Liébana: 'Cataluña no podría quedarse fuera de Europa’ 2014
https://www.youtube.com/watch?v=HPrVWDSb3Lg
Los empresarios alemanes alertan: la independencia sería "nefasta" para Cataluña
https://www.youtube.com/watch?v=uVOqAgw28VQ
¿Que sería de los bancos en una Cataluña independiente?
https://www.youtube.com/watch?v=r2NB-pf8mDM&feature=youtu.be
Este es un caso como el Brexit elevado al cuadrado, seguro que casi nadie se ha mirado los numeros
- Efectos sobre el Sector Exterior
- Efectos en el Comercio de mercancías
- Efectos sobre las inversiones directas extranjeras (La independencia de Cataluña tendria efectos negativos en los flujos de inversión)
-Efecto sobre el turismo
-Efecto sobre la Deuda de Cataluña y sobre la Financiación
- Otras formas de financiación
-Otros aspectos
-Otros costes
http://www.exteriores.gob.es/Portal/es/SalaDePrensa/ElMinisterioInforma/Documents/Consecuencias%20econ%C3%B3micas%20de%20una%20hipot%C3%A9tica%20independencia%20de%20Catalu%C3%B1a.pdf
La estructura económica de Barcelona es inextricable de la del conjunto de España. No hace falta saber de matrices ni de modelos econométricos multi-ecuación: los casos Brexit, Eslovaquia, Balcanes, etc. han sido largamente hipotizados y contrastados, resp. Los casos de los países independizados de España también: México pasó en menos de tres décadas de ser más fuerte que Estados Unidos a ser su títere. Cuba pasó de ser uno de los países más ricos del mundo a ser una triste caricatura narco-comunista en poco más de medio siglo. Argentina y Chile fueron mejor al principio pero se significaron por el exterminio deliberado y sistemático de los nativos, protegidos por la Corona durante tres siglos. Lo de Filipinas, que pasó a ser colonia de Estados Unidos, fue lo peor, puesto que se produjo un genocidio sistemático a manos del nuevo poder norteamericano que acabó con una proporción importante de la población incluyendo la casi totalidad de sus élites conun efecto económico que no se ha superado. Eso sí, en todos los casos, con una sola excepción, el español se extendió y generalizó como única via real para crear una identidad y una capacidad realista de interlocución ante el mundo ... (Joaquim G.M.)
La estructura económica de Barcelona es inextricable de la del conjunto de España. No hace falta saber de matrices ni de modelos econométricos multi-ecuación: los casos Brexit, Eslovaquia, Balcanes, etc. han sido largamente hipotizados y contrastados, resp. Los casos de los países independizados de España también: México pasó en menos de tres décadas de ser más fuerte que Estados Unidos a ser su títere. Cuba pasó de ser uno de los países más ricos del mundo a ser una triste caricatura narco-comunista en poco más de medio siglo. Argentina y Chile fueron mejor al principio pero se significaron por el exterminio deliberado y sistemático de los nativos, protegidos por la Corona durante tres siglos. Lo de Filipinas, que pasó a ser colonia de Estados Unidos, fue lo peor, puesto que se produjo un genocidio sistemático a manos del nuevo poder norteamericano que acabó con una proporción importante de la población incluyendo la casi totalidad de sus élites conun efecto económico que no se ha superado. Eso sí, en todos los casos, con una sola excepción, el español se extendió y generalizó como única via real para crear una identidad y una capacidad realista de interlocución ante el mundo ... (Joaquim G.M.)
"Una Cataluña independiente no es económicamente viable" 2014
José María Gay de Liébana habla para CRÓNICA GLOBAL sobre temas de actualidad. El economista se muestra muy crítico con una virtual secesión de Cataluña. Reprueba la gestión económica del Gobierno de la Generalidad. Considera que para mejorar la financiación autonómica "no se puede ir a negociar con cara de 'pomes agres', sino con alegría. Y lamenta la excesiva presión fiscal que hay en Cataluña
Economista mediático, especialista en las finanzas de los clubes europeos, ex directivo y fiel aficionado del R.C.D. Espanyol, profesor 'estrella'... José María Gay de Liébana (Barcelona, 1953) es uno de esos personajes que acostumbran a caer bien, porque no habla nunca mal de nadie y siempre tiene una sonrisa en la boca.
¿Cómo ve un economista indignado con la actuación de la partitocracia las recetas económicas de Podemos?
Podemos me gusta porque es un movimiento contestatario y está bien aunque creo que es un mundo muy utópico, y de quimera. Pero si llegaran al poder de verdad sería difícil que pudieran aplicar sus recetas y desde el punto de vista económico no me gustaría.
¿Está arruinado el Gobierno autonómico catalán?
Sí, y además la gestión ha sido realmente mala a lo largo de estos años. No se trata ahora de decir quién ha hecho qué, sino simplemente decir que Cataluña se ha gestionado francamente muy mal.
¿Se puede negociar una mejor financiación para Cataluña cuando se mantiene un pulso con el Gobierno central?
No, para negociar hay que saber negociar y se ha de tener tener una actitud dialogante, hay que buscar la negociación y buscar un pacto. Pero no se puede ir con cara de 'pomes agres', sino con alegría.
¿Cree que se votará el 9 de noviembre?
Depende de los políticos, y del Tribunal Constitucional, si el mes de noviembre tiene 29 días o tiene treinta. Por lo tanto, ellos son lo que van a decidirlo.
¿Es viable una Cataluña independiente?
Hay un modelo teórico que no lo discuto, elaborado por compañeros, profesores y grandes amigos y colegas que asegura que sí. Ellos lo hacen sobre los datos de la evolución económica y las finanzas de Cataluña, y me parece muy bien que sobre el papel y en teoría Cataluña pueda tener viabilidad económica y ser independiente. Pero yo entro en el terreno real, el de la práctica, el que piso, con el que contacto.
¿Y tocando con los pies en el suelo?
Cataluña difícilmente podría ser viable desde el punto de vista económico. No discuto en absoluto ninguno de los informes que se den a conocer, pero una Cataluña que estuviera fuera de la Unión Europea es inviable. Es inviable una Cataluña que estuviera fuera de la Unión Económica y Monetaria. Es inviable una Cataluña que no tuviera el euro como moneda propia per se, no de alguna manera sobrevenida o a través de compra.
Entonces sería un mal negocio...
Hemos de ser muy conscientes de que no nos conviene, porque quiere decir que vamos a perder ripio, protagonismo desde el punto de vista económico. Insisto en que quiero dejar muy claro que respeto los estudios que hablan sobre la viabilidad, y los que he visto podría decir que estoy totalmente de acuerdo, pero son estudios referidos a un pasado y dentro de un contexto. Y una Cataluña independiente tendría un nuevo contexto y un nuevo marco.
¿Cuál sería?
Toda su producción y lo que vendiera en el mundo exterior estaría gravado por aranceles y al ser un mercado de siete millones y medio de personas no les interesaría a muchas empresas estar aquí. Además nuestras entidades financieras no tendrían la órbita del Banco Central Europeo, por lo tanto hemos de tocar con los pies en el suelo y la gente esto lo tiene que saber. Yo también quiero que el Espanyol juegue la Champions League y la gane, pero el Espanyol no la puede jugar porque no tenemos presupuesto para disputarla. Una cosa es el sentimiento que uno tenga y otra cosa es la realidad, pensando en el pueblo, pensando en el futuro, pensando en nuestros hijos. No podemos dejar de ser europeos ahora.
¿Para España qué significaría la independencia de Cataluña, desde un punto de vista económico?
España perdería, aproximadamente, el 20%, del Producto Interior Bruto, son 203.000 millones de Cataluña sobre un billón veintidós mil novecientos ochenta y ocho millones de euros antes de revisarlo con el tema de la economía alegre del 2013. Luego España tiene una deuda muy fuerte, aunque una parte tendría que pasar a Cataluña, por lo tanto Cataluña también nacería con un endeudamiento muy elevado, ¿quién financiaría este endeudamiento?. Creo que España perdería y Cataluña perdería. A nivel de Unión Económica y Monetaria, en la zona euro si hay una parte que se te va, esa parte pierde, pero también vas a perder tú. España no se puede permitir el lujo, también lo digo de esta manera, de perder a Cataluña porque España es en estos momentos la cuarta potencia de la Unión Económica y Monetaria, la quinta de Europa, y España necesita tirón. Además la economía española en parte, al menos en ese 20%, se canaliza a través de Cataluña, por lo tanto hay que darle mimo a Cataluña, cariño, y decir "vamos a arreglar los problemas que tenemos, y vamos a ponernos de acuerdo".
¿Por qué nos venden que la Cataluña independiente sale a cuenta si la realidad es la que es?
Una Cataluña independiente, sin este modelo de Estado, sin todo lo que sería todo este establishment político, una Cataluña independiente en la que el presidente de la Generalidad y los consejeros fueran a su despacho en taxi, y en la que no conociéramos cómo se llama el primer ministro, y que cada quince días tuviéramos que ir a votar alguna cosa, y que hubiera un Parlamento formado por veinticinco diputados... Una Cataluña en la que no hubiera toda esa arquitectura institucional que hay, que es "obesa". Si me dijeras una Cataluña en la que sea fácil vivir, que sea cómodo vivir, que no haya una injerencia del Estado, yo encantado de la vida. A mí este modelo me encanta, sería el modelo de Suiza. Pero con los derroteros que veo creo que la estructura que crearían sería aún más obesa y por lo tanto sería insoportable.
¿Un Estado mínimo?
Ojalá. Lo que ocurre es que me temo que quienes van a llevar y están impulsando todo este proceso soberanista, después no van a renunciar a lo que es estructura de Estado. Y la estructura de Estado es muy cara. Los lugares del mundo en los que la presión fiscal es más alta son Cataluña, Suecia y la isla de Aruba, en el Caribe. Esta es la realidad.
¿Entonces?
Una Cataluña independiente perdería PIB según diversos estudios económicos. Si perdiéramos PIB ocurriría que para mantener una estructura de Estado tan fuerte sería imprescindible aumentar los impuestos. Aún más.
Pasemos a temas más agradables, que cuando me hablan de más impuestos... Usted, que está todo el día arriba y abajo seguro que sabe dónde se come mejor, si en Madrid o en Barcelona.
En Barcelona como muy bien, y en Madrid, también.
Usted es feliz en todos los sitios. ¿Un restaurante en cada ciudad?
En Barcelona, Vía Veneto, que me encanta. En Madrid me gusta Horcher, y también ir a La Trainera o a Los Remos con mi mujer, los fines de semana.
Y de postres... ¿quién será presidente de la Generalidad en 2015?
En 2015 no lo sé, pero a medio plazo será alguien de origen magrebí.
¿Y quién le gustaría que lo fuera en el 2015?
Me encantaría que fuera un pupilo mío, bien preparado, limpio, limpio y que mirara sólo por el bien de Cataluña.
21.10.2014 08:25 h.
https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/una-cataluna-independiente-no-es-economicamente-viable_12293_102.html
Vivir acusado de ser tibio, plasta y equidistante
Madrid aloja a una influyente generación de periodistas catalanes que desempeñan un papel sobrevenido de puente en esta crisis de incomunicación
Susana Griso, Carles Francino, Angels Barceló, Enric Juliana, Jordi Évole, Andreu Buenafuente, Gemma Nierga, Jorge Javier Vázquez, Xavier Sardà, María Casado, Julia Otero, Jordi González... Podría hacerse un equipo de fútbol con los periodistas y líderes de opinión catalanes que “operan” en Madrid. Y que, sin pretenderlo, desempeñan un papel de mediación entre la sociedad catalana y la del resto de España. Se les observa con recelo desde uno y otro lado -españolistas en Barcelona, independentistas en Madrid-, pero también se les reconoce un espacio de autoridad, precisamente porque sus mensajes penetran en los dos campos.
“Ya sé que me llaman tibio, equidistante y plasta”, explica Carles Francino en los estudios madrileños de la Cadena Ser. “Pero no me aflijo. Reclamo diálogo, diálogo y diálogo, porque el gran problema de esta crisis es precisamente la incomunicación. El papel de puente no es buscado, sino sobrevenido, pero hay que ejercerlo porque no es el momento de callarse ni de estarse quieto. Eso no quiere decir que haya que ser incendiario, al contrario”.
“Ya sé que me llaman tibio, equidistante y plasta”, explica Carles Francino en los estudios madrileños de la Cadena Ser. “Pero no me aflijo. Reclamo diálogo, diálogo y diálogo, porque el gran problema de esta crisis es precisamente la incomunicación. El papel de puente no es buscado, sino sobrevenido, pero hay que ejercerlo porque no es el momento de callarse ni de estarse quieto. Eso no quiere decir que haya que ser incendiario, al contrario”.
Serenidad
“Hay que hacer, sin caer en la banalidad, un ejercicio de desdramatización, sin engañarnos, y poner serenidad. Sobre todo a los periodistas, porque si la perdemos, nuestro nerviosismo lo transmitimos a los lectores. Hay mucha gente en España y en Cataluña que se siente violentada. Esta situación no la quieren. Se les ha abrumado con ella. Y los medios, en lugar de ser solo altavoces de las hipertensiones existentes, tienen que dar voz a la sociedad”.
Trata de hacerlo Susanna Griso desde una posición de equilibrismo. Presenta cada mañana Espejo Público (Antena 3) y lleva 20 años arraigada en Madrid, pero no termina de acostumbrarse al papel de mediadora incomprendida. “Se siente una incomodidad especial, más que responsabilidad. Se lo escuché una vez a Julia Otero, y estoy de acuerdo: en una crisis, o en una guerra dialéctica, los puentes es lo primero que se dinamita. Y yo me he sentido muy dinamitada por todas partes en muchas ocasiones. En Madrid, los periodistas catalanes somos sospechosos. Es como que tuvieras que hacer méritos. Reivindicar la legalidad o la constitucionalidad de cada una de tus palabras. Y en Cataluña se nos considera unos vendidos al poder”.
No puede hablarse de un lobby catalán en Madrid. Los ha reunido la competencia profesional, el eje mediático de la capital y el azar, pero esta heterogénea generación de periodistas comparte un cierto esfuerzo por trasladar a Madridhasta qué extremos ha crecido o cuajado en Barcelona la ambición del derecho a decidir.
“Lo que llamamos el hecho diferencial catalán”, explica Francino, “se resume en que una parte no pequeña de la población en Cataluña o no se siente española o no quiere que se lo recuerden mucho. Esto, que no es ni bueno ni malo, es así. Y es a esto a lo que hay que dar una respuesta política. Y no se ha dado, dejando llevar las cosas a un estado de locura. De ahí nuestra responsabilidad de tender puentes. Insistir y picar piedra”.
“¿Qué se desea?”, se pregunta Juliana. “Que ese 48% de simpatía independentista pase al 50% y se convierta después en el 60%, Si algún día pasa a ser el 60%, la Guardia Civil no va a impedir la independencia de Cataluña. No podrá. Cuando la gente en Cataluña reclama el referéndum pactado en un 85%, te está diciendo dos cosas. Que quiere un referéndum y que quiere un pacto”, insiste en un ejercicio de pedagogía. Y no tiene problemas Francino en reclamarlo: “La única salida es preguntar y votar. No así. Este, el del 1 de octubre, no es mi referéndum. Y por eso no iré a votar. Pero otro sí. Yo sí quiero otro, y ya veremos qué se pregunta y cómo, pero hay que preguntar”.
Trata de hacerlo Susanna Griso desde una posición de equilibrismo. Presenta cada mañana Espejo Público (Antena 3) y lleva 20 años arraigada en Madrid, pero no termina de acostumbrarse al papel de mediadora incomprendida. “Se siente una incomodidad especial, más que responsabilidad. Se lo escuché una vez a Julia Otero, y estoy de acuerdo: en una crisis, o en una guerra dialéctica, los puentes es lo primero que se dinamita. Y yo me he sentido muy dinamitada por todas partes en muchas ocasiones. En Madrid, los periodistas catalanes somos sospechosos. Es como que tuvieras que hacer méritos. Reivindicar la legalidad o la constitucionalidad de cada una de tus palabras. Y en Cataluña se nos considera unos vendidos al poder”.
No puede hablarse de un lobby catalán en Madrid. Los ha reunido la competencia profesional, el eje mediático de la capital y el azar, pero esta heterogénea generación de periodistas comparte un cierto esfuerzo por trasladar a Madridhasta qué extremos ha crecido o cuajado en Barcelona la ambición del derecho a decidir.
“Lo que llamamos el hecho diferencial catalán”, explica Francino, “se resume en que una parte no pequeña de la población en Cataluña o no se siente española o no quiere que se lo recuerden mucho. Esto, que no es ni bueno ni malo, es así. Y es a esto a lo que hay que dar una respuesta política. Y no se ha dado, dejando llevar las cosas a un estado de locura. De ahí nuestra responsabilidad de tender puentes. Insistir y picar piedra”.
“¿Qué se desea?”, se pregunta Juliana. “Que ese 48% de simpatía independentista pase al 50% y se convierta después en el 60%, Si algún día pasa a ser el 60%, la Guardia Civil no va a impedir la independencia de Cataluña. No podrá. Cuando la gente en Cataluña reclama el referéndum pactado en un 85%, te está diciendo dos cosas. Que quiere un referéndum y que quiere un pacto”, insiste en un ejercicio de pedagogía. Y no tiene problemas Francino en reclamarlo: “La única salida es preguntar y votar. No así. Este, el del 1 de octubre, no es mi referéndum. Y por eso no iré a votar. Pero otro sí. Yo sí quiero otro, y ya veremos qué se pregunta y cómo, pero hay que preguntar”.
Salvoconducto
El puente accidental pero sólido de los líderes de opinión catalanes radicados en Madrid se antoja un salvoconducto o una bandera blanca respecto a las esferas mediáticas, políticas e institucionales que rara vez entran en contacto. Les falta el casco azul.
“En una situación de polarización como la actual”, razona Griso, “todo el mundo quiere escuchar sus propios argumentos. Va a buscar los canales que surten de argumentario. Y la situación se polariza aún más. No quieren escuchar opiniones contrarias ni te interesa el debate. Los muy convencidos lo que quieren es informarse a través de sus medios. Y ahí nuestro esfuerzo es encontrar puentes, vínculos, pero no es nada fácil, porque de lo que se dice en Madrid en Cataluña se recoge la parte más altisonante. Y ocurre igual en el sentido contrario”.
Es la perspectiva desde la que Juliana señala el papel incendiario cuando no narcisista que desempeñan los líderes agitadores. “El riesgo que veo es el cortoplacismo”, explica. “Y diría más, el narcisismo político. Hay líderes catalanes con sed de martirio, y esa sed no está en la sociedad. Y, a su vez, hay políticos españoles que se han enamorado de la autoridad”.
Carlos Francino lo explica de otra manera: “España es un país enfermo de sectarismo y de solemnidad. Y este proceso tiene sectarismo a borbotones. Y la solemnidad de la épica. Por un lado, la patria nueva, y por el otro, aquí están mis cojones, y aquí no pasan. Porque lo hemos convertido en una cuestión de honor”
“En una situación de polarización como la actual”, razona Griso, “todo el mundo quiere escuchar sus propios argumentos. Va a buscar los canales que surten de argumentario. Y la situación se polariza aún más. No quieren escuchar opiniones contrarias ni te interesa el debate. Los muy convencidos lo que quieren es informarse a través de sus medios. Y ahí nuestro esfuerzo es encontrar puentes, vínculos, pero no es nada fácil, porque de lo que se dice en Madrid en Cataluña se recoge la parte más altisonante. Y ocurre igual en el sentido contrario”.
Es la perspectiva desde la que Juliana señala el papel incendiario cuando no narcisista que desempeñan los líderes agitadores. “El riesgo que veo es el cortoplacismo”, explica. “Y diría más, el narcisismo político. Hay líderes catalanes con sed de martirio, y esa sed no está en la sociedad. Y, a su vez, hay políticos españoles que se han enamorado de la autoridad”.
Carlos Francino lo explica de otra manera: “España es un país enfermo de sectarismo y de solemnidad. Y este proceso tiene sectarismo a borbotones. Y la solemnidad de la épica. Por un lado, la patria nueva, y por el otro, aquí están mis cojones, y aquí no pasan. Porque lo hemos convertido en una cuestión de honor”
https://cronicaglobal.elespanol.com/politica/una-cataluna-independiente-no-es-economicamente-viable_12293_102.html
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La opinión de Carles Francino: 'No disparen al equidistante'
El artículo del periodista catalán sobre el referéndum de Catalunya que ha leído en su programa de la Cadena Ser
El periodista catalán Carles Francino ha manifestado este martes en el magacín de tarde que dirige en la Cadena Ser, 'La ventana', su opinión sobre el momento político actual y el referéndum de Catalunya en la entrada del programa.
Su firma, en forma de artículo, es esta: 'No disparen al equidistante'.
"Hoy es un día con un montón de santos; y santas. Tenemos San Cosme, San Damián, San Calistrato Mártir, Santa Teresa Coudert, San Nilo el joven… y hay más, ¿eh? Pero, bueno, quédense con el que quieran porque yo voy a proponerles que el 26 de septiembre pase a convertirse en el día de los equidistantes.
Sí, porque hoy se produce un fenómeno único en todo el año: que el día y la noche duran lo mismo, duran exactamente igual. Así que creo que podemos designarlo como patrón de los equidistantes, a ver si el santo –o la santa– que sea son capaces de proteger a la especie más perseguida en la actual crisis política; especie más perseguida, pero para nada minoritaria. Porque los mal llamados equidistantes –porque no somos eso– o tibios, o blandos, o moderados no están en peligro de extinción, sino más bien en peligro de representación. Sí, porque no militan –no militamos– en patrias y banderas tan visibles como las que enarbolan los más apasionados del 'Procés' y del proceso, porque hay dos, y tampoco están organizados, pero están ahí. Y alguien se preguntará: pero, ¿qué es exactamente un equidistante? ¿Cómo se le reconoce?
De entrada porque defiende que todo este lío se tiene que arreglar dialogando, hablando, negociando, haciendo político. Eso de entrada; pero si no basta con eso, miren, yo les pongo algunos ejemplos muy personales, a ver si les sirven ni que sea como test.
Creo que las autoridades catalanas, la mayoría parlamentaria, la mayoría independentista, han atropellado las leyes y a la oposición de una manera inaceptable. Pero no creo que pueda hablarse de golpe de estado; ni de muerte de la democracia.
Creo que las autoridades españolas han elegido la peor respuesta a ese desafío porque es una respuesta que viene de la indigencia política, se pasa de frenada, incluso puede vulnerar derechos, y desde luego encabrona a muchísima gente en Catalunya. Pero tampoco creo que pueda hablarse de estado de excepción; ni de franquismo.
Yo deploro que el fiscal general del estado actúe como ariete de esa estrategia, pero también me alucina ver a la presidenta del Parlament micrófono en mano arengando a las masas.
Yo, como otros catalanes, no comulgo con el simulacro de referéndum del domingo; para nada. Pero defiendo que tarde o temprano se nos consulte; y además hace años que lo defiendo.
A mí –como a otra mucha gente– me ofende que Serrat o Raimon reciban insultos por no abrazar la causa independentista. Pero también me ofende que Lluís Llach o Pep Guardiola no puedan defender esa misma causa sin que les crucifiquen o les hagan burla.
Y ya puestos a buscar ejemplos… el “¡a por ellos, oe!” con que centenares de personas despedían ayer en Huelva a los Guardias Civiles destinados a Catalunya, como si fueran a la guerra. Me da una grima enorme, significa muchas cosas y ninguna buena. Pero no creo que destrozar tres coches de la propia guardia civil el otro día en Barcelona pueda venderse como una anécdota, o una travesura.
Si todo este cuestionario les parece que supone un buen retrato del equidistante, y conocen a alguno, hoy le pueden felicitar; es su día. Yo, personalmente, no me veo retratado en esa definición, porque no creo estar practicando la equidistancia.Pero prefiero eso a que me llamen patriota de uno u otro lado. Porque el patriotismo –como dijo aquel– es el último refugio de los canallas. Y más peligroso que el granizo."
http://www.elperiodico.com/es/politica/20170926/referendum-cataluna-carles-francino-articulo-opinion-6312275