volkswagen, los Matutes y los Castro -J.A.Avellaneda

Esto de la economía a veces hace extraños compañeros de viaje o que los extremos a veces no estén tan alejados. Te propongo un juego€ Recientemente he leído unas palabras de las cuales no tendrás dificultad en identificar si el autor es miembro de la familia Matutes o uno de los hermanos Castro. La frase dice así: «Tengamos presente el principio esencial de que para distribuir riqueza, primero hay que crearla y para hacerlo tenemos que elevar sostenidamente la eficiencia y la productividad» (fin de la cita). ¿Seguro que ya tendrás claro si la dijo Raúl Castro o Abel Matutes? ¿Sencillo, no? Si no estás seguro, al final te sacaré de dudas.

Cambiando de tema, pero relacionado, una de las cosas que más me llama la atención cuando hablo con mallorquines es su desprecio hacia los hoteleros, un sector que genera más del 50% del PIB. Lo siento, pero no lo entiendo. En Ibiza, con el sector turístico (incluye a hoteleros y ´discotequeros´, entre otros) ocurre algo parecido, pero genera más del 75% del PIB.

Estamos asistiendo atónitos al espectáculo que nos están brindando los directivos de Volkswagen y el reconocimiento de que –efectivamente– desarrollaron un software con el único propósito de engañar a gobiernos y clientes. Todos los países, incluido el nuestro, con el ministro José Manuel Soria a la cabeza (posiblemente el peor ministro de Industria, Energía y Turismo que hayamos tenido), se están poniendo de perfil con este tema por las repercusiones que pudieran suponer para las fábricas instaladas en sus territorios.

Fábricas significan empleos e inversiones. Las fábricas del grupo alemán en Catalunya y Navarra tienen 16.500 trabajadores –16.500 familias– que dependen de futuras inversiones o futuras sanciones. Los alemanes prometieron 4.200 millones de euros durante los próximos cuatro años, que ahora están en el aire, y por es, aquí no se mueve nadie. Parece que no nos planteamos renunciar a sus inversiones, aunque esto suponga abstenerse de pedir la devolución de las ayudas concedidas. Con la cuestión penal obviamente será distinto.

Traigo esto a colación por el desprecio con el que, en mi opinión, se está tratando el Plan de Excelencia propuesto por la familia Matutes para sus terrenos en Platja d´en Bossa. Desde aquí no estoy entrando en los aspectos más conflictivos del mismo, que sin duda podrían negociarse, sino con en el desinterés mostrado por los políticos, que se supone que tendrían que preocuparse de crear riqueza y bienestar para los ciudadanos.

Muchos se habrán alegrado ante la noticia de que Palladium Hotel Group (PHG) se lleva su dinero a México para invertirlo en un nuevo complejo hotelero de 700 habitaciones. Son 160 millones de euros que han volado. A mí, particularmente, me decepciona que el dinero se vaya a crear riqueza fuera de nuestra isla y me apena que su Plan de Excelencia no encuentre acomodo entre nosotros.

A los Matutes se les puede acusar de muchas cosas, pero creo que han demostrado con creces su apuesta por un modelo de negocio de alto valor añadido (todas sus reformas aumentan estrellas, empleo y reducen camas), que crea riqueza en la isla (3.400 habitaciones en total) y muy especialmente en Platja d´en Bossa (1.750 habitaciones).

La apuesta decidida de PHG por la zona no sólo son buenas palabras: el Hotel y Club Playa d´en Bossa (600 habitaciones y 135 empleados) se transforma en el Ushuaïa Ibiza Beach Hotel (415 habitaciones, 185 menos, y 843 empleados, 708 más); el Hotel y Club Don Toni (630 habitaciones y 179 empleados) se convierte en Hard Rock Hotel (493 habitaciones, 137 menos, y 541 empleados, 362 más); así como el nuevo Grand Palladium White Island Resort & Spa, antiguo Hotel Palm Beach, también con aumento de categoría y empleo y disminución de habitaciones.

Lo siento, pero no entiendo cómo quieres crear empleo y riqueza si no mimas a tus empresas y/o desprecias sus inversiones, estas a las que me estoy refiriendo o cualquier otra. ¿Que te gustaría que fueran diferentes? Bien, pero ahora son las que son€ y si no creas no podrás distribuir.

Ah, se me olvidaba, la frase del principio la dijo Raúl Castro en sus conclusiones para el XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba. No sé cómo lo harán exactamente en el país caribeño, pero en el nuestro te puedo asegurar que el gasto público –sea ´social´ o no– viene de los beneficios de las empresas y de los impuestos que pagan sus trabajadores y propietarios.

La confianza y la seguridad jurídica crea más empleo e inversiones q las subvenciones.

J.A.Avellaneda