Aceptaron sin aspavientos el llamado "Plan Serra Hunter" por el que le daban a la Generalitat la llave del reclutamiento del profesorado. ¿Dónde está su tan cacareada autonomía universitaria?

Han sido también aquiescentes de la política de no aceptación de las evaluaciones nacionales, sobre los planes de estudio, sobre el profesorado y sobre la investigación. Se exigen las evaluaciones de la Agencia catalana, que únicamente tienen validez en Cataluña y desprecian las de la Agencia española. ¿Saben Vds. que tuve que recurrir la denegación de impartición de un Máster en Derecho público y procesos de integración multinivel porque, según la agencia catalana el Derecho público estaba "obsoleto"? Ciertamente que lo está para ellos, que continúan queriendo situarse al margen. ¿Saben Vds. que el profesorado reclutado en los "planes" catalanes (agregados y catedráticos contratados, no funcionarios) no puede acceder a que la Agencia española evalúe su investigación y que, por ello, no son "competitivos" y, si se tienen que trasladar a otros lugares, fuera de Cataluña, no tienen reconocidos los sexenios de trabajo porque aquí solo valen los" sexenios catalanes" y los catalanes no valen fuera?

Tras éstas, y tantas otras, claudicaciones interesadas (no saben Vds. los "vasos comunicantes" que existen entre la universidad y la política nacionalista), ahora se lamentan de que los grupos de investigación han visto reducida su financiación.... que, también hay que decirlo, es más simbólica que real ya que nunca la Generalitat ha financiado más investigación que la de los grupos que le han interesado. Pues bien, también aquí, las Universidades han aceptado que se las haya incluido dentro del mismo "pack" que los centros que se dedican única y exclusivamente a la investigación. Es evidente que nunca podrán competir en este ámbito los grupos que, además de tener docencia, investigan, con aquellos que se dedican sólo a investigar. Y que tampoco todas las áreas de conocimiento se ven afectadas de la misma manera por la investigación.

Si la Universidad, por las razones que sean, hace dejación de la autonomía que institucionalmente le es propia, es evidente que quien se apropie de ella lo hará en su propio beneficio.