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RSE.- Ramón Jáuregui apuesta por la Economía del Bien Común

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El eurodiputado destacó que: “ha habido una evolución de la RSE en España, pero es necesario revisar las expectativas que tenemos al respecto, si ha servido para algo o debemos abandonarla”
RSE.- Ramón Jáuregui apuesta por la Economía del Bien Común

“El papel de las organizaciones sociales como la Fundación Novaterra es fundamental para avanzar en la cohesión social.” Con estas palabras iniciaba su discurso Ramón Jáuregui, eurodiputado socialista, en la VI Jornada de puertas abiertas hacia el compromiso de la Fundación Novaterra, con la que esta entidad valenciana aborda cada año un tema fundamental para la inclusión social, con el objetivo de formar a la ciudadanía y el empresariado valenciano para la acción.

En primer lugar, el ponente se detuvo en el porqué del nacimiento de la RSE, que respondía básicamente a una apertura del modelo empresarial a la sociedad. “La sociedad había penetrado en el mundo de la empresa, sobrepasando el triángulo clásico y limitado: accionista, propietario, cliente. La empresa se había convertido en un invernadero que todo el mundo veía y sobre la que se quería saber más, en un contexto en el que el poder de la empresa en la globalización tenía impactos cada vez mayores”.jaureguinovaterra
Se abría así una nueva expectativa en la vinculación empresa-sociedad en la que hemos estado una década. Pero ¿ha sido la RSE una experiencia frustrada? ¿Supone la Economía del Bien Común una nueva vía alternativa?

Jáuregui destacaba como “voces críticas decían que la RSE solo tapaba las vergüenzas de las compañías”. “En positivo, hay que destacar un desarrollo institucional interesante, como por ejemplo ha supuesto el Pacto Mundial de Naciones Unidas, fijando una búsqueda de un código universal de comportamiento de las compañías. Incluso algunas prácticas de acción social que tampoco podemos desdeñar”.
Ahora bien, la cruz la ponen varios aspectos que Jáuregui resumió en los siguientes:
  1. No hay una sociedad civil suficientemente vertebrada con capacidad de premiar los comportamientos responsables y castigar los malos. Un problema que encadena el siguiente.
  2. Las compañías no ven la ecuación costes de la RSE para ser socialmente responsable. No están debidamente compensada en los resultados la inversión necesaria.
  3. No hay un apoyo de los medios de comunicación.
  4. No hay pocas políticas de estímulo a la RSE. No ha habido un apoyo público suficiente.
  5. No hay liderazgo desde la empresa. Los directivos nos están sensibilizados con esto, y cuando no parte de arriba es difícil que impregne las compañías.
  6. No hay mesas internacionales para la RSE, como sí ocurre con el cambio climático o la lucha contra los paraísos fiscales. 
  7. “Europa está en contra de transformar en norma tener que rendir cuentas”. Y algunas prácticas, como la de subcontratar las memorias de RSE simbolizan la depauperización de la RSE.
Ante esta situación, Jáuregui se muestra expectante ante la Economía del Bien Común. Una EBC:
  1. Que parte del descontento social para transformar el actual modelo económico.
  2. Que reclama de las empresas nuevos valores, sobre la base de que la función de la empresa no es buscar beneficios sino responder a valores que la sociedad considera valiosos: el empleo, combatir la exclusión, la sostenibilidad, etc.
  3. Que trata de establecer una ligazón entre esa demanda a las compañías de nuevos valores, con la propia lógica del contrato social, basada en la mayoría de las Constituciones de países democráticos.
Así pues, conocer, en primer lugar, y tratar de superar, en segundo, sus limitaciones, que en gran medida son las mismas de la RSE, será la clave para el éxito. Limitaciones como el desconocimiento del concepto, la necesidad de un esfuerzo económico para realizar el balance, quién lo audita, la existencia de un mercado preferencial para la EBC…
Limitaciones que sin duda habrá que ir superando, porque sea un modelo nuevo o no, “una concepción progresista de la economía tiene que llevarnos a hacer fuerte la EBC”, concluía Jáuregui.
Tras la intervención del eurodiputado tuvo lugar un debate moderado por el vicepresidente de Novaterra, Francesc de Paula Pons, y en el que además del conferenciante profundizaron en el tema Salvador Navarro, presidente de la CEV; Francisco Álvarez, director general de Economía, Emprendimiento y cooperativismo y embajador de la Economía del Bien Común; Empar Martínez, directora general de Florida Grup Educatiu Cooperatiu, y Juan Cascant, creador de la iniciativa Microviña y director de El Celler de la Muntanya.
http://diarioresponsable.com/noticias/22439-ramon-jauregui-ebc-y-rse

Claves para que la Economía del Bien Común no fracase

Hace algunas semanas reflexionaba sobre el avance que la Economía del Bien Común (EBC) puede suponer respecto a la responsabilidad social (RSE). Somos muchos los que desde hace años encontramos que en España la RSE se había estancado, y la EBC llegaba como soplo de aire fresco para continuar el trabajo realizado en la última década.
Carmen Martí
Carmen Martí
Ramón Jáuregui, eurodiputado.

Me mostraba de acuerdo en aquel artículo con Ramón Jáuregui, eurodiputado y experto en la materia, que frente a una RSE “en punto muerto”, “instrumentalizada” y “sin ambición”, la economía del bien común se presenta como un concepto más ambicioso y profundo, que “recoge el enorme descontento social que ha provocado la crisis económica y lo transforma en un modelo de economía alternativo”.
Teníamos ganas de más, y por eso montamos un debate con Jáuregui y representantes de la Economía del Bien Común, del cooperativismo y del empresariado. Porque sólo desde todas las perspectivas podíamos obtener una visión clara de los pros y los contras de esta nueva corriente.
Si en algo estuvieron de acuerdo la mayoría de los participantes es que la EBC ha venido para quedarse, y hasta la fecha ha sabido aprovechar los discursos y prácticas anteriores de la ética, la RSE, la sostenibilidad, el valor compartido, para seguir avanzando en un modelo de empresas y sociedad más justo y ético.
Entre los aspectos positivos destacaban, en primer lugar, que la EBC parte del descontento social para transformar el actual modelo económico. Esto es fundamental para superar una sociedad civil insuficientemente vertebrada con capacidad de premiar los comportamientos responsables y castigar los malos. Un problema que ha frenado la implantación de la RSE.
Jaúregui destacaba también la idea de transformación del actual sistema económico, y no el abandono del mismo, porque, según él, “no se conoce otro sistema que haya demostrado funcionar mejor, aunque por supuesto hay muchas cosas que mejorar de éste”.
Jáuregui resaltaba además como positivo que la EBC reclama de las empresas nuevos valores, sobre la base de que la función de la empresa no es buscar beneficios sino responder a valores que la sociedad considera valiosos: el empleo, combatir la exclusión, la sostenibilidad, etc.
A mi modo de ver, esto marca una importante diferencia con la responsabilidad social, y se basa en un modelo de empresa humanista, al servicio de la sociedad, que algunas concepciones de la RSE parecían olvidar.
Ahora bien, haciendo balance y siendo realistas, la EBC tiene muchas similitudes con la responsabilidad social, y presenta debilidades similares. Por lo que si no queremos que se convierta en otro fiasco, y que dentro de diez años hablemos de ella como de la RSE, es importante conocer estas limitaciones, e ir superándolas.
Paco Álvarez, actual director general de Economía, Emprendimiento y Cooperativismo de la Generalitat Valenciana, y embajador en España de la EBC, destacaba una idea que es fundamental, y que es la necesidad de tiempo.
La EBC es una carrera de fondo, y tendremos que contentarnos si nuestros nietos viven en un mundo en el que la EBC sea la norma y no la excepción. “Los que defendemos la EBC somos conscientes de que somos muy jóvenes, y al mismo tiempo yo no quiero que esto se haga en dos días. Lo sólido necesita tiempo”, matizaba Álvarez.
En segundo lugar, las principales dificultades se encuentran en el elemento clave de la EBC: el balance del bien común. Un balance en el que las organizaciones rindan cuentas de su aportación al bien común. Algo en lo que la EBC presenta innovaciones respecto a la responsabilidad social, como una matriz sólida y en común que ya están utilizando más de 1.400 empresas de 27 países.
Una matriz que se encuentra en España en revisión para una versión más accesible a todas las empresas españolas, y cuyos consultores se hallan en formación durante este mes para ponerse al servicio de las empresas que necesiten apoyo.
Pero un balance que, según Jáuregui, presenta las mismas limitaciones que la RSE: “La necesidad de un esfuerzo económico para realizar el balance, y la falta de un impacto real en la cuenta de resultados que justifique esa inversión. Y quién lo audita”.
Unas limitaciones que hay que tener en cuenta y habrá que ir superando. Porque si Jáuregui opina que “una concepción progresista de la economía tiene que llevarnos a hacer fuerte la EBC”, sin duda, merece la pena intentarlo.
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Salvador Navarro, presidente de la Confederación Empresarial Valenciana

“Sólo desde la voluntariedad y la incentivación podremos avanzar con el empresariado en materia de responsabilidad social”


“En España se ha avanzado en general. Por ejemplo, los índices de siniestralidad se han reducido, lo cual es un gran dato”.
“La cooperación entre los agentes sociales y las empresas es fundamental. La Fundación Novaterra hace un gran papel vertebrando la sociedad para esa cohesión”.
“La RSE se ha mercantilizado como otras cosas. ¿Cuántas empresas tenían al lado de su empresa un logo de responsabilidad y luego ha sucedido lo que ha sucedido?”.
“Ser una pyme es una dificultad pero a su vez tiene cosas a su favor, porque hay muchos pequeños empresarios responsables que ni lo saben ni les importa, porque no quieren mercantilizar su manera de trabajar”.
“Estamos en un mundo globalizado y no competimos con las mismas armas”.
“Lo básico es la ética y debemos enseñarla en la escuela. Los empresarios empezamos a tomar conciencia de que tenemos una responsabilidad, y desde la CEV estamos entrelanzando el tejido empresarial y social, estamos en contacto con fundaciones, asociaciones. Tenemos el talante ahí”.


Empar Martínez, directora general de Florida Grup Educatiu Cooperatiu


“Las cooperativas están entre esa RSE y esa EBC desde su práctica”


“El cooperativismo existe porque desde hace muchos años hay muchas personas que pensaban que se podían hacer las cosas de otra manera, se podía transformar la economía haciendo las cosas de manera diferente.”
“La Alianza Cooperativa Internacional definió en 1995 los principios del cooperativismo, y que son:  la Adhesión voluntaria y abierta; la gestión democrática por parte de las personas socias; la participación económica de los asociados; autonomía e independencia; educación, formación e información; cooperación entre cooperativas y preocupación por la comunidad”.
“Los tres primeros principios creo que empoderan a la ciudadanía. Hacen que las personas trabajadoras asuman otro rol. Son mecanismos que transforman la sociedad. Es una diferencia del modelo cooperativo que aporta mucho a la sociedad”
“Por otro lado el principio de autonomía e independencia es una forma de estar en el mundo diferente como empresa”.
“En cuanto a los tres últimos principios representan un compromiso micro, meso y macro. Micro, con las personas, porque las cooperativas por ley tenemos definido que un porcentaje mayor que el resto de empresas de los beneficios vaya destinado a formación. Meso, por la colaboración con otras empresas, y macro, por la preocupación por la comunidad. Esta es la fórmula en la que las cooperativas están entre esa RSE y esa EBC, y que lo hacen desde su práctica”.
“Estos son los principios, aunque no siempre somos capaces de hacerlo con la brillantez y pulcritud que nos gustaría. Pero son los principios del modelo”.

Paco Álvarez, Director General de Economía, empredimiento y cooperativismo de la Generalitat Valenciana


“La responsabilidad de las cosas malas no es de los que lo hacen mal sino de los que lo ven y no hacen nada”.


“Gracias a Jáuregui va a haber una jornada en el parlamento europeo el 10 de diciembre sobre este tema”.
“Lo único que tenemos que hacer es respetar la constitución. Demos ese paso”
“Los que defendemos la EBC somos conscientes de que somos muy jóvenes, y al mismo tiempo yo no quiero que esto se haga en dos días. Lo sólido necesita tiempo”. “A mí se me han educado que a más dinero más felicidad. Y el tema educativo es vital para que esto se convierta en un reflejo, y eso lleva tiempo. Si mis nietos pueden tener la suerte de estar en un modelo económico con rostro humano me reiré en la tumba, ¡si es que es posible!”
“El gobierno actual está decidido a dar los pasos necesarios para tener etapas rápidas de desarrollo de un modelo económico con rostro humano”.
“No creo que sea difícil hacer un balance social, igual que se hace el financiero, cuando se utilice dinero público que es de todos. Vamos a pedir a la empresa que justifique estas cuestiones: que remunere de la misma manera a hombres y mujeres, que tenga planes de formación, que haga un análisis de que sus proveedores no usan mano de obra infantil, etc. Seria inmoral prestar dinero público a empresas que no aplican esto. Hay muchos parámetros para hacerlo, vamos a empezar con unos poquitos. Y ayudar a que el empresario pueda hacer este balance. De ahí la formación que dentro del movimiento estamos haciendo de auditores para acompañar a las empresas. Vamos a seguir por ahí con tranquilidad”.
“Le propuse a Ángel Gabilondo cuando era rector en la Universidad de Madrid formar en unos conceptos básicos financieros para todo el mundo. Cuando le nombraron Ministro me llamó y lanzamos una experiencia en un instituto de cada comunidad. Preguntábamos a los chavales que era la economía. Y contestaban que un conjunto de reglas para hacer pasta. Cuando les explicábamos que Economía viene del griego y que significa “la gestión de la casa” se sorprendían mucho. Lanzamos la experiencia en 200 institutos, y detrás la asignatura iba a llegar. Llegó el Ministro Wert, y me envío una carta diciendo que ese programa era muy caro”.

Juan Cascant, Director de Celler la Muntanya


“Al Gobierno sólo le pedimos que nos ayude a vender, a mostrar lo que hacemos, en un mercado donde el precio no sea lo único importante”.


“Esto es una cuestión de personas. ¿Quién en su casa roba o miente? ¿Por qué lo hacemos entonces en las empresas y la economía? Cuando estás trabajando en algo que es tuyo ¡es dificilísimo! Es de puro natural.
“Salvador Navarro ha perdido una oportunidad fundamental al responder que es imposible en 2016 una implantación de la economía del bien común. Al menos debería haber respondido ¡Vamos a intentarlo! Ha perdido una oportunidad de oro. Porque si las grandes corporaciones no se comprometen mal vamos”.
“Cuando lanzamos el primer congreso de minifundio, yo no tenía conciencia de que estaba haciendo un proyecto sostenible, conforme a la EBC. La mayoría de las pequeñas empresas actuamos conforme a la EBC y no lo sabemos. Pero para una implantación real necesitamos clientes inteligentes que nos entiendan y gobiernos que nos apoyen”.
“No hemos inventado nada, si no que explicamos cosas que la gente entiende y que son normales. El riesgo está en que no se convierta en otro palabro”.
“Al Gobierno sólo le pedimos que nos ayude a vender, a mostrar lo que hacemos, a mostrar un país riquísimo, un turismo de otra manera, una industria alimentaria de otra manera, y que nos abra mercados donde el precio no sea lo más importante. Estamos vendiendo en Nueva york, poco, pero cuando vendes una botella allí aquí te hacen caso”.
“La ética no es el final, es el principio. Y tenemos que generar el ambiente social propicio para un empresariado ético”.
“Si no empezamos no lo haremos nunca. Tenemos un gen entretenido que hace que vayamos cada uno a la nuestra salvo que haya fiestas o tragedia. Tendríamos que empezar a hacer marca de empresa, que  aquí se vive muy bien, que tenemos unos productos estupendos. Volver a la proximidad de lo pequeño, donde antes no mentíamos porque el de al lado era mi vecino”.
“Haría falta, igual que elegimos a los políticos, elegir a los tertulianos de los programas de la televisión y la radio, que hablen de valores, de cosas que van bien, etc.”
“Generamos un proyecto, Quommon, para generar ecuaciones para medir la aportación del valor social y pasarlo a valor financiero. Se propuso a Europa pero no tuvimos mucha suerte. Para suplir esto hemos generado un curso de Microviña que no pretende enseñar si no poner herramientas para que la gente aprenda, en el que tenemos 4 altos cargo de la Conselleria curiosamente en esta edición”.

Ramón Jáuregui, eurodiputado y experto en RSE


“Parafraseando a Santa teresa de Calcuta, la RSE es un camino de perfección”.


“Podemos tener la tentación de llevarlo todo a asignaturas. Los niños tampoco saben lo que es Europa. Pero para todo esto hay una educación para la ciudadanía que es clave y debe recoger estas y otras cuestiones”.
“La aspiración que se plantea en la EBC en materia de memorias y seguimiento es delicada, porque no hay observación sobre las memorias. Acaban en los cajones, no producen nada. Y este es el problema de las memorias. También con los conceptos de lo que hay aplicar en cada memoria, por ejemplo, que las multinacionales tienen que aplicar la fiscalidad por país. Vamos perfeccionando lo que tiene que ser la medición. Pero la ética ¿cómo se mide. Dónde está el eticómetro?” “Y luego hace falta una sociedad viva, que la comente”.
“La RSE o la EBC funcionará en las pyme si las grandes empresas exigen que se cumplan determinados criterios. Si la Ford reclamara a sus 2.000 proveedores criterios de sostenibilidad se trasladarían a una velocidad de vértigo. Os recomiendo conocer las experiencias del País Vasco de ayuda a las pyme para que desarrollen su estrategia de RSE. Porque las pyme no tienen tiempo, ni saben, hay que ayudarlas. Porque cada empresa tiene que hacer su propio camino de la responsabilidad”. “Parafraseando a Santa teresa de Calcuta, la RSE es una camino de perfección. Pero hay que ayudar a las pyme a que lo lleven a cabo, y en eso la administración pública es clave”.

“La RSE tiene que ser una condición de competitividad. Eso está en el corazón del debate. Si las empresas no lo entienden así, lo van a tener siempre como un elemento colateral”.

https://www.youtube.com/watch?v=I4xi-x2ZMpM
http://www.novaterra.org.es/ramon-jauregui-una-concepcion-progresista-de-la-economia-tiene-que-llevarnos-a-hacer-fuerte-la-economia-del-bien-comun/

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