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La bomba de Trapero: "Les dijimos a los políticos que no se equivocasen, que no quebraríamos la CE"

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La bomba de Trapero: "Les dijimos a los políticos que no se equivocasen, que no quebraríamos la CE"

Demoledor. Advirtieron que habría violencia porque había grupos con una actitud distinta a la general en unos 40 colegios.

"Les instamos de nuevo al cumplimiento de la legalidad, les dijimos que el cuerpo de Mossos no iba a quebrar nunca con la legalidad y la CE, que no estábamos de acuerdo con el proyecto independentista. También les dijimos que fueran conscientes de que estábamos notificados personalmente por el TC." 

https://www.youtube.com/watch?v=W5fuS1QHnaE&feature=share&fbclid=IwAR0dfN86lw8ZEEiMAUFvVPmPVm4auGF3QOhWkhZwRGMkFLBzf8rZAqIcLuI

Trapero: "Los Mossos estábamos preparados para detener a Puigdemont si se nos pedía"

Atribuye un "punto de irresponsabilidad" al 'exconseller' Forn por sus declaraciones

Asegura que comunicó al Govern que el cuerpo "no acompañaban el proyecto independentista"

El 'major' de los Mossos, Josep Lluís Trapero, parecía tener ganas de declarar en el juicio del 'procés', pese a estar acusado por rebelión en la Audiencia Nacional. Eso podría explicar que haya ido más lejos de lo que se esperaba y ante una pregunta de la defensa del 'exconseller' Joaquim Forn sobre el 27 de octubre, día de la declaración unilateral de independencia, haya desvelado que los Mossos tenían "un dispositivo preparado" desde dos días antes para detener al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y a sus 'consellers'. El arresto no se materializó, porque nadie lo ordenó. Y eso que él, aunque desconocía la trascendencia jurídica de la DUI, se puso a disposición del fiscal Superior de Catalunya, el fallecido José María Romero de Tejada, y del presidente del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), Jesús María Barrientos, para lo que precisaran pues entendía que la situación era "de cierta gravedad".
Hasta ese momento daba la impresión de que lo que se esperaba de su declaración no se iba a producir por el deficitario interrogatorio del secretario general de Vox, Javier Ortega, y el error de la fiscalía y la Abogacía del Estado de no proponerle como testigo, lo que llevó al presidente del tribunal, Manuel Marchena, a vetar el interrogatorio sobre lo que desbordaran los límites marcados por el primero. Ello incluía la reunión del 28 de septiembre, en la que según declaró el comisario Manel Castellví se pidió la desconvocatoria del 1-O ante el riesgo de violencia.
De ahí que Trapero se permitiera decir que "en esa reunión de la que no estamos hablando" se advirtió de que la convocatoria "podía desembocar en desórdenes públicos", que más tarde a través del informe que presentó al día siguiente se planteaban distintos escenarios del 1-O, en los que habría "resistencia pasiva" en la mayoría de los centros de votación y previsiblemente "activa" en algunos zonas o barrios.
Pero hubo que esperar al final del interrogatorio para que Marchena utilizara la prerrogativa del tribunal para preguntar aquellos aspectos fundamentales que considerara que no había quedado claros para darle la oportunidad de explicarse. Precisamente, se interesó por aquello que no había dejado preguntar: los motivos de su "preocupación" para pedir una reunión con Puigdemont, el exvicepresidente Oriol Junqueras y Forn, a la que también quiso que asistiera la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, cuya presencia creía importante, porque "el emplazamiento iba más allá del referéndum".
Trapero respondió que transmitieron "varios mensajes". "Les trasladamos nuestra preocupación por posibles conflictos graves de orden público y seguridad ciudadana. Que iba a haber dos millones de personas en la calle y 15.000 policías y eso iba a provocar conflictos graves de orden público. Les emplazamos al cumplimiento de la legalidad, de las órdenes judiciales, y les dijimos que íbamos a cumplirlas. Que el cuerpo de Mossos no iba a quebrar con la legalidad y la Constitución, que no acompañábamos el proyecto independentista", dijo antes de criticar las declaraciones que había hecho Forn y de Jordi Turull.

"Lo que tengan que hacer"

Tras la intervención del presidente, que en la práctica supuso saltarse el veto que el tribunal había impuesto por unanimidad al fiscal, la defensa de Joaquim Forn ha vuelto a preguntar si después de sus advertencias recibieron alguna instrucción del Govern. "Hagan el trabajo que tengan que hacer", dijo que fue la respuesta del 'expresident'. Tampoco por parte del 'conseller' de Interior, al que atribuyó "un punto de irresponsabilidad", como "político, que hace política". "Causaban malestar algunas declaraciones, como las de Forn, que confundían a la gente sobre lo que es el papel de los Mossos. Daba una imagen que ahora estamos pagando y por eso he dicho que fue un punto irresponsable”, puntualizó luego.
El ministerio público se interesó por la crisis del Govern de julio que motivó la marcha de Jordi Jané de la Conselleria de Interior, cuya responsabilidad la asumió Forn. "¿Tuvo usted alguna explicación por parte de Jané de por qué se marchaba?", preguntó Javier Zaragoza. "Me dijo que por la deriva política y porque él no quería correr un riesgo y estaba incómodo", respondió Trapero, que agregó que pese a los derroteros por los que iba el discurso de Forn, "respetaba el cuerpo".
Previamente había negado ante el tribunal del 'procés' que el dispositivo Ágora, del que dijo que era "gubernativo para cubrir necesidades de protección" de altos cargos de la Generalitat o políticos destacados, tuviera "intención de facilitar el referéndum", que más adelante él mismo calificó de "ilegal". Añadió que impedir el 1-O venía dado por mandato judicial y enmarcó el dispositivo "en un momento en el que Catalunya está un momento de conflictividad", lo que "deriva en algunos incidentes", como escrachea. Sostuvo que "se establecía a personas de diferentes sesgos ideológicos o instituciones". Debió entrar en vigor el 4 de septiembre, pero lo hizo unas dos semanas después por los atentados del 17 de agosto, y debían mantenerse hasta mediados de octubre, incluyendo el 1-O. Su eficacia se extendía hasta mediados de octubre e incluía el 1-O.

Llamó a Sànchez por Forn

El testigo, que pese a estar acusado en la Audiencia Nacional de un delito de rebelión accedió a contestar a todas las preguntas, explicó que mantuvo más de 40 llamadas con el entonces presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, durante la protesta del 20 de septiembre frente a la Conselleria d'Econòmia, después de que el 'conseller' Joaquim Forn le indicó que llamara al líder de la asociación soberanista "para intentar mediar" en lo que está ocurriendo.
Trapero respondió a la acusación que ejerce Vox diciendo que no sabía si llamó 21 veces a Sànchez, pero "sí muchas", y recibió otras 22 de su interlocutor. Con la intendente Teresa Laplana solo mantuvo una llamada que no llegó a dos minutos, pero explicó que entre ambos hay dos superiores. Añadió que durante todos el día hablan "constantemente con la Guardia Civil": "hay una interlocución que dura todo el día entre el comisario Ferran López y el coronel (sic) de la Guardia Civil".
Cuando habla con el presidente de la ANC recibe "el mensaje" de que "con la gente que tiene ascendente intentará ayudar". Según el testigo, hacia la una y media le pidió ayuda para hacer "un cordón de voluntarios del servicio de orden de la concentración por el que debían transitar los deternidos que debían pasar al registro". Las últimas fueron después de recibir la del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, Jesús Maria Barrientos, "preocupado", por la salida de la comisión judicial, a partir de la que se implica "personalmente más" que en cualquier otra concentración por esa llamada.
Explicó que habían "previsto un cordón policial de la brigada móvil", para sustituir al de voluntarios, compuesto por "entre 15 a 20 agentes de escolta de paisanos que estaban dentro del departamento de Economía. Dentro de esa capsula debía salir la comisión", porque lo consideraron "seguro". La letrada de la Administración de Justicia del Juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, Montserrat del Toro, finalmente salió por la azotea a un teatro anexo.
Trapero explicó que a las 11 y cuarto de la noche le telefoneó el propio juez del 13, que es "la primera noticia de que el registro se ha acabado" y que "la comitiva ha acabado y quiere salir". Es entonces ordenó que se deje de hablar con la Guardia Civil y se hable directamente con ella, como no hay tiempo de montar de nuevo del pasillo, es cuando se piensa en el teatro, para lo que debe esperar a que acabe la función, aunque finalmente no salió mezclada entre el público.
En cualquier caso durante todo el día la única violencia que describió fue el "lanzamiento de una botella de agua a dos agentes del area de mediación". Señaló que en esa concentración hubo unos 300 efectivos, entre ellos cuatro unidades de la Brigada Móvil. En el centro de mando señaló que no se supo que había armas en los coches de las Guardia Civil que quedaron destrozados hasta la madrugada, aunque dentro se supiera antes. Lo que se hizo fue pedir a los voluntarios que hicieran un cordón para evitar problemas.

Delegar en Ferran López

Justificó su oposición al nombramiento del coronel Diego Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo del 1-O en que entendía que era más político que mando operativo que debía comunicarse de Interior a la Consejería de Forn. "Una cosa es expresar que pensaba que no era la persona oportuna y otra que no se cumpliera la orden de la fiscalía, lo que no se dio en ningún momento", explicó para enmarcar la carta remitida al cuerpo como una forma de tranquilizarles ante su preocupación porque otro asumiera el mando.
Admitió que quizá no estuvo fino en las reuniones de coordinación, pero lo desvinculó de la inactividad atribuida al cuerpo. En la del 23 el fiscal le dijo que desde Fiscalía General del Estado le habían dicho que "el plan de los Mossos parecía más para favorecer el referéndum que para impedirlo". Pero el testigo insistió en que las dudas que planteaba se debían a su intención de cumplir el mandato recibido y que solo los Mossos habían presentado un dispositivo, aunque se considerara más propio de unas elecciones legales. A la del día 25 ya fue Ferran López, lo que según Trapero sintió "como una liberación", porque entendía "que no estaba haciendo un buen papel" con Pérez de los Cobos.
Explicó que la mañana del 27 cesan las acciones de fiscalía y "vamos a un nuevo escenario" a partir de la orden a la magistrada del TSJC, Mercedes Armas, que, según Trapero, llegó a precisar que las que había dejaban de tener vigor y dictó hasta un segundo auto para que quedara constancia de que los tres cuerpos son policía judicial y que Pérez de lo Cobos les supervisará a todos.
Para diferenciar una de otra puso como ejemplo que la primera ordenaba no solo cerrar los colegiso, sino hacer un cerco de 100 metros alrededor de colegios electorales desde el viernes, lo que suponía un dispositivo de 40.000 efectivos, con el que no contaba y que la magistrada que les pidió que actuaran con paciencia, contención y garantizando la paz social". "Evitar el 1 de octubre es muchas cosas y se puede hacer de muchas maneras. La instrucción y la orden apuntaban a diferentes maneras", explicó.

Defensa de los Mossos

Durante su declaración negó la inactividad del cuerpo. Aseguró que Ferran López había transmitido en las reuniones que los mossos harían lo "de los días previos" y que "el grueso del orden público estaba en manos de la Guardia Civil y Policía Nacional", porque "ellos tenían 6.000 efectivos" y la Policía de la Generalitat "800". Destacó la labor del binomio o pareja de mossos en cada centro se había comunicado y zanjó el rifirrafe que tuvo con Zaragoza en relación con las cifras, porque según constaba en la causa se movilizaron a 7.850 mossos, con un "nos hubiera encantado que hubiera más resultados, pero hubo los que pudimos hacer entre todos".
Además, sostuvo que los Mossos pueden usar la fuerza, pero "para repeler violencia contra los agentes o un tercero". Por lo que se indicó en las reuniones que actuarían "con serenidad y siendo especialmente cuidadosos con el uso de la fuerza". "Pérez de los Cobos decía que eso no podía ser una excusa para impedir la votación, una afirmación que me resulta ofensiva", agregó.
Situó la ruptura de la coordinación el 1-O en el momento en que ven las actuaciones en colegios por la Guardia Civil y la Policía Nacional, donde no los habían solicitado, motivo por el que López llamó a Pérez de los Cobos. "Ahora te llamo y no le vuelve a llamar", precisó, aunque le ve en la reunión con la magistrada Armas. "Esa coordinación no es la que habíamos acordado y desconozco las razones", precisó. "Desde mi percepción el esfuerzo fue el máximo que podíamos hacer y el máximo que históricamente había hecho el cuerpo", dijo.
Explicó que conoce los "datos reales" de la actuación de los Mossos del 1-O. Entre los que cifró "134 o 139" colegios que se cerraron durante el día, de ellos 24 no llegaron a abrir por acción de primera patrulla, 104 por la actuación de Arro (equipos de intervención). Añadió que "en algunos de ellos se colocaron delante de la puerta y que de esa manera ya no se pudiese votar más", y que otros 250 no llegaron a abrir, por el "trabajo previo que se hizo el fin de semana". En cuanto a las modificaciones de actas lo justificó con cambios de fechas y horas. Y negó categóricamente las vigilancias a guardias civiles y policías; "si alguien lo ha hecho, deberá dar cuenta", dijo.

Sin pedido a Unipost

Previamente había comparecido ante el tribunal Teresa Prohias, directora de Servicios de Políticas Digitales y en 2017, de los Servicios del Departamento de Presidencia, quien declaró ante el tribunal que, tras recibir un requerimiento de la Guardia Civil, comprobó que no existía ningún expediente por importe de 240.000 euros firmado entre la Generalitat y Unipost, lo que en su opinión significa “que no hubo tal pedido”. Aseguró que solo existía un convenio marco para facilitar material electoral por 6.000 y 12.000 y que este último ni siquiera se había agotado.
Y en cuanto a las facturas libradas por la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, una por 93.179 y otra por 184.000 euros, contra la Generalitat señaló que no constaban por ningún sitio y al pedir explicaciones al presidente de la corporació le “contestó que eran por anuncios del referéndum”. Añadió que los servicios jurídicos recordaron que el ente tiene un compromiso de servicio público y que se debían enmarcar en el contrato firmado entre instituciones.



Era la campaña Civisme, la de las vías del tren, presupuestada en 2.7 millones de euros y que quedó desierta, porque las empresas a las que se adjudicó su difusión en medios renunciaron al decirles estos que era política y quedaba fuera de tarifa. La de la campaña del registro de catalanes en el exterior no se abonó tras recibir la comunicación de que se estaba investigando en el Jugado de instrucción número 13 de Barcelona.
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https://www.elperiodico.com/es/politica/20190314/josep-lluis-trapero-testigo-juicio-proces-7353147
https://www.elperiodico.com/es/politica/20190314/trapero-guisa-un-pavo-en-el-supremo-7355202

Trapero ajusta cuentas en el Supremo

El mayor de los Mossos advirtió de "conflictos graves" antes del 1-O y trazó un plan para detener al 'president' y a su Govern

Llama "irresponsable" a Forn y dice que dejó claro que la policía catalana no apoyaba "el proyecto independentista"

 



Qué jornada en el Tribunal Supremo. Tuvo de todo, como los mejores partidos de fútbol: ataques a tumba abierta, defensas vehementes y controvertidas decisiones arbitrales que estuvieron a punto de privar al público de una parte del espectáculo. Pero sobre todo tuvo un arreón en el último minuto que lo cambió todo, un monólogo en el que el protagonista de la jornada, Josep Lluís Trapero, se convirtió en la estrella de lo que llevamos de juicio. Para defender al cuerpo policial, el mayor de los Mossos d’Esquadra dejó al desnudo el abismo que siempre le separó de los dirigentes políticos que impulsaron el referéndum del 1 de octubre y la declaración unilateral de independencia.



Trapero, que fue durante unos meses –entre los atentados de agosto y la DUI- el héroe indiscutible del soberanismo, no pudo ser más lacerante contra quienes durante aquel tiempo le presentaban como el último dique de contención frente al poder del Estado. Sucedió cuando el mayor de los Mossos narró la última reunión que mantuvo la cúpula del cuerpo, tres días antes del 1-O, con Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Joaquim Forn. “Ya habíamos recibido la orden de la jueza, y vemos que eso [el referéndum] no se estaba parando. Iba a haber en la calle dos millones de personas y 12.000 o 15.000 policías, y eso iba a ocasionar conflictos graves de orden público y de seguridad ciudadana”, empezó Trapero, cuestionando la versión de los acusados de que en ningún momento se previó que hubiera violencia durante la votación.
La segunda parte de su arenga a la cúpula del Govern fue una advertencia en toda regla. “Les emplazamos al cumplimiento de la legalidad y de las órdenes judiciales, les dijimos que no se equivocasen con nosotros porque nosotros las íbamos a cumplir. Que no íbamos a quebrar con la legalidad y la Constitución, que no acompañábamos el proyecto independentista. Les dijimos que deberían ser conscientes de que estábamos notificados personalmente por el Tribunal Constitucional, y que corríamos riesgos personales”.
Lo mucho que había sucedido hasta entonces en la jornada del juicio del ‘procés’ quedó en segundo plano. Y eso que no sería extraño que la Generalitat se estuviera planteando conceder la Creu de Sant Jordi a Javier Ortega Smith. Por la impericia del secretario general de Vox, el mayor de los Mossos d’Esquadra tuvo que dejar a medias en primera instancia la aclaración de qué pasó en las trascendentales reuniones que mantuvo, el 26 y el 28 de septiembre, con la cúpula del Govern para pedirle que desconvocara el referéndum. El presidente del Supremo, Manuel Marchena, se puso al mando, y por primera vez en lo que va de juicio hizo uso de la prerrogativa de preguntar él mismo al testigo. Fue cuando Trapero explotó.
Las ganas de Trapero de desmarcarse del Govern que lo embarcó en un proyecto que rechazaba y que le ha valido una acusación por rebelión en la Audiencia Nacional –que podría costarle 11 años de cárcel- ya habían encontrado algunas vías de escape. Como cuando llamó "irresponsable" a Forn por decir antes del 1-O que los Mossos ayudarían a que hubiera votación. O como cuando, sin que nadie le preguntara en concreto sobre ello, el mayor confirmó que, desde dos días antes de la declaración unilateral de independencia, los Mossos tenían “preparado un dispositivo para la detención del ‘president’ y de los ‘consellers’” si la justicia se lo ordenaba.

El olvido de Vox

Un Trapero locuaz y muy convencido de que los Mossos cumplieron la ley en todo momento anunció que iba a contestar a todo. Pero, de forma incomprensible, Ortega Smith se olvidó de preguntarle por las dos reuniones que mantuvo con la cúpula del Govern en los días previos al 1-O. Las precisiones sobre esas citas eran cruciales, pero cuando el mayor de los Mossos intentó abordarlas no pudo hacerlo, porque Javier Melero, otra vez el más listo de la clase, le interrumpió y recordó a Marchena que, por ley, el testigo no podía hablar de ningún tema por el que no le había preguntado la acusación popular, que lo había propuesto. El juez le dio la razón, pero se guardó en la manga la potestad de hacer él mismo esas preguntas, que ejerció en el último minuto.
La declaración de Trapero se convirtió en un ajuste de cuentas contra Puigdemont y los suyos, pero además intentó apuntalar la versión de que los Mossos se limitaron a cumplir órdenes durante el 20-S y el 1-O. Distribuyó culpas entre cuerpos policiales cuando recordó que el dispositivo del día del referéndum era “conjunto” –con la Policía Nacional y la Guardia Civil- y que los Mossos “no tenían otra finalidad” que impedir la votación.

"Incomodidad" compartida con Jané

También constató de nuevo la enorme distancia entre lo que decían en público los dirigentes independentistas y lo que sucedía en privado. El malestar del mayor de los Mossos venía de lejos. Subrayó, por ejemplo, que cuando el antecesor de Forn en Interior, Jordi Jané, dimitió dos meses antes del referéndum por la “deriva política” del Govern, él también estaba ya “incómodo” por la situación.
De hecho, Trapero acusó a Forn de “confundir” a los ciudadanos con la idea de que la policía catalana era cómplice con sus planes. Sus declaraciones acerca de que la labor de los Mossos era propiciar que el 1-O se votara “con normalidad” sentaron “muy mal” en el cuerpo, sobre todo cuando “ya había órdenes judiciales” de impedir un referéndum “ilegal”. “Hubo un comunicado en el que expresábamos nuestro desacuerdo con lo que decía el ‘conseller’”, recordó el mayor.
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La imagen que transmitió el mayor de los Mossos fue la de un hombre leal pero harto de ser utilizado como peón en un tablero político en el que nunca se sintió cómodo.

 https://www.elperiodico.com/es/politica/20190314/trapero-embiste-contra-puigdemont-juicio-proces-cronica-7355216

 




Trapero, “ni héroe ni traidor”
Portadas de 'ABC' y 'El Punt Avui' (La Vanguardia)
Decía Jordi Basté este viernes por la mañana en El Davantal que el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero no es “ni héroe, ni traidor”. Este jueves ya se advertía que todos intentarían patrimonializar su declaración como testigo en el juicio al 1-O en el Tribunal Supremo.
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-La prensa también ha llevado a los kioscos versiones dispares sobre sus palabras. Así, mientras unos ven que desmonta el relato de la rebelión, otros ven en él un dedo acusatorio hacia los líderes políticos que se sientan en el banquillo.
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El mayor aparece en todas las portadas y en casi todos los editoriales de la prensa española. Otra cuestión unánime, más allá el Brexit, es la salida de Francisco González del BBVA por el caso Villarejo.
El sr Trapero me ha parecido profesional, pero atrapado entre la disyuntiva de acatar presiones politicas. Tambien es cierto que la mayoria de la policia, estuvo pasiva, "dejo hacer" para evitar heridos. Y ademas por lo que se ve, en el cuerpo de policia lo apoyan, tiene su consideración, al saber que actuo con un conseller de gobernacio, que no dejaba nada claro, como el dice fue una persona que cometio iresponsabilidades.
ABC asegura en su portada que Trapero “ajusta cuentas con los acusados” y detalla que “el exmayor de los Mossos señala a Puigdemont, Junqueras y Forn por su ‘irresponsabilidad’ al no frenar el golpe del 1-O e intenta exculparse y proteger a sus subordinados”. El Mundo señala que “endosa a Puigdemont y a Forn los desórdenes del 1-0” y La Razón, que “delata a Puigdemont y declara que le iba a detener”.
La Vanguardia y El País se fijan en esa última cuestión. “Trapero, dispuesto a arrestar al Govern si lo pedía el juez”, resalta la cabecera del Grupo Godó. “Trapero declara que tenía un plan para detener a Puigdemont y su Gobierno”, destaca El País. También lo hacen El Periódico y el diario Ara, que apunta que “los Mossos estaban preparados para detener a Puigdemont”. “Trapero, ante el Supremo: ‘Teníamos un plan para detener a Puigdemont’”, afirma la cabecera del grupo Zeta. El Punt Avui, en cambio, asegura que el mayor “blinda a los Mossos”.
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Pero es en los editoriales donde más se ven las diferencias. El Mundo afirma que “Trapero pretende, sin éxito, negar lo evidente” y que “el ex responsable de los Mossos quiso desmontar el relato del coronel Pérez de los Cobos sobre su implicación en el procés”. “Que la secretaria judicial tuviese que salir con la azotea ‘para ahorrar tiempo’ solo retrata el cinismo de Trapero”, concluye su editorial.
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El Periódico apunta que “Trapero defiende a los Mossos frente al Govern” y que “la revelación del plan para detener a Puigdemont culminó la línea de crítica a los políticos que presidió la declaración del mayor”. “Podía haberse negado a testificar ante el Tribunal Supremo por estar procesado en la Audiencia Nacional. No solo no lo hizo, sino que, durante cinco horas, contestó a todas las preguntas y detalló de manera firme, seria y concienzuda todo lo que vivió durante los hechos de septiembre y octubre del 2017. Su declaración constituyó una defensa sin fisuras de la actuación de los Mossos y de su intención de cumplir siempre la legalidad”, resalta.
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ABC cree que la declaración del mayor “hunde a la cúpula del golpe”, en alusión al Govern, y que “lo más relevante del testimonio de Trapero fue la continua derivación de culpas hacia los responsables políticos de la Generalitat”. “El varapalo que asestó a Forn fue de magnitud. De él dijo que actuó de modo ‘irresponsable’ cuando afirmó públicamente antes del 1-O que los Mossos permitirían la celebración de la consulta, situándoles como cooperadores necesarios de una ilegalidad flagrante”, afirma su editorial, que también remarca que su declaración “más pareció un ejercicio de autodefensa frente a los abusos cometidos por sus jefes políticos que la mera declaración de un testigo más”.

Lo más relevante del testimonio de Trapero fue la continua derivación de culpas hacia los responsables políticos de la Generalitat”

“Es abundante la prueba documental y pericial que existe para demostrar lo que todo el mundo vio: que los Mossos no hicieron nada para impedir una ilegalidad”, concluye el editorial del principal rotativo de Vocento, en el mismo sentido que El Mundo.
La Razón cree que su declaración “apuñala a los golpistas” y opina que “trataba de desvincularse definitivamente de las acciones llevadas a cabo por Puigdemont y sus colaboradores” . “Trapero no ha hecho más que poner de manifiesto lo que la mayoría de los ciudadanos, con independencia de la calificación penal que corresponda a los hechos, conocen: que el Gobierno de la Generalitat de Catalunya, cuya legitimidad de origen y de ejercicio procede de la Constitución española, atentó contra el propio orden constitucional”, añade en otro fragmento.

Hay que apreciar la contribución que ayer hizo Trapero”

“Trapero podía haberse negado a contestar las preguntas de la acusación privada, de las defensas, de la abogacía del Estado o del juez. Pero prefirió la transparencia y respondió a todas las cuestiones planteadas”, resalta La Vanguardia y añade que “hay que apreciar la contribución que ayer hizo Trapero”: “Una contribución, digámoslo todo, que procede considerar también como los cimientos de su futura defensa ante la Audiencia Nacional”.
“Trapero reivindicó, pues, una línea de actuación en la que debía prevalecer el respeto al orden establecido sobre la deriva independentista”, apunta su editorial, que concluye que “lo que se desprende de la declaración de Trapero de ayer es que el Govern no contaba con el apoyo incondicional de los Mossos, que sus palabras no facilitarán la defensa de alguno de los procesados en el Supremo y que, en cambio, afianzan su propia línea de defensa”.

El relato del mayor de los Mossos desmonta el relato de la rebelión orquestado por la Fiscalía”

El diario Ara señala que “el relato del mayor de los Mossos desmonta el relato de la rebelión orquestado por la Fiscalía”. “Cierto independentismo vio cómo se les caía un ídolo cuando reveló que los Mossos tenían preparado un operativo para detener al entonces president Puigdemont y el resto de consellers”, afirma su editorial. “Y cierto unionismo, que lo ha querido dibujar como el jefe de un presunto ejército revolucionario catalán, también se quedó descolocado”, contrapone.
“El cuerpo de los Mossos d’Esquadra es una policía profesional que actúa con criterios democráticas frente a unos cuerpos de seguridad del Estado que quisieron convertir el 1-O en una jornada de violencia”, es la segunda conclusión de la cabecera catalana.
“No hubo conjura entre los Mossos y el Govern y, por tanto, no puede haber rebelión”, insiste el diario, que recuerda el relato de la Fiscalía y del juez instructor, Pablo Llarena, que sustentaban parte de su acusación en “la amenaza latente que suponía un cuerpo con 17.000 policías armados que aquel otoño actuaron al margen de la ley”. “Todo eso quedó ayer completamente en entredicho”, concluye.
En otro orden de las cosas, El País destaca que “los socialistas de Andalucía y Aragón acatan las listas de Sánchez” y El Mundo que “Pedro Sánchez ordena purgar el susanismo en el Congreso”. El rotativo de Unidad Editorial también lleva en portada que “Casado sale al paso de las ‘fake news’ que le acusan ‘de cambiar bebés por papeles’” y El Periódico destaca: “Clamor contra el plan de natalidad del PP”. La Vanguardia resalta que “Ada Colau retira el lazo de la fachada del Ayuntamiento” y ABC que “Colau cede ante la Junta Electoral y retira el lazo del Ayuntamiento”. La Razón lleva también que “la Junta Electoral apercibirá a Celaá si ‘presume’ de los decretazos”; “El PP acudirá a la ‘marcha por la vida’ frente al aborto”

https://www.lavanguardia.com/politica/20190315/461033370836/revista-de-prensa-trapero-heroe-traidor.html

“Hubo tensión con De los Cobos por el uso de la fuerza” y otras frases de Trapero

El mayor justifica la decisión de hacer salir a la comitiva policial por el teatro colindante por el retraso que suponía volver a montar el cordón policial

Josep LluísTrapero declara en el Juicio al ‘procés’ en Catalunya, en directo


El jefe de los Mossos d'Esquadra durante el 1-O, el mayor Josep Lluís Trapero , acompañado por la abogada Olga Tubau. (Dani Duch)
El mayor de los Mossos José Luis Trapero ha accedido a la sala del Tribunal Supremo para declarar en el juicio del 1-O acompañado de su letrada Olga Tubau por su imputación en la causa que instruye la Audiencia Nacional. El responsable policial ha respondido a las preguntas de la acusación popular para defender el operativo policial que se dispuso el 20-S ante la conselleria de Economia y ha justificado la decisión de hacer salir a la comitiva policial por el teatro colindante por el retraso que suponía volver a montar un cordón policial que minutos antes se deshizo ante la previsión de que la labor de la comitiva se alargaría horas.
Sobre el 1-O se ha mostrado crítico con la coordinación de Diego Pérez de los Cobos y ha llegado a describir que en las reuniones a las que asistió llegó a haber tensión dialéctica con él con motivo de las diferencias entre ambos “por el uso de la fuerza”. También ha recriminado al conseller Forn su actitud irresponsable entorno al referéndum del 1-O, a diferencia del anterior conseller, Jordi Jané, que llegó a dimitir “incómodo” por la deriva del ‘procés’. “Estábamos incómodos los dos”, ha asegurado.

20-S / Llamadas de Forn, Sànchez, el presidente del TSJC y del juez del 13

“El conseller Forn me llamó para decirme que me llamaría Jordi Sànchez para mediar sobre lo que pasaba en Economia. Sànchez se implicó personalmente.
“Desde la ANC se quería garantizar la salida de la comitiva judicial”.
“Sobre las 17:00 horas tuve una llamada del presidente del TSJC preocupado por la situación de la comitiva judicial. Le explico lo que estábamos haciendo”.
“Sobre las 23 de la noche tuve una llamada con el juez del 13, pero no se identifica como tal. Me traslada que la secretaria judicial quiere salir y no puede”.

El cordón policial


“Nuestro dispositivo policial era un cordón policial a continuación del de los voluntarios”.

Se pusieron entre 15 y 20 agentes de paisano dentro de las dependencias del Departament. Era el dispositivo que teníamos y la salida era segura, si no, no lo habríamos planteado. Nosotros garantizábamos la salida”.
“El cordón se empieza sobre las 22:00 y a las 22:30 se pone gente delante. Lo veo todo a través de las imágenes del helicóptero. La gente se retira y al Cecor llega información de que se la labor de la comitiva judicial se puede alargar horas. Tomamos la decisión de retirar el cordón porque la simple presencia de la Brimo provoca enfrentamientos”.

La salida alternativa por el Teatre Coliseum




“Me informaron de una salida alternativa por la segunda planta. Se ofreció esta opción a la secretaria para ahorrarnos montar el cordón otra vez”.
“La comitiva tuvo que esperar a que acabase la obra de teatro porque si no, les habría visto el público. No es verdad que tuviera que salir camuflada con el público. Hay un momento en que no le dan permiso para salir, pero ordené que salieran y que la responsabilidad era mía”.
“Me dijeron que se habían lanzado una botella de agua contra dos agentes de mediación de los Mossos, precisamente delante del Teatre Coliseum”.
“Los contactos con la secretaria judicial tampoco los tuvieron los mandos que teníamos allí, eran con los mandos de la Guardia Civil. No hubo ni por petición nuestra ni por oportunidad. No mando hablar directamente con ella hasta las once y pico” .

“El pasillo de los voluntarios no es incompatible con el cordón policial. Lo queríamos porque permitía la comunicación con los manifestantes”

“Había alrededor de 300 efectivos de los Mossos en las inmediaciones del Departament d’Economia”.
“Ordinariamente se hacían barridos en sus despachos oficiales desde que son mossos. Con periodicidad de seis meses o cada año”.

Las declaraciones políticas de Forn “encajaban muy mal”

“No tiene nada que ver el dispositivo Ágora con el cumplimiento de la orden judicial” ni “con el referéndum”.
“Hay un cambio, el conseller Jané lo quería todo, pero con Forn todo lo contrario, no quería que se le llenara de información”
“Jané se fue porque estaba incómodo y no quería sufrir ningún riesgo. Estábamos incómodos los dos”.
“Batlle me llamó para explicarme que iba a presentar la dimisión”.
“El señor Forn sabía que su acción política iba por un camino, y la actuación de los Mossos siempre fue la de cumplir con la ley”.

“El sr. Forn es un político. Creo que había un punto de irresponsabilidad”

“Todas esas declaraciones (de Forn) encajaban muy mal. Hicimos un comunicado de los Mossos en que dijimos que no estábamos de acuerdo con lo que decía Forn”.
“Yo enviaba las instrucciones al conseller porque tenía la dirección política. Trabajo con la confianza de que el cargo político va a cumplir con el debido sigilo, pero estábamos en un contexto en que las órdenes se publicaban en la prensa”.

La coordinación policial para el 1-O

“Los días 21, 23, 25 y 27 de septiembre asistí a reuniones de coordinación convocadas por Pérez de los Cobos”.
“El coordinador (Pérez de los Cobos) era más un órgano político que un mando operativo”.

De los Cobos “tenía una labor de coordinación y de supervisión, pero las órdenes de los Mossos eran a mi cargo”

“Dije que no compartía, que no consideraba que fuese la mejor designación, pero que la respetaría. Una cosa es expresar que sobre una decisión pensaba que no era la persona oportuna, y otra muy diferente no aceptar una orden de Fiscalía. Eso no se dio en ningún momento”.
“El señor De los Cobos me dio una serie de instrucciones sin que nadie me dijera que él me debía dar órdenes. Así lo hice saber”.
“La Guardia Civil presentó un borrador con información escasa, la policía española no presentó nada. Nosotros sí que presentamos un plan de actuación”.
“Hice una defensa del cuerpo, tal vez no muy correcta”.
“Yo no daba instrucciones a Ferran López para las reuniones de coordinación. Fue una liberación para mí porque había habido momentos de tensión dialéctica con De los Cobos” porque teníamos diferencias sobre el uso de la fuerza”.
“La magistrada dejó claro que su instrucción dejaba sin efecto las órdenes de la Fiscalía”.

Las instrucciones de Fiscalía y del TSJC

“Forn decía que el cuerpo no aceptaba esa coordinación (Pérez de los Cobos) y nosotros, que no estábamos de acuerdo, que es algo muy diferente”.
“Para cumplir la instrucción de la Fiscalía de establecer un perímetro de 100 metros alrededor de las escuelas necesitábamos 40.000 efectivos. No los teníamos”.
“El TSJC no planteaba este cerco en su orden. Eran dos instrucciones diferentes”.
“No es cierto que se modificaran 11.000 actas. Las originales las depositamos en el TSJC”.
“La Guardia Civil presentó un borrador con información escasa, la policía española no presentó nada. Nosotros sí que presentamos un plan de actuación”.

El dispositivo del 1-O

“Planteé un dispositivo conjunto, donde una parte pivotaba sobre los Mossos y la otra sobre los otros cuerpos”.
“Los días antes del referéndum no vimos actividades de preparación”.
“Los días 29 y 30 los mossos entraron en las escuelas donde se hacían actividades pero no encontramos ni urnas, ni papeletas, ni nada”.

Trapero dice que el conseller Forn “tuvo un punto de irresponsabilidad”

El mayor de los Mossos reconoce que evitar el 1-O “se podía hacer de muchas maneras”

El mayor de los Mossos d’Esquadra Josep Lluis Trapero ha marcado una clara línea divisoria con el Govern que convocó el referéndum del 1 de octubre. Primero, reconoció que cuando dimitió el conseller de Interior Jordi Jané por la tensión que se estaba viviendo él también estaba “incómodo con la situación”. Después llegó Joaquim Forn e hizo una serie de manifestaciones sobre el papel de los Mossos en el 1-O con las que él estaba totalmente en contra. Desde el primer momento se le dijo que el cuerpo policial iba a cumplir los mandatos judiciales.
”Con rotundidad digo que desde el principio sabía (en referencia a Forn) dónde iba a ir el cuerpo, qué iba a hacer. Siempre dijo que su discurso iba por sus derroteros pero sobre la gestión del cuerpo siempre habló de respeto al cuerpo”, ha explicado Trapero a preguntas de la Fiscalía.
El fiscal Javier Zaragoza le ha interrogado sobre unas declaraciones que realizó el exconseller, uno de los acusados por rebelión, sobre el apoyo de los Mossos al 1-O. “En el cuerpo se encajaron especialmente mal. Hicimos un comunicado. Pero al final es un político con un punto de irresponsabilidad. Pero el cuerpo tiene la fuerza que tiene....”, ha espetado.
Trapero explica que Jané le llamó para anunciarle que dimitía “por la deriva política y que no quería correr un riesgo. Estaba incomodo. Yo le dije que estábamos incómodos los dos. Llega un momento que no quiere sufrir ningún tipo de riesgo”, recuerda el mayor de los Mossos.

Distancia con los políticos

Trapero ha querido marcar distancias con los dirigentes políticos catalanes en su declaración como testigo en el Tribunal Supremo. No obstante, ha reconocido que cuando comenzaron las órdenes de Fiscalía primero y de la magistrada del Tribunal Suprior de Justícia de Catalunya después para evitar el referéndum él comunicó a Forn cada una de las órdenes que recibía así como sus planes operativos para intentar frenar un referéndum declarado ilegal y convocado por el Govern.
”¿Recuerda que en los mandatos judiciales se advertía que se debía haber en todo momento el secreto de las actuaciones?”, le ha preguntado el fiscal. “Transmitía al conseller las órdenes y lo que hacíamos. El conseller tiene la dirección política, evidentemente. También pienso que estábamos en un contexto que las órdenes se publicaban en la prensa. Yo trabajo desde la confianza de que el cargo político no va a pasar de ahí, del Departament, y que también tiene deber de sigilo”, ha explicado. “Pienso que debía tener conocimiento”, añade.

Enfrentamiento con Pérez de los Cobos

Trapero ha defendido a cuerpo y espada que los Mossos cumplieron todas las órdenes judiciales aunque reconoció su malestar con el papel de coordinador del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Consideró que un mando de otro cuerpo no podía dar órdenes a los Mossos, aunque ahora reconoce que la defensa que hizo pudo ser errónea.
”Yo hago una defensa del cuerpo, es así, probablemente no muy acertada. En algún momento pudo no ser apropiado, con palabras no correctas. Se me está diciendo que esto debe ser así, que me lo encuentro ahí. Desde el punto de vista de la defensa del cuerpo, vienen a dirigir el cuerpo. Todo eso lo vivo de una manera. Le reconozco que no fue lo más acertado”, ha relatado sobre su enfrentamiento con Pérez de los Cobos.
Trapero ha relatado cómo no entendió el nombramiento del coronel para el papel de coordinador de los tres cuerpos policiales, “una persona que no venía del mundo operativo”. Pero aclaró una cosa era no compartir su nombramiento y otra muy distinta es no acatarla.

Dispositivo pactado

Ese enfrentamiento es la razón por la que a partir del 25 de septiembre a las reuniones de coordinación va su número dos, Ferran López. Asimismo, el máximo responsable policial niega las afirmaciones de los máximos mandos de la Guardia Civil y Policía Nacional y defiende que se pactó el dispositivo del 1-O, y una parte de éste era el envío de un binomio de agentes a cada colegio electoral. Pérez de los Cobos, sin embargo sostiene que él desconocía ese dispositivo y que fue una “estafa” por parte de los Mossos para permitir la votación. “Las palabras de Ferrán López es que se había pactado el dispositivo”.
”¿Fue idea suya el binomio?”,le pregunta el fiscal. “En absoluto. El binomio viene de la reflexión de los mandos”,ha espetado Trapero. “El dispositivo que el cors de Mossos, no yo, diseñado por los mandos, no tenía otra finalidad que la de cumplir el mandamiento judicial. ¿Nos hubiese encantado que hubiera mejores resultados? Sí, pero se hizo lo que pudimos entre todos”, ha indicado.
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https://www.lavanguardia.com/politica/20190314/461025411405/trapero-joaquim-forn-irresponsabilidad.html
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El jefe de los Mossos advirtió a sus jefes políticos del riesgo de violencia, del peligro de saltarse la ley, de…

 


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