Críticas a la regulación española, a la escasa adopción de datos por parte de las compañías y llamamiento a la diversidad, algunos de los argumentos defendidos en RetinaLTD, el gran foro en castellano sobre transformación digital
l evento anual RetinaLTD se convirtió este jueves en el altavoz de la tecnología y parte de la industria. La mayoría de las voces aprovecharon el mayor foro de transformación digital en castellano para poner de relieve la necesidad de generar mejores condiciones para la inversión y de avanzar en la digitalización antes de que sea demasiado tarde. Y no solo eso, los ponentes destacaron la imperante urgencia de que exista más diversidad en los consejos de administración y equipos de trabajo y el imparable futuro en el que se están adentrando áreas como el urbanismo, el transporte, los medios de pago y la industria. Retina LTD, organizado por EL PAÍS, contó con Telefónica y Banco Santander como impulsores y con la colaboración de Google. Además, esta edición son socios Abertis, Accenture, Amadeus, HP, Mastercard, Renfe y el Ayuntamiento de Madrid
El marketing, omnipresente en la transformación
El director del foro Retina, Jaime García Cantero, abrió el evento con una exposición en la que subrayó hasta qué punto la tecnología está ligada a las personas y la creatividad para dar paso a Joanna Borowska, responsable de marketing de Google para Europa, Oriente Medio y África. Borowska, que participó en el panel sobre estrategia empresarial, puso el foco en la dependencia de los móviles. “Es difícil de creer que el smartphone solo tenga 11 años de vida: nos ha cambiado por completo a nosotros y a la forma en que nos comportamos como consumidores”. Borowska explicó que los consumidores españoles somos cada vez más impacientes. Así lo muestra el incremento del 170% de las búsquedas de entrega el mismo día. ¿Cómo se enfrenta uno a esta situación? “Intentando ser útiles. Tenemos que entender qué es lo que la gente quiere en realidad”.
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"La tecnología está ahí para hacer que las empresas y anunciantes puedan satisfacer las necesidades de los consumidores", asegura Borowski. De eso se ocupa el data driven marketing. Sin embargo, solo el 2% de las marcas se están dando cuenta de todo el potencial de las estrategias de marketing basadas en datos. Borowska cree que las marcas han de estar ahí en el momento en el que se necesitan, ser útiles y ser rápidas porque en el lapso de tres segundos se pierde el cliente.
Jaime García Cantero, director de contenidos del Foro Retina, en un momento del arranque del evento. Pablo Monge
¿Qué es una plataforma?
Y del márketing a la economía de plataformas. Laure Claire Reillier, cofundadora y COO de Launchworks&Co quiso dejar claro de una vez por todas, qué es exactamente una plataforma. "Es una organización que crea valor atrayendo a dos o más grupos de clientes, uniéndolos, conectándolos y facilitándoles las transacciones", reflexionó. Las hay de transportes, sociales, de tarjetas y medios de pago… Reillier expuso su modelo del cohete (rocket model), que explica bien cómo funciona una plataforma: en primer lugar atrae a dos tipos de clientes, por lo que tiene que tener dos proposiciones de valor. Después tiene que relacionarlos de una forma relevante y, entonces, se produce la conexión, en la que los participantes intercambien información para realizar la transacción, que puede ser un bien, información o un servicio. finalmente, la plataforma ha de aprender de los datos, de forma que pueda optimizar sus sistemas. Hasta el momento han tenido éxito gracias a que satisfacen las necesidades de los clientes.
Plataformas con 'ñ'
Durante el evento, también estuvieron presentes los representantes de dos de las empresas de plataformas más reconocidas actualmente: Glovo, 800 empleados, 25.000 mensajeros. Cabify, 1.500 empleados, 30.000 conductores. Las dos plataformas conservan su crecimiento y miran con optimismo al futuro, pero ven España con otros ojos. "Nos hemos perdido la primera parte de esta revolución", afirmó Juan de Antonio, CEO y fundador de Cabify. "Seguimos viendo un marco regulatorio indeciso", coincidió Óscar Pierre, su homólogo en Glovo. Desde el punto de vista de estas empresas, otros países nos llevan la delantera. De Antonio ve en la situación un reflejo de lo que ocurrió en el pasado con las renovables. "Sin certidumbres no hay posibilidad de crecimiento".
Entonces, ¿cuál es el futuro de las industrias que están llegando y las que están por venir? Según Pierre, mirar hacia fuera. "Dedicamos la mayor parte del tiempo a buscar capital y la mayor parte viene de fuera".
Talento y diversidad como palancas de la transformación
Tras este primer panel llegó el turno de analizar el papel que desempeña el talento y su variedad en la transformación. Cultura abierta, diversidad y gestión del riesgo son básicos para entender lo que está pasando con el talento en la era digital. Roberto Di Bernardini, vicepresidente ejecutivo global de recursos humanos de Banco Santander, reconoció en este panel que el sector bancario está en peligro. “La mayoría de los competidores actuales no existían hace cinco años”, aseguró. “La banca tiene que adaptarse al ecosistema para sobrevivir y, para conseguirlo, es imprescindible invertir en talento”. ¿Qué propone Bernardini? Tres conceptos. El primero es partnership: "Hay otras compañías y trabajadores fuera de la empresa que pueden ayudarnos a progresar y acelerar la forma en que cambiamos. Esto es lo primero a lo que debemos adaptarnos”, aseguró. También destacó la importancia de ofrecer un propósito a los trabajadores. “Tenemos que decidir cuál es la huella que queremos dejar en la sociedad”; e hizo hincapié en la diversidad del talento. “Necesitamos gente con competencias diferentes porque cada uno de nuestros clientes es también diferente.
"Sobran estereotipos y faltan referentes"
La diversidad de género, edad y raza en el talento se convierte entonces en algo básico para adaptarse a las necesidades de los clientes. Y los recursos humanos tienen que adaptarse: los procesos de selección se han transformado para captar a personas con un talento más diverso. "Ahora las multinacionales te piden que haya más mujeres. Creo hay una gran área de mejora en este sentido, aunque aún falta mucho", opinó Sara Bieger, consejera independiente de AXA y socia directora de Alto Partners. También destacó que es necesario “centrarse en la selección del talento que ya tenemos en las empresas: es ahí donde muchas veces se producen más problemáticas. Es difícil identificarlo y se hace necesario trabajar en presentar currículums ciegos para que aprendamos a hacer preguntas inclusivas y no discriminatorias", insistió la ejecutiva.
Para conseguirlo, es fundamental que estas ideas estén en la cultura de la empresa: escuchar, formar a los empleados. Es algo que debe venir desde arriba. Helena Herrero, presidenta de HP para España y Portugal, también habló de las dificultades para que las mujeres se abran camino: “Sobran estereotipos y faltan referentes”. Es importantísimo, sostuvo, que haya visibilidad.
Pero Herrero también destacó que la diversidad va más allá del género y que a veces se nos olvida que también hay que tener en cuenta la raza, la edad y las distintas formaciones. "Algunas empresas están haciendo ya el mentoring inverso: de jóvenes a mayores. Pero no es lo habitual. Hicimos un estudio a miembros de la generación Z y vimos que no esperaban un gran sueldo ni un trabajo para toda la vida, sino un trabajo en el que pudieran marcar la diferencia y dejar huella en el mundo", señaló por su parte Nuria Vilanova, fundadora y presidenta de Atrevia. A los más jóvenes también les preocupa mucho la desigualdad en todos los sentidos, pero especialmente en lo tocante a la mujer. “O empezamos a trabajar en la diversidad de género o nos vamos a quedar atrás. La empresa que no lo haga perderá el paso”.
"Tenemos la visión de que los datos son buenos"
"Telefónica tiene muchos hackers, yo solo soy uno de ellos", se presentó Chema Alonso, CDO de la compañía, mientras subía al escenario con el objetivo de contar qué está haciendo Telefónica para poner la inteligencia artificial ante sus clientes. Con Aura, el asistente virtual que proponen, el objetivo era conseguir ordenarse de otra manera: como una compañía de plataformas. No fue una tarea fácil. Tuvieron que "coger una compañía de más de 100 años con cabinas, cables submarinos, antenas, dispositivos en casa del cliente, routers de todos los colores, compilar todos los datos, poner al cliente en el medio y ayudarle a hacer cosas", resumió Alonso. "Nosotros tenemos la visión de que los datos son buenos, de hecho, los seres humanos estamos más a gusto cuando estamos con la gente que más sabe de nosotros: con los amigos y los familiares", destacó. "Nos gusta porque utilizan todo lo que saben de nosotros para hacernos la vida más fácil. Y con la tecnología tiene que ser así".
El equilibrio entre el móvil y las personas
Pero con el uso cada vez más extendido de los asistentes virtuales que se meten hasta la cocina para decirte, literalmente, qué te falta en la nevera, se hace cada vez más urgente establecer algunos límites. "Vivimos en un mundo con 3.000 millones de smartphones. Podéis navegar por ciudades en las que nunca habéis estado. Podéis pedir al asistente el tiempo de los próximos días. Podéis tener acceso a la información del mundo entero", explicó Katerina Havrlant, directora de Grow with Google para EMEA. "El teléfono inteligente te ofrece oportunidades infinitas: mejor educación, formación, información sobre el crecimiento de tu negocio y asistencia sanitaria". Pero la tecnología tiene que venir con una responsabilidad: la de controlar el tiempo que pasas con ella. “Hemos perdido la atención entre nosotros”, reflexionó Havrlant, “porque estamos atados a nuestros teléfonos”. "Creo que eso no está bien”. Google tiene muchos servicios que se usan todos los días. Para nosotros lo importante es hablar con nuestros usuarios y saber que, aunque pasan mucho tiempo usando sus dispositivos y la mayoría es útil, deben pasar parte del tiempo interactuando con alguien", subraya.
La revolución de las máquinas impresas
Es difícil imaginar cómo serán los procesos constructivos del futuro, cómo los cambios tecnológicos afectarán al sector. Mohammad Ehteshami, vicepresidente de GE Additive sabe mucho de uno de los actores que revolucionarán la industria: la impresión 3D. “La disrupción no llegará de la impresión de plástico que conocemos, sino de la impresión de metal”, comenzó este experto. “La impresión 3D utiliza máquinas más pequeñas, limpias y sus procesos son más eficientes”.
Los beneficios para la industria son más que considerables, al suprimir una gran cantidad de herramientas de fabricación ya que, con la impresión aditiva, que añade capa tras capa, el proceso es más rápido. Ehteshami pone un ejemplo sencillo: gracias a la impresión 3D, una turbina pasa de estar compuesta de 855 piezas diferentes a necesitar apenas 12 y su peso se reduce un 5%. El impacto de estos cambios es impresionante si lo situamos en una escala industrial, y todavía hay camino por recorrer.
“Subes un archivo a la impresora, das a un botón y el objeto empieza a imprimirse”, describe el directivo. “En este punto es donde se encuentran lo digital y lo físico”. Pero la revolución no está en poder imprimir una botella de agua con mayor rapidez. La flexibilidad que permite esta tecnología otorga a la industria la posibilidad de realizar mejoras en el diseño sin que suponga un fuerte incremento en los costes de producción.
¿Robots en la industria española?
La impresión 3D es solo una de las tecnologías que podrán cambiar la industria, que explora otras opciones, como la que ofrece la robótica. “Aunque la oportunidad es clara, la situación de España en esta revolución es que no estamos muy bien”, reconoció Carlos Gallego, director general de Accenture y responsable de Industria X.0 para España, Portugal e Israel. Explicó que, de acuerdo con un informe de la consultora en la que trabaja, la nación mediterránea se sitúa en la décimo primera posición de los 14 países de los que analizan niveles de digitalización industrial.
El presidente de Alstom en España, Antonio Moreno, no coincidió con este análisis. En su opinión, la situación de España no es tan mala y se sitúa en la media europea en la transformación digital del sector. Pero tampoco podemos dormirnos en los laureles. “El peso de la industria en el país es del 14% y empleamos al 12% de la población activa. Supone el 50% de las exportaciones; es un sector crítico en la estabilidad del país”, afirmó.
Verónica Pascual, CEO de ASTI TechGroup, consideró que conseguir la flexibilidad para reducir los tiempos de mercado y mantenerse competitivos es difícil sin que el cambio empiece por el panorama industrial. “Tenemos que apostar por evolucionar el entorno industrial y estamos en el camino”, expuso la directiva. “España ocupa el décimo segundo puesto en el mundo en consumo de robótica”.
Pero digitalizar el sector es más complejo que aplicar la teoría a la práctica. Para Nicolás de Abajo, responsable mundial de los centros globales de I+D de ArcelorMittal hablar de transformación es hablar de inversión; sin inversión no se puede innovar. “El 47% de inversión manufacturera viene de China. España no tiene el peso que debería, es el séptimo país en este sentido. No podemos quedarnos atrás”.
Al trabajo, en patinete
La industria es un sector imprescindible a abordar cuando hablamos de transformación digital, pero hay otro igual de importante que cada vez está más de moda: el transporte. El Congreso de los Diputados acaba de convalidar el proyecto de ley sobre las VTC, por lo que el debate está servido. Pero no es la única cuestión a tratar: también tenemos que hablar de las infraestructuras de la movilidad.
“Nuestro primer objetivo era desocupar el espacio público y, nuestra misión a largo plazo, sustituir los vehículos grandes por los medianos o pequeños”, reconoce Álvaro Salvat, director general de Lime Spain. La empresa de patinetes eléctricos urbanos opera en más de 130 ciudades, por lo que recoge una ingente cantidad de datos que pueden ser de utilidad a las autoridades. “Ofrecemos la información que recogemos a los Ayuntamientos para mejorar la movilidad en las ciudades”.
Mar Alarcón, fundadora y CEO de SocialCar.com, coincide en que los nuevos modelos de movilidad aportan algo a las ciudades más allá del beneficio que suponen para las compañías pioneras. “Cuando empezamos nos decían que nuestro negocio era imposible, que el coche de cada uno era intocable”, recuerda. “Creo que hemos contribuido al cambio, ya no hay tanto apego al coche”. Alarcón defiende que tendemos hacia ciudades en las que los desplazamientos son intermodales: “Puedes salir de casa en un vehículo compartido, luego cojes un cercanías y después un patinete”. La emprendedora no duda que el automóvil del futuro se sustentará en cuatro pilares: coches eléctricos, conectados, autónomos y compartidos.
Estos cambios afectan también a medios de transporte tan aparentemente estáticos como el ferrocarril. "Debemos buscar la forma de integrarnos de forma efectiva dentro de la multioferta de movilidad desde el punto de vista digital", reconoce Rodrigo Hilario, director de estrategia del Grupo Renfe.
Las infraestructuras no pueden quedar al margen del debate sobre las plataformas relacionadas con el vehículo conectado. Santiago Rodríguez, CEO de Abertis Mobility Services, deja muy clar por qué: "Por el momento, el transporte basado en VTC lo que está haciendo es poner más vehículos en las carreteras. Hasta que lleguemos a un futuro en el que los coches sean autónomos habrá que pensar cómo mejorar las infraestructuras para que quepan todas la opciones", apunta. También se trata de pensar cómo se financian esas infraestructuras. "Tengo la perspectiva de que, en esta nueva forma de concebir la movilidad en la que la propiedad pierde peso, estos costes se integren en el coste del servicio", espeta.
Datos para ciudades más humanas
El panel sobre sostenibilidad, participación e innovación ciudadana ha puesto de relieve la importancia del buen uso de los datos para mejorar la convivencia en las áreas urbanas. Como ha explicado Mara Balestrini, CEO de Ideas for Change, estamos ante una revolución en la gestión de los datos que afecta directamente a las ciudades. “Cuando la gente accede a los datos, crea cosas increíbles y se involucra más. Por esta razón, los Ayuntamientos pueden impulsar las capacidades de la gente y crear nuevos procesos de innovación”. En este sentido, Marta Thorne, decana de la escuela de arquitectura y diseño del IE, ha apelado a una comunicación efectiva y no basada en opiniones a golpe de tuit. “Esto no es serio para tomar decisiones. Se trata de colaborar y darnos cuenta de qué voces son válidas para estos proyectos urbanos”, ha añadido.
Las llamadas smart cities o ciudades inteligentes juegan un papel esencial en el nuevo urbanismo y la movilidad. Como ha puesto sobre la mesa Bruno Degiovanni, vicepresidente de pagos digitales en Europa occidental de Mastercard, el pago de billetes para moverse por las urbes cada vez es más trascendental. “Hay que estandarizar el pago del transporte público. La tecnología trae muchas oportunidades al respecto. En Londres, por ejemplo, puedes usar directamente la tarjeta de crédito o el móvil”, ha comentado. Al final, con la suma de estas soluciones y un estudio correcto de toda la información disponible, las ciudades pueden transformarse a una velocidad vertiginosa. Como ha concluido Thorne, se trata de que estos caudales de números tengan un ecosistema urbano que cree un espacio más humano.
El enigma cuántico
Para cerrar la jornada de mañana del foro RetinaLTD, el último en pisar el escenario ha sido Juan Ignacio Cirac, director del Instituto Max Planck en la división teórica para la óptica cuántica. En su discurso no ha despejado las dudas sobre si la computación cuántica será el oasis prometido, pero sí ha presentado algunas de las soluciones ya plausibles. “Se acelerarán los cálculos y el procesamiento de datos con los ordenadores cuánticos. También podrá aplicarse en el diseño de fármacos, de materiales y para resolver problemas de física básica”, ha asegurado. Todo esto gracias a que, en los últimos dos años, esta carrera se ha acelerado por completo y ya hay prototipos de ordenadores cuánticos basados tanto en iones como en superproductores.
Otras de las posibilidades que abrirá esta rama de la física van más allá del bit data y cálculos a una velocidad hasta ahora desconocida. Por ejemplo, tal y como ha destacado Cirac, la comunicación se verá afectada en cuanto a la transmisión segura de información –también llamada criptografía–. “Permite que desaparezca la información de un sitio y llegue a otro sin que haya una señal de por medio. Esto es genial para tener una seguridad en el transporte de la información. No hará falta encriptarla”, ha zanjado. Gracias al avance cuántico, también podremos conocer qué hay en el subsuelo sin necesidad de excavar. “Estamos en la segunda revolución cuántica. Esto dará lugar a muchas aplicaciones, no solo el ordenador cuántico; pero no todavía no conocemos hasta dónde podrá llegar”, ha afirmado.
