelona Games World me contactan desde Tampa, en Florida, USA, para invitarme a dar una ponencia sobre el tema.
Lo que sigue, son las impresiones de pantalla de la conversación que tuve con la persona que me estaba invitando. Por favor, tómate unos minutos para leerla.
adela_whatsapp
Antes de que te pongas a gritar y golpearte el pecho por lo que acabas de leer déjame decirte algo. Adela, “Adelita” para los amigos, es parte de una fauna cada vez más extendida en el mundo profesional. Trataré de explicarlo de una manera educada.
Estos personajes, que no conocen a nadie, que no han tenido tiempo de trabajar en sus carreras profesionales, que no han mostrado jamás que son capaces de abrirse camino en base a resultados pretenden que tú, que sí lo has hecho, acortes su curva de crecimiento a cero.
Van por la vida intentando colgarse cual mochila de alguien más conocido y de esta manera conseguir en poco, muy poco tiempo, lo que a la mayoría de la gente le ha costado años construir. Una reputación.
El punto es que fuimos nosotros, el mercado profesional entero el que ha permitido que esta situación se propague.
¿No me crees? Déjame que te cuente…
En el año 2004, cuando empecé a dar cursos y webinars éramos muy pocos los que lo hacíamos y las ventas eran literalmente millonarias. No había prácticamente blogs y los pocos en español recibíamos una inmensa cantidad de visitas que nos permitía ganar dinero de todas las formas posibles. Vender cursos, contenidos, suscripciones, anuncios de afiliados, anuncios de Google AdSense, etc, etc.
En ese momento, yo al menos, trataba de transmitir en mis cursos las bondades de tener una presencia en internet y los beneficios que ella le traería a tu negocio. Junté mis dos pasiones e hice un negocio de ello. Y hasta ahí, todo bien.
Para el 2009 cuando empecé a usar Twitter, era de los pocos que anunciaba su contenido en línea y te lo creas o no, muchos de los que hoy dan cursos en línea se llenaron la boca diciendo que era “poco profesional” vender en las redes sociales. ¡¡Tengo guardados los tweets!!
El 2010 fue un año raro. La misma gente a la que le habíamos enseñado ya empezaba a crear sus propios cursos. Y es que el tema fue ese. Nosotros le dijimos que les enseñaríamos a “duplicar” el negocio, sin tener en cuenta que para algunos, duplicar, significa plagiar, con lo que pasamos de tener 100 profesionales en línea a tener 110 profesionales y unos 2000 paracaidistas.
El furor de las redes sociales duplicaba mensualmente la cantidad de gente vendiendo milagros y quienes pensamos en esto a largo plazo tuvimos la peor idea de todos los tiempos. Bajamos los precios. Así, como lo lees. Nos asustamos. Eran tantos que de golpe ya no se facturaba lo mismo y en lugar de pensar en estrategias de valor, recurrimos a la estrategia de precios y eso, en formación, NO FUNCIONA.
Pero es lo que había, al fin y al cabo, éramos pioneros y una de las desventajas de ser pionero es esa, no tienes un modelo de donde puedas aprender. Vas por las tuyas, a ensayo y error. No hay mas!
Para cuando nos dimos cuenta habíamos jodido por completo el mercado pero seguíamos sin saber como arreglarlo. Teníamos freelancers que hacían paginas web por u$d30 cuando eso nosotros lo gastábamos en electricidad a la semana.
Los que además de hacer desarrollos dábamos formación sabíamos que no podíamos competir con precios. ¿Cómo se compite en precios con un adolescente de Colombia que instala WordPress por 5 U$D?. Respuesta: No se compite!
En diciembre de 2013 había 195 cursos de WordPress, 411 de Social Media y la lista era interminable. A medida que subía la cifra del paro en España subía la de los “nuevos profesionales” del social media. El 90% no tenia la menor idea de lo que era un plan de marketing digital, pero ahí estaban, dando servicios de “Community Disaster Management” a 30€ por mes. No manejaban perfiles, los chocaban, literalmente.
Así que un dia, los mismos iluminados que en un momento destruimos el mercado pensando que bajar los precios era una buena idea, comenzamos a recitar como un mantra que nuestro trabajo vale y decidimos que no íbamos a regalarlo. ¿Resultado? Ya era tarde!
Teníamos alrededor un ejercito de “listos” que viendo ese desastre, emergió casi de la nada para intentar hacerse de un hueco en el mercado apoyándose en un mantra que no terminas de creerte y tu necesidad de pagar tus cuentas a fin de mes.
A medida que avances en tu carrera profesional verás que sobran Adelas, las hay en todos los países, razas, colores e idiomas. No te vas a salvar de una o dos y si realmente estás haciendo las cosas bien, serán cada vez más. Así que aquí van algunas sugerencias post-apocalipticas que espero te ayuden a llevarlo un poco mejor.
Tu tiempo es limitado. No, no va de la frase de Steve Jobs, tu tiempo es limitado de verdad y si no empiezas entendiendo esto, vas a pasarlo realmente mal. Cuando plantees tu trabajo hazlo sabiendo cuanto cuesta realmente una hora de tu tiempo. Si no lo sabes, tomate el tiempo de calcularlo. Hagas lo que hagas tu día tiene 24 horas, y no vas a volver a tenerlas, tendrás otras, pero esas que se van, no vuelven. El tiempo no es reciclable, así que estás negociando con lo único que no vas a recuperar. TU TIEMPO. Asegúrate de que vale la pena.
Hace unos meses, una persona me contaba que tenía que preparar un presupuesto para unos talleres que tenía que dar a un sector en particular, así que hablábamos de cuanto debería cobrarlo. En este caso, era un taller para unas 30 personas y la entrada era de 300 euros.
Mi respuesta fue que pasara 1500 euros por el taller. Lo que significa que a los organizadores les iba a costar unos 50 euros por persona que esta persona diera el taller.
Mi calculo fue este… Los organizadores van a cobrar 300 euros por persona. Lo que hace que facturen unos 9000 euros por el evento. Si es un evento de 10 horas, estamos hablando de que esta persona recibe 150 por hora de clase. ¿Te parece mucho dinero? Pues no, no lo es.
Llaman a esta persona porque creen que es lo mejor de su campo. Así que cuando esta persona empieza a regatear sus honorarios lo que esta diciendo es que su hora cuesta 150 euros, pero igual, con la mitad, también se arregla.
No caigas en eso. No sirve. Te resta valor y resta el valor que los demás perciben de tu trabajo.
Plantéate objetivos para cada una de las cosas que haces. No esta mal hacerte preguntas. Anótalas, contéstalas, te aseguro que vale la pena. Fijarte objetivos profesionales te ayudará a determinar si estas en el camino correcto para lo que quieres lograr.
A veces (muchas veces) tendrás que hacer trabajos que no te gusten, no pasa nada, está bien que pase si tienes claro lo que quieres y lo sigues buscando.
Rodéate de contactos que te aporten algo. ¿No te ha pasado que miras tus contactos de Facebook y solo ves cosas que no te interesan? Quítalas de tu vida. Conecta con la gente que te aporta cosas, que te desafía intelectualmente, que puede acercarte a tus objetivos. Ellos te traerán más contactos parecidos. Tener tus perfiles sociales llenos de spammers que no te aportan nada no sirve.
No vas a poder evitar que las “Adelas” se te acerquen pero si tienes claros tus objetivos, es muy difícil que caigas en esas historias. Presta atención.
Valora tu trabajo. Puede parecer trillado, pero si tu no te valoras, no esperes que los demás lo hagan. No funciona así. Cuando empiezas a valorar tu tiempo, demuestras que eres una persona responsable. Eso te hace interesante. Ocúpate de mantener ese interés.
Ahí fuera hay cientos de profesionales dispuestos a ayudar a gente que está empezando. Pero quieren saber que vale la pena ayudarte. Que no van a malgastar su tiempo y energía en alguien que no los valora. A veces no pasa por dinero. Muchas veces tiene que ver con la satisfacción de saber que has ayudado a que alguien más logre lo que quiere, pero debes mostrar lo que vales. Empieza por trabajar, por hacer que se note. Te sorprendería ver los resultados cuando la gente ve que trabajas por lo que quieres.
En serio. Haz que tu tiempo valga las ganas. No bastardees tu trabajo pensando que, porque cobras menos que otro vas a tener mas clientes porque lo que tendrás, es una sensación de frustración que terminará indefectiblemente notándose en tus resultados.
Espero tus comentarios! 🙂
Foto de portada tomada del perfil de Lisset Vázquez Meizoso




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