El Plan B
Un referéndum pactado sería un muy bienvenido plan B para muchos catalanes y, esperemos, también para muchos otros españoles
La primera preferencia del Gobierno catalán era celebrar el referéndum sobre la independencia sin intervención española. La primera preferencia del Gobierno español era que el Gobierno de Cataluña suspendiera el referéndum sin necesidad de intervenir. Por supuesto, estos dos resultados eran incompatibles. Ninguno ha logrado su objetivo. Pero para el Gobierno catalán, seguir adelante con el referéndum era una estrategia dominante, incluso si iba a haber represión del Estado, lo que produciría su segundo mejor resultado entre los posibles, ya que desconvocar el referéndum habría sido una autoderrota. Para el Gobierno español, la represión no era una estrategia dominante, habría deseado no tener que usarla, pero era la opción menos mala si el referéndum continuaba. Este ha sido el resultado real: referéndum con represión, que era el segundo mejor resultado para los dos jugadores.
Para que hubiera un resultado diferente, más cooperativo y más satisfactorio para muchos ciudadanos, habría que cambiar las preferencias y prioridades de los dos actores, lo cual muy probablemente requeriría cambiar los actores mismos. Puigdemont ya ha anunciado que se retira y algunas apariciones melancólicas de Junqueras en las últimas dos semanas daban la impresión de que se quitaría un peso de encima: al fin y al cabo, él no estaba para esto y ya ha cumplido de sobra. Para no seguir buscando candidatos que iban muy abajo en las listas electorales, se necesitarían nuevas elecciones en el Parlament con gente nueva. Si, por el otro lado, Rajoy no se retira, haría falta que convocara nuevas elecciones en las Cortes Generales y las perdiera. Nadie querrá las dos elecciones al mismo tiempo, por lo cual pueden pasar varios meses, quizá hasta un par de años, tumultos, tensiones, parloteos y maniobras.
Por otro lado, si un Gobierno de España aceptara un tal acuerdo, muchos catalanes podrían pensar que no sería la misma España que han visto los últimos años, sino un país mucho más agradable, y, reviviendo el espíritu de los años ochenta y noventa, podrían volver a pensar que, después de todo, pueden continuar viviendo juntos. De hecho, la mejor baza para un Gobierno español de ganar un referéndum en Cataluña sería con una pregunta de este tipo: "¿Quiere ser ciudadano de un país, España, que reconoce el derecho a la autodeterminación de Cataluña?"¡Entonces el 'sí' (a España) podría ganar! ¿Alguien se atreverá?
Josep M. Colomer es miembro por elección de la Academia Europea y autor de Ciencia de la Política (Ariel, 2017).
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