Hablo con una amiga de fuera de Cataluña. Me felicita: “¡ya tenéis Presidente!” Rectifica inmediatamente: “¡tenéis dos, Torra y Puigdemont!” Y se ríe.

Pep, un amigo mío catalán, me para por la calle. Hace mucho frío, pero parece que no lo nota, porque la pregunta se las trae: “y ahora, ¿qué hacemos?” Y se pone a hablar y me pongo a hablar, hasta que en un descanso, le digo que estoy helado y me voy.

El President, elegido a dedo por Puigdemont, al que a su vez eligió a dedo Mas, a quien a su vez Pujol nombró a dedo Conseller en Cap…

Perdón, pero corto. A estos mozos no les gusta la Monarquía, entre otras cosas porque la sucesión está predeterminada. Si hay Monarquía, a un Rey le sucede su hijo o su hija, que puede no estar preparado para este trabajo, aunque hasta ahora hemos tenido mucha suerte. Pero si hay República, concretamente la de estos señores, se van nombrando unos a otros con la seguridad de que cada uno de ellos es mejor que el anterior (¡?)

Continúo con el President Torra, a quien no conozco de nada. Como hay gente que sí que le conoce, veo lo que han dicho de él. Y sale que es esencialista, supremacista, intransigente, católico, tímido, feroz y radical, suizófilo, pesimista compulsivo…

Con esta mezcla de cosas sigo sin hacerme una idea de cómo es el mozo, aunque, en confianza, no me gusta nada lo de la ferocidad, la intransigencia y la radicalidad. Me gusta que vaya a Misa, pero puede ser un feroche, intransigente y radical que va a Misa. Ya sé que algunos dirán que si no fuera a Misa sería peor, pero igual él se cree que esos atributos son buenos.

Me dicen otra cosa: que, “activo en las redes sociales, publicó desde estas numerosas diatribas etnicistas contra ‘los españoles'”.

Voy a las diatribas y me pego un susto. Porque SON diatribas, o sea, “escritos violentos, a veces injuriosos, dirigidos contra personas o grupos sociales”.

¡Qué bruto! ¡Qué soez! ¡Qué impresentable! ¡Qué odio!

¡Y dice que quiere diálogo!

No sé de qué fecha son estas burradas/animaladas. Supongo que son más modernas que el vídeo de Cristina Cifuentes, guardado durante 7 años, creo. Ella pidió perdón. Lo suyo era poca cosa comparado con este ejercicio de brutalidad. ¡Y le han hecho dimitir de todo!

¡Y a este le han nombrado presidente del gobierno de mi autonomía!

Casi me entra la depre. Pero inmediatamente me he acordado de un cartel que vi hace poco en un bar de Madrid: “Cuando la vida te dé un palo, hazte una escoba y ponte a volar”.

La vida, o sea, Puigdemont, JxCat, la CUP y ERC nos ha dado un palo a los que no les hemos votado, que somos más.

Lo primero que ha hecho Quim, ya investido, ha sido ir a ver a Carles a Berlín, a recibir órdenes. Cuando se reúnen los de JxCat, interviene Carles por videoconferencia. Todos maquinando para romper España.

Parece que Rajoy quiere levantar el 155 porque así el PNV vota los Presupuestos. Montoro ya ha subido algún impuesto para pagar los aumentos de gastos que exige el PNV.

Cada vez veo más claro que hay que mantener el 155 sine die (o sea, años y años). Y si hay que pagar más al PNV, se le paga, y se vuelven a subir los impuestos.

Y que Puigdemont se quede donde está, años y años. Y que Torra, para poder despachar mejor, se vaya allí también y se quede años y años. Podrá ir a Misa siempre que quiera. En Berlín hay suficientes iglesias.

Y desde allí podrá seguir derramando su mala baba sobre los españoles, esos seres desgraciados por el mero hecho de serlo.