La corrupción desestabiliza a Rajoy
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Mariano Rajoy ha pasado de la aprobación de los presupuestos a la sacudida de la sentencia del caso Gürtel
La sentencia del caso Gürtel ha condenado 134 delitos económicos cometidos entre 1999 y 2005. El Partido Popular, sus cargos políticos y el propio partido fueron beneficiarios de la actividad ilegal de la trama Gürtel. Ha habido delitos de prevaricación, cohecho, malversación, asociación ilícita y blanqueo.
El empresario Francisco Correa, cabecilla de la trama y uno de los principales organizadores de la célebre boda de la hija de Aznar en El Escorial, ha sido condenado a 51 años y 11 meses de cárcel. El tesorero del PP, Luis Bárcenas, 33 años y 4 meses …
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Una sentencia que prueba la existencia de una caja B en el partido y que cuestiona la credibilidad de los testimonios que negaron la contabilidad paralela – uno de los testimonios fue Mariano Rajoy – es un escándalo de corrupción de grandes proporciones. Por muchísimo menos han dimitido ministros y gobiernos enteros cuando la corrupción ha llegado a las mismas entrañas del poder.
Es difícil controlar la velocidad de los acontecimientos. El miércoles, Mariano Rajoy estaba eufórico por la aprobación de los presupuestos de 2018 con la ayuda de los nacionalistas vascos del PNV. El jueves salía la sentencia Gürtel y la tranquilidad de Rajoy en el presente mandato puede darse por terminada.
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La sentencia no es unánime puesto que uno de los magistrados cree que se debió absolver al Partido Popular. Pero el hecho es que la sentencia es firme aunque se pueda recurrir a instancias superiores. Mariano Rajoy no puede seguir al frente del gobierno aunque supere la moción de censura presentada por Pedro Sánchez, líder del PSOE, que tendrá la ayuda de otros grupos y la posibilidad de echar del poder al Partido Popular. Pero no será fácil ni rápido. En caso de que la moción prosperara el gobierno socialista que saldría, con sólo 84 diputados en el Congreso, tendría una vida frágil y efímera. Lo más adecuado sería que Rajoy convocara nuevas elecciones y se sometiera al veredicto de las urnas dada la magnitud de la corrupción ya juzgada de su partido.
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La democracia aguanta todas las crisis siempre y cuando se construya en la confianza y en la renovación de personas. No se trata tanto de nombrar gobiernos sino de echarlos cuando las actitudes merecen la repulsión de los votantes. Parecía que en agosto de 1974 Estados Unidos no superarían la dimisión forzada de Richard Nixon. Se fue y no pasó nada. Siempre hay personas capaces de sustituir a cualquiera. Y cuando se lleva mucho tiempo en el gobierno es incluso saludable que se produzca el recambio de líderes.
Rajoy es capaz de superar las tormentas más bravas pero llega un momento en que debe someter su gestión a las urnas cuando un escándalo de corrupción salpica a su partido y a personajes que engrasaron la maquinaria de la corrupción durante tantos años.
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La corrupción y la crisis catalana han erosionado la credibilidad política de Rajoy. Hay más casos pendientes de juicio que afectan al Partido Popular. Los hay también en Andalucía que pueden dar un bofetón muy serio al PSOE. El caso del 3 por ciento que afecta a lo que fue Convergència se va a acelerar y puede verse para sentencia en los próximos meses. El gran problema es que en muchos casos la corrupción no es sobre un caso concreto sino que es estructural.
Tampoco me gusta una moción de censura atolondrada como ha hecho Sánchez. Solo llevará a mas crispación y a río revuelto…. Además con los Presupuestos aprobados, el PNV renunciará a las prebendas que se ha llevado? La moción puede fracasar fácilmente por los intereses den partido existentes. Si para ello pide los votos independentistas, tendrá muchos problemas de imagen en el futuro.
Rivera pretende directamente elecciones y solo lo podrá poner en marcha tras la moción de censura de acuerdo con los reglamentos actuales. Al no contar con Podemos en baja electoral, puede fracasar igualmente.
Si las dos propuestas fracasan, que solución queda?
No lo sé, pero aceptaría de buen grado una dimisión y un nuevo presidente nombrado de un miembro del PP hasta la finalización del mandato.
Haberlos hay.
Pero por favor, no escogido por la head-hunter Aguirre.
Alguna idea???
Para ello se necesitan un grupo de tecnocratas, que actúen un par de años, para poner encima de la mesa las reformas estructurales que afecte a leyes, politica,economia y pactos cerrados para los temas vitales del pais.