CENTENARIO DE LA CONSTITUCIÓN DE WEIMAR En Alemania, al poco tiempo de la Revolución de 1918, se fraguó la República de Weimar, con su Constitución de 1919, en la que tantas otras se inspiraron. En ella se intentó racionalizar el parlamentarismo y, con el intento de integrar a los trabajadores que se habían quedado "huérfanos de revolución", teniendo en cuenta lo que se había dispuesto en la Constitución de México de 1917 y temiendo la influencia de la Revolución rusa y la Constitución soviética resultante, se introdujeron, por primera vez en Europa occidental, derechos sociales dentro de la Constitución. Lástima que durara poco. Los años 30, en medio de crisis, populismo y totalitarismo, se llevaron por delante el legado de Weimar, que no pudo renacer hasta después de la Segunda Guerra Mundial. -
Alemania celebra un siglo de la histórica Constitución de la República de Weimar
Las autoridades de Alemania celebrarán este miércoles el centenario de la primera Carta Magna republicana del país, la Constitución de la República de Weimar, adoptada en 1919 tras el final de la Primera Guerra Mundial.
Tras la abdicación del emperador Guillermo II y el final de la llamada Gran Guerra, la Asamblea Nacional se constituyó en el Teatro Nacional de la ciudad de Weimar, al sur de Berlín, para dotar a la joven república de su ley fundamental. La primera democracia parlamentaria en suelo alemán llevó por ello el nombre de República de Weimar. Casi 200 días trabajaron unos 423 diputados para elaborar el texto, aprobado el 31 de julio de 1919. El histórico momento será festejado con un acto solemne en el Teatro Nacional de Weimar en el que pronunciará un discurso el presidente federal alemán, Frank-Walter Steinmeier. También estarán presentes la canciller germana, Angela Merkel, y el presidente del Parlamento alemán, Wolfgang Schäuble, así como el presidente de la Cámara Alta, Daniel Günter, y el primer ministro de Schleswig-Holstein. Los políticos tienen previsto además reunirse con ciudadanos alemanes y asistir a una ceremonia religiosa ecuménica. Para los habitantes de Weimar está programada una fiesta popular a la que están invitados descendientes del primer presidente de la República, el socialdemócrata Friedrich Ebert, y del entonces ministro de Asuntos Exteriores, Gustav Stresemann.
