ChinAfrica, China se “compra” África
China se está “comprando” África
China anunció recientemente un plan de 60 mil millones de dólares de ayuda financiera a África.
En África, las grandes infraestructuras intensivas de capital están siendo acometidas por China. Hablamos de las carreteras, los puertos, líneas ferroviarias, grandes puentes e incluso instalaciones petrolíferas.
De otro lado, algunos players europeos como Vodafone u Orange están creando las infraestructuras más modernas, las digitales. Proyectos como Mpesa son la prueba de que los bancos africanos son las telcos. Los africanos no tienen cuenta bancaria pero sí tienen saldo de móvil. Un gran paso, sin duda en la inclusión financiera de África, objetivo del Banco Mundial.
Se echa de menos a Telefonica en el terreno digital o lo que es lo mismo, en la creación de la red financiera panafricana.
Si las infraestructuras “hard”, las de siempre, están siendo financiadas por China y las “soft”, las modernas, están lideradas por empresas europeas, ambas, estarán contribuyendo de manera decidida al progreso de África.
Más desarrollo, menos muertes en el Mediterráneo
No basta con que África crezca al 3,7% (datos de 2017). El potencial de los más de 1.250 millones de personas está por explotar.
Las infraestructuras apoyan directamente el crecimiento y la inclusión financiera apoya el comercio. Esa es la buena dirección para África.
Puede que por el camino el Yuan se vaya implementando en las transacciones africanas, pero también que algunos conflictos regionales se vean mitigados por el efecto de las grandes inversiones. Puede que China quiera cobrarse algún precio político, pero esa visión de largo plazo salva vidas y mejora el día a día de miles de seres humanos.
Tan cerca pero tan lejos
Los africanos que llegan a nuestras costas no son turistas. El desgarro que les produce dejar a sus hijos, a sus padres, sus costumbres, su “zona de confort” es una tragedia que sólo los que la han vivido son capaces de entender.
La gran mayoría de los africanos no saben nadar. El mar, los ríos e incluso las piscinas les dan miedo. A pesar de ese inmenso miedo se embarcan en la más difícil aventura de su vida a sabiendas que muy probablemente caigan al mar y mueran.
Este es el mayor y arriesgado emprendimiento que puede existir, invertir tu propia vida con la esperanza de que tu familia viva mejor. Ese sí es emprendimiento social. Eso sí es miedo a emprender.
Son tan generosos estos emigrantes africanos que remiten mensualmente a sus familias entre el 30% y 50% de sus ingresos. “No me puedo gastar el dinero aquí mientras mi familia sufre allí”, me decía Mustapha, un joven ghanés de Tarragona.
El problema es que sólo es China
Lo ideal sería que China sirviera de ejemplo de cómo se invierte a largo plazo. En el mundo sobra ahorro. Los fondos no saben dónde colocar tanto dinero. África es un buen destino, está todo por hacer y lo poco que se haga tiene gran impacto social. ¡Ánimo!
Lástima que las grandes empresas españolas no hayan visto lo que sí han visto chinos y otros operadores europeos modernos.
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El plan Marshall sigue vivo. “Bienvenido Mr. Marshall”
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http://blogs.lavanguardia.com/emprendedor-en-serie/2018/09/29/chinafrica-china-se-compra-africa-70936/