Hacienda se quedará hasta el 62,5% de cada euro de subida salarial a las rentas bajas
JAUME VIÑAS COLL
El IRPF pactado por Hacienda y C’s dispara el tipo marginal efectivo
Quien gane 17.000 euros y logre 100 adicionales, solo ingresará 37 euros
Madrid
Si el Real Madrid decide pagar un euro adicional de salario a Cristiano Ronaldo y a un jardinero del Bernabéu que gana 17.000 euros brutos al año, ¿quién tributará más por ese euro, el futbolista o el trabajador raso? Aunque parezca extraño, el operario verá cómo una mayor parte de su euro adicional se queda en manos del Estado. Con la nueva estructura del IRPF pactada entre Hacienda y Ciudadanos, el jardinero pagará un 62,5% en impuestos por ese euro frente al 45% de Cristiano Ronaldo.
Este ejemplo –para el que no se han tenido en cuenta las ligeras variaciones que pueden introducir las distintas tarifas autonómicas del IRPF– refleja cuánto se paga en impuestos cuando se incrementa en una unidad la renta bruta. Los cálculos realizados por Cinco Días, y cotejados por expertos tributarios, revelan que la rebaja del IRPF incluida en los Presupuestos se ha realizado de tal forma que un empleado que cobra menos que el salario medio puede sufrir un tipo marginal efectivo superior al de un millonario. Se trata de una anomalía en el diseño del IRPF, que ya existía, pero con el cambio fiscal se intensificará.
El impuesto sobre la renta es progresivo, con unos tipos impositivos crecientes que van del 19% hasta el 45%. Si eso es así, el tipo marginal efectivo también debería aumentar a medida que se incrementa el salario. Y lo hace, salvo para ciertos tramos bajos, donde la aplicación de la reducción por rendimientos del trabajo genera distorsiones.
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Los Presupuestos reducen el IRPF para rentas bajas, pero dejan para 2,3 millones de trabajadores el marginal efectivo más elevado del mundo
Sin embargo, la reforma pactada entre Hacienda y Ciudadanos consiste en elevar la reducción por rendimientos del trabajo. Ello rebaja la factura fiscal, pero no soluciona el problema de los tipos marginales elevados. Como puede verse en el gráfico, el cambio legal provoca que la distorsión se desplace a la derecha (afecta a rentas más elevadas) y, además, que se agudice. Hasta ahora, un trabajador con un salario bruto entre 12.100 euros y 15.500 euros podía llegar a sufrir un tipo marginal sobre el trabajo del 44,7%. Un nivel elevadísimo, pero que calculadamente era inferior al marginal máximo del 45% que sufren las rentas altas.
Cuando el nuevo IRPF incluido en los Presupuestos se implante definitivamente, las rentas entre 14.000 y 18.000 euros sufrirán un tipo marginal efectivo entre el 47,5% y el 62,5%. Si un trabajador con un sueldo bruto de 17.500 euros logra 100 euros adicionales, pagará 62,5 euros al Estado (56,1 euros por IRPF y 6,4 euros por Seguridad Social). De esos 100 euros, solo 37,5 euros irán a su bolsillo. Ningún país del mundo desarrollado penaliza así las ganancias adicionales de sueldo en estos niveles de renta. Así se desprende de los datos de la OCDE. España tendrá probablemente el marginal efectivo más elevado del mundo para este colectivo. Es cierto que afecta a un tramo muy concreto, aquellos que ganan entre 14.000 y 18.000 euros, sin embargo, justo allí el INE sitúa el salario más frecuente, que asciende a 16.500 euros. En esos tramos se ubican en torno a 2,3 millones de asalariados, que si logran un aumento salarial o realizan horas extras verán cómo más de la mitad de su ganancia adicional se irá a pagar IRPF y Seguridad Social.
Es importante señalar que estos datos no reflejan que las rentas bajas y bajas-medias paguen mucho por IRPF en España. El impuesto es bajo en el marco de la OCDE y lo será aún más después de la rebaja incluida en los Presupuestos y acordada entre Hacienda y Ciudadanos. En primer lugar, el umbral a partir del cual se empieza a pagar IRPF sube de 12.000 euros a 14.000 euros y, además, se rebaja el tributo para rentas inferiores a 18.000 euros.
Sin embargo, ese afán por eliminar el impuesto en los tramos más bajos y, al mismo tiempo, no generar un descalabro en la recaudación, obliga a realizar estas subidas tan bruscas del marginal efectivo. ¿Hay formas para eliminar esta anomalía? Sí, pero ninguna es indolora. Una manera sería suprimiendo la reducción decreciente por rendimientos del trabajo, pero ello se traduciría en un alza fiscal para las rentas bajas. Otra manera sería que ese beneficio fiscal se eliminara más lentamente, pero así se extendería la reducción hacia rentas medidas provocando una inasumible caída de la recaudación. No se puede tener todo.
Fuentes de Hacienda no niegan que exista esta distorsión en el IRPF, pero insisten en que lo relevante es que las rentas bajas pagarán menos impuestos cuando se aprueben los Presupuestos. Por ejemplo, un contribuyente que hoy gana 14.000 euros al año dejará de tributar por el impuesto sobre la renta y se ahorrará 752 euros. Y un empleado con un salario de 17.000 euros verá cómo su factura fiscal anual baja de 1.663,9 euros a 1.338,3 euros, un ahorro del 19,5%.
Sin embargo, todo ello es compatible con el hecho de que el sistema fiscal castigue cualquier ganancia adicional de sueldo. Además, es posible que los tipos marginales tan elevados resten efectividad a otras de las medidas estrella incluidas en los Presupuestos, como es el complemento salarial para jóvenes.
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/05/16/midinero/1526488864_073678.html
El otro día un fantástico artículo de Jaume Viñas en el diario Cinco días puso de relieve que la distorsión de los tipos marginales efectivos para los salarios bajos sigue presente a pesar de la reforma del IRPF anunciada en los PGE.
Hace ya unos meses, una interesantísima discusión en twitter iniciada por Luis Garicano, nos advirtió de que el IRPF tenia una distorsión increíble: “Los mileuristas (12.000 euros año) pagan el mismo tipo MARGINAL, casi 45%, que los más ricos”. Cuando lo vimos no lo podíamos creer, pero efectivamente esta distorsión existía. Y claro, esperábamos que una vez detectada sería eliminada en la primera reforma que se hiciera en el IRPF. Por el título de esta entrada los lectores pueden anticipar que dicha distorsión no se ha resuelto, solo se ha transformado. En lo que sigue, primero expondremos como queda la distorsión después de la reforma. Al final de la entrada, y con el afán de ser constructivos, enunciaremos, como a nuestro parecer, se debería eliminar esta distorsión, mejorando la eficiencia del impuesto.
Resulta evidente que esta reforma no ha solucionado la fuerte distorsión de los tipos marginales para salarios bajos, sino simplemente la desplaza hacia la derecha, para niveles salariales un poco más altos, y eleva su efecto llegando a tener tipos marginales cercanos al 60% cuando antes de la reforma eran cercanos al 40%. Si tenemos en cuenta que los marginales son más altos y que se aplican a niveles salariales mas elevados, podemos decir que esta “nueva joroba” es más distorsionante que la inicial.
Aquí nos surgen dos reflexiones, ¿qué ha podido motivar esta reforma que lo único que hace es desplazar la “joroba” distorsionante hacia la derecha?; ¿se podría haber hecho de otra forma?
Desconocemos la motivación final de desplazar la distorsión de los marginales hacia niveles más altos de salario neto. Pero no estaremos muy desenfocados si la necesidad de encajar el Complemento Salarial ha sido determinante. No tendría sentido introducir un complemento salarial para conseguir unos niveles salariales justo en plena “joroba” donde los marginales son tan altos. Pero otro día, se analizará y valorará en este blog la idoneidad de un complemento salarial.
La forma de eliminar de forma definitiva la “joroba distorsionante”, no es difícil y es la siguiente.
Reforma Alternativa. Eliminar completamente la Reducción por Rendimientos del Trabajo y aumentar el mínimo exento en 3.700 euros; al mismo tiempo que se convierten los gastos deducibles de 2.000 euros en un aumento adicional del mínimo exento. De esta forma, el mínimo exento para un asalariado sin hijos a cargo ascendería a 11.250. En la Figura 2, podemos ver como quedarían los tipos marginales.
Evidentemente esta reforma alternativa es más cara en términos de recaudación. Es decir, esta propuesta supone un coste en recaudación en el IRPF de 5.000 millones de euros calculado a partir de las Estadísticas de la AEAT del impuesto sobre IRPF y la memoria de beneficios fiscales del PGE. Pero si tenemos en cuenta que la reforma que aparece en los presupuestos, la que desplaza la joroba, según el gobierno tiene un coste de 1.500 millones (ver pagina 23 de este documento), el coste adicional en el que habría que incurrir para hacer al reforma alternativa seria de 3.500 millones de euros.
Evaluación del coste de la Reforma Alternativa. Para obtener este número hacemos cálculos simples. Por un lado, todos los contribuyentes de rendimientos del trabajo ven incrementado su mínimo exento en 5.700 euros (3.700+2.000), esto supone que todos ellos reciben una rebaja fiscal de 1.083 euros (5.700*0.19). Este numero hay que multiplicarlo por el numero de declarantes beneficiarios, que asciende a casi 11 millones (hay que quitar aquellos que ingresos inferiores de 11.250 que ni antes ni ahora pagan impuestos). A esta cifra que asciende a casi 11.900 millones de euros, hay que restarle los 2.000 de gasto deducible que como hemos dicho antes se eliminan. Esta cifra asciende a 5.400 millones de euros. Además, también hay que restarle la reducción de rendimientos de trabajo que es eliminada y son 1.450 millones según la memoria de beneficios fiscales del PGE (ver pagina 299). Es decir, el coste serían unos 5.000 millones (11.900-5.400-1.400).
Alguien puede pensar que no nos podemos permitir ese coste. Pero todos olvidan que nuestro IRPF tiene ya muchas distorsiones. Como pusimos de relieve aquí o aquí, nuestro IRPF tiene en general tipos marginales altos y tipos efectivos bajos. Esto, que es muy distorsionante, es así por la gran cantidad de deducciones, exenciones o beneficios fiscales, que erosionan la base imponible del impuesto. Además, estas deducciones son muy regresivas pues cuanto mayor es el nivel de renta, mayor uso se hace de ellas. Para que sea neutral en la recaudación, la solución debe pasar por acompañar nuestra reforma alternativa con la eliminación de deducciones por un importe similar al coste estimado previamente. Si tenemos en cuenta que todas estas deducciones, reducciones fiscales en el IRPF ascienden a 17.000 millones de euros, no parece que sea imposible, tan solo necesitamos reducirlas en tan solo un 20%. Y con ello, no solo eliminamos la “joroba distorsionante” sino que conseguiremos un diseño del IRPF mucho mas eficiente. En otras palabras, en lugar de mantener la chapuza que implica mover la “joroba”; la reforma alternativa que proponemos, la elimina completamente y además es neutral en la recaudación. En concreto, por un lado aumenta el mínimo exento, lo que, como sabemos, es progresivo; por otro lado, elimina deducciones que son regresivas. En definitiva, la reforma mejora la eficiencia y la progresividad del impuesto. Para implementarla solo se necesitan políticos responsables y valientes que busquen el interés general y que dejen de hacer política con las deducciones, exenciones o beneficios fiscales.
Para simplificar la exposición vamos a considerar un contribuyente sin hijos a cargo y sin discapacidades. Además, vamos a suponer un salario neto de las cotizaciones sociales que paga el trabajador (o rendimientos netos del trabajo), pues estas cotizaciones son deducibles. No hay que olvidar que en un sistema de pensiones contributivo como el español la cotizaciones pagadas dan derechos a pensiones futuras. Sabemos que todos los contribuyentes tienen derecho a Mínimo Personal y Familiar, es decir, hay una parte de la renta que se destina a satisfacer las necesidades básicas del contribuyente y que no se somete a tributación en el IRPF. Este mínimo Personal y Familiar para un contribuyente menor de 65 años, sin hijos a cargo y sin discapacidades sería de 5.550 euros. Además, todos los contribuyentes tienen un gasto deducible de 2.000 euros de los rendimientos del trabajo, que es equivalente a una reducción en la base de esa misma cantidad,
Los PGE2018 han introducido un cambio en la cantidad de la reducción por obtención de rendimientos del trabajo:
Reducción por obtención de Rendimientos del Trabajo (ANTES de la Reforma en los PGE 2018). Se aplicará a los contribuyentes con Rendimientos Netos del Trabajo (RNT) inferiores a 14.450 de la siguiente forma:
- - Contribuyentes con Rendimientos Netos del Trabajo<11 .250="se" 3.700="" euros="" li="" reducen="">
- - Los contribuyentes con Rendimientos Netos del Trabajo entre 11.250 y 14.450 se reducen una cantidad resultante de aplicar con esta formula: 3.700 – 11.5625*(RNT – 11.250) 11>
Esta reducción por rendimientos del trabajo, como se puede ver en la Figura 1, es la que daba lugar a esa “joroba” en los tipos marginales tan absurda y distorsionante, que denunciaba con toda la razón Luis Garicano.
Reducción por obtención de Rendimientos del Trabajo (DESPUES de la Reforma en los PGE 2018). Con esta reforma, esta reducción se aplicará a todos los contribuyentes con Rendimientos Netos del Trabajo inferiores a 16.825 euros. Pero se cambia la reducción en función del nivel salarial neto de cotizaciones, en concreto:
- - Los contribuyentes con RNT<13 .115="" 5.565="" euros.="" euros="" li="" reducen="" se="">
- - Los contribuyentes con RNT entre 13.115 y 16.825 se reducen: 5.565 – 1.5*(RNT – 13.115)
- -
- En la siguiente Figura 1, tal como nos advirtió Jaume Viñas recientemente, podemos ver qué ha pasado con los tipos marginales por nivel de salario neto de cotizaciones: 13>