El fuego amigo en los dos bloques
Los miles de catalanes que acudieron a Bruselas para ponerse al lado de Carles Puigdemont y los cuatro consellers huidos ha tenido un gran impacto mediático en la prensa y los medios españoles. Llevan más de un mes en Bélgica y no han sido recibidos por ninguna autoridad de la UE.
Fue un acto de campaña electoral a favor de la candidatura Junts per Catalunya que no ha sido muy bien vista por ERC cuyo líder, Oriol Junqueras, está en la cárcel de Estremera. Tantos miles a Bruselas y tan pocos a Madrid. El independentismo parece inclinarse hacia una mayoría de Puigdemont y no de Esquerra. La campaña que lleva cinco días en marcha tendrá muchas batallas abiertas. La primera será entre los dos bloques partidarios o no de la independencia.
Pero esta pugna será muy llevadera comparada con la que se está dibujando entre los componentes de los dos bloques. La vieja Convergencia de la que, por cierto, constan muy pocos candidatos en la lista de Junts per Catalunya, se va disputar la mayoría independentista con Oriol Junqueras. Saltarán muchas chispas políticas e ideológicas como ocurre en cualquier elección. La posibilidad de un acuerdo entre las dos fuerzas mayoritarias independentistas con la CUP se ve, a estas alturas, improbable. Los cuperos ya han puesto el grito en el cielo con la sola presencia de Artur Mas en la gran manifestación de Bruselas.
El independentismo de la última legislatura difícilmente se repetirá en la próxima. El hecho que Puigdemont y Junqueras se presenten por separado es un indicio de que no quieren mezclarse en políticas sociales y económicas. Las tres fuerzas son independentistas pero no necesariamente quieren transitar por el mismo camino.
Las divisiones en el seno del independentismo serán igualmente patentes en los tres partidos que lo combaten. Arrimadas atiza a Iceta y García Albiol disputándose los votos contrarios a la independencia. Ninguno de ellos podrá formar gobierno en solitario. Una derrota del PP, como indican las encuestas, sería un motivo de euforia para Ciudadanos que está pensando también en la política española. Miquel Iceta se sitúa en el fiel de la balanza, abriendo puentes de diálogo, acuerdos y pactos.
Si los independentistas consiguen mayoría, será difícil ponerse de acuerdo para formar gobierno. Pero si los constitucionalistas son mayoría será igualmente tan complicado. Queda Xavier Domènech de Catalunya en Comú que pretende también convertirse en el factor imprescindible. Pero ya ha dicho que no quiere pactar con la lista de Puigdemont porque es de derechas, que no lo va a hacer con ERC si persisten en la independencia unilateral, tampoco con Iceta si el PSOE no se aparta del Partido Popular y mucho menos con Ciudadanos. Le quedaría a la CUP. El fuego amigo será abundante y constante en el seno de los dos bloques.
Hay que esperar lo que digan las urnas y la política para formar mayorías empezará al día siguiente. Pero no parece que entremos en una legislatura estable que dure cuatro años. Catalunya no acaba los cuatro años de legislatura desde José Montilla, allá por el año 2010.
En todo caso el periodo actual es excepcional, es necesario unos nuevos pactos de país (pactos de la Moncloa) para dejar el tema autonómico, solucionado para las próximas 4 décadas, algunos tenemos clara la solución…http://articulosclaves.blogspot.com.es/2017/12/es-tiempo-de-reformas-cat-y-federalismo.html
Además es necesario cerrar este tema en 2018, y pasar a temas muy importantes relativos a la producción, al reparto del trabajo robotizado,a las empresas a la revolución científica actual.