Otro día histórico
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Los Mossos evitaron que los manifestantes se acercaran a la Llotja donde se celebraba el consejo de ministros presidido por Pedro Sánchez
La celebración de un consejo de ministros en Barcelona no ha tenido la gravedad anunciada por Pablo Casado y Albert Ribera ni la que presagiaban los representantes de los CDR y las organizaciones independentistas que pretendían boicotearlo.
Desde el punto de vista político y jurídico es interesante señalar lo que dice el comunicado suscrito por los gobiernos de Sánchez y Torra. Se reconoce la existencia de un conflicto, se invoca la necesidad del diálogo, a pesar de las diferencias, y trabajar en un marco de seguridad jurídica.
Han habido tensiones, violencia, detenciones, cortes de carreteras y alteración de la movilidad especialmente en la ciudad de Barcelona. Pero el consejo de ministros se ha celebrado con la protección de unos nueve mil mossos, policías y otros cuerpos de seguridad del Estado. No es habitual que un gobierno se reúna en una ciudad prácticamente sitiada. La situación es compleja y grave. No sé cual es la alternativa al hablar y reunirse aunque se avance muy lentamente.
Pedro Sánchez ha apostado por mantener la reunión del gobierno en Barcelona sabiendo los riesgos políticos que ello comporta. La oposición de la derecha será más rabiosa y en su propio partido hay varones de peso que le han recriminado apostar por enfrentarse políticamente al conflicto catalán. Las medidas aprobadas por el consejo podían haberse anunciado en Madrid, incluso el bautizo del aeropuerto de Barcelona con el nombre de Josep Tarradellas. El govern no ha aceptado esta decisión porque no había sido consultado. Lo que preocupa al independentismo es que Tarradellas, el presidente que llegó a Catalunya sin romper la legalidad y continuidad republicanas, no representa una idea nacionalista ni mucho menos rupturista con España. Tarradellas, como Lluís Companys, como Francesc Macià, se movieron en el ámbito del catealanismo pero dentro de la lógica española. Companys fue ejecutado por Franco porque había sido presidente de la Generalitat.
Los Mossos han actuado profesionalmente y han tenido que contener a la fuerza los ataques de manifestantes que se expresaban con brotes serios de violencia. El parte de heridos indica hasta qué punto los Mossos fueron objeto de la confrontación de una minoría de manifestantes.
Quim Torra acudió ayer a Pedralbes sabiendo que su encuentro con Pedro Sánchez sería vilipendiado por parte de los suyos que consideran que la república catalana ya se ha implantado y que el autonomismo es una pantalla del pasado, vieja, inaceptable.
La multitudinaria manifestación por el Paseo de Gracia por la noche, bajo el lema de “Tombem el règim”, clausuró una jornada intensa, cargada de significado político y dejando una rendija abierta para proseguir por el camino del diálogo y el entendimiento. En el movimiento independentista se observa una ausencia de autoridad clara y respetada por todos. Se pide unidad pero las voces de Junqueras, Puigdemont y Torra no sintonizan. Tampoco los grupos activistas que cuelgan de la CUP y los CDR tienen mensajes unitarios. La ANC y Omnium van por su cuenta.
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Habrá que ver si ERC y el PDeCAT acaban dando su apoyo a los presupuestos. Esta es la cuestión que sobrevoló los dos días de la presencia del gobierno Sánchez en Barcelona. Si no es así, la gobernabilidad será muy difícil y, posiblemente, sus gestos de conciliación con los partidos independentistas habrán sido inútiles.
Segundo el nombre del aeropuerto debería ser consensuado y no tiene porque ser de un político (no son el centro de todo) mejor un nombre universal, como Gaudi o Dali.
Tercero, aquí nadie ve un estadista o un líder que tenga las ideas claras y sepa juntar fuerzas diferentes en un interés común.
No hay marcha atrás en la “república” ? que república como diria un policía….mejor tocar con los pies en el suelo y pedir una adaptación del concierto de Euskadi, con un federalismo avanzado y acabar ya con esta agonía.