Quantcast
Channel: Articulos.claves
Viewing all articles
Browse latest Browse all 15581

Independentismo fragmentado by Lluís Foix / Catalunya, capital Berlín / Vergüenza, autómatas y Catalunya Xavier Sardà / MIQUEL GIMÉNEZ.

$
0
0




1.Independentismo fragmentado



Las relaciones entre Puigdemont y Junqueras se han distanciado desde la aplicación del artículo 155
El discurso independentista está tan bien elaborado que resiste la prueba de todas sus contradicciones. La primera evidencia es que las tres fuerzas políticas que ganaron las elecciones del 21 de diciembre son tan heterogéneas que han sido incapaces de ponerse de acuerdo para formar un gobierno que permita levantar el artículo 155 y trabajar para recomponer la paz cívica y política en Catalunya, que hoy está gobernada por Mariano Rajoy desde la Moncloa.
Junts per Catalunya, ERC y la CUP obtuvieron 70 diputados. Es una mayoría suficiente pero sin efectos políticos prácticos hasta el momento. Carles Puigdemont anda por Europa proponiendo soluciones inviables con la adhesión inquebrantable de una veintena de diputados que le siguen con una convicción más romántica que realista.
Desde Bruselas, Copenhague, Helsinki o Berlín no ha transmitido un discurso polí­tico adaptado a las circunstancias. Ha practicado la astucia tal como la entendió desde el primer momento su mentor, el expresident Artur Mas.
Alain Peyrefitte, en su dietario gaullista, afirma que la democracia exige que se convenza a los ciudadanos utilizando los recursos para hacer evolucionar los espíritus. Esto pide tiempo y convicciones muy sólidas. Pero hay circunstancias, decía De Gaulle, que hay que liderar aunque se vaya en contra de lo que piensan las mayorías.
En todo caso, las equivocaciones de un ­líder se pagan en las próximas elecciones porque, como afirmaba Karl Popper, una característica de la democracia es ­básicamente echar gobiernos del poder más que ponerlos.



Pretender ser investido y gobernar de forma telemática con un candidato que no podría pisar el despacho de la presidencia de la Generalitat, que supuestamente estaría reservado a Puigdemont, me parece una pretensión inútil y sin precedentes.
Esta particular manera de actuar no es compartida por todo el pueblo de Catalunya ni tampoco por el resto de fuerzas independentistas. Joan Tardà lleva semanas insinuando que para alcanzar la independencia hay que renunciar al unilateralismo y regresar a posi­ciones más realistas que permitan ensanchar las bases de un movimiento que no cuenta hoy por hoy con una mayoría sig- ­nificativa para gestionar una hipotética ­independencia.
Oriol Junqueras no cuenta con los altavoces ni con las oportunidades de comunicarse que tiene Puigdemont pero sus mensajes que llegan de la cárcel de Estremera, donde lleva más de seis meses en prisión preventiva, una severidad judicial del juez Llanera desproporcionada, han llegado al punto que ERC no ve factible la candidatura de Puigdemont y reclama que se alcance una presidencia efectiva.
Estas discrepancias no vienen de Mariano Rajoy ni del entorno de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría sino que surgen de un independentismo fragmentado por sus tácticas y su estrategia. Desde un sector del independentismo se le ha recordado a Puigdemont que un país no puede vivir pendiente de un líder que está ausente y que de momento no se le espera en Catalu­nya. ERC está diciendo que la fuga unilateral independentista no ha conducido a buen puerto mientras que el núcleo más duro que rodea a Puigdemont insiste en una confrontación abierta con España esperando vanamente que Europa doblegue a Rajoy y le obligue a pactar la independencia catalana con unas negociaciones a la checoslovaca, es decir, un acuerdo amistoso entre el Congreso de los Diputados y el Parlament de Catalunya. Cuánto voluntarismo pelagiano y cuánto desconocimiento de nuestra historia colectiva.
La CUP le escribió el guion a Artur Mas y lo ha mantenido hasta hoy sin que ninguno de sus diputados tengan rasguños serios con la justicia. El discurso de Carles Riera de la CUP va en la línea rupturista con España aunque su fuerza haya quedado reducida a cuatro de los diez escaños que tenía en la ­anterior legislatura.
La CUP no manda pero desde sus escaños imprescindibles ha ejercido un poder que le costó el cargo a Artur Mas, ha puesto las instituciones patas arriba, ha declarado un instante de República y todavía hoy puede vetar a cualquier candidato que no lo considere apto para sus proyectos anticapitalistas. Digámoslo claro: el independentismo está fragmentado pero no se atreve a admitirlo.
Me cuentan de fuentes muy próximas a la Moncloa que Rajoy no sabe cómo afrontar políticamente un conflicto que está en manos de los jueces. Quizás por eso pagará caro el inmovilismo que practica desde el 2012. Ahora que el filósofo Habermas sigue hablando desde su residencia bávara, le recomendaría a Rajoy que reflexionase sobre uno de sus libros: “El reconocimiento de las diferencias, el reconocimiento mutuo del otro en su alteridad, puede convertirse también en la marca de una identidad común”.
-
Publicado en La Vanguardia el 9 de mayo de 2018
----------------

2.Vergüenza, autómatas y Catalunya

Bueno, ya tenemos 'president' de guardia que es más hiperventilado que el de ayer, pero menos que el de mañana. Habló a través de sus tuits: "Vergüenza es una palabra que los españoles hace siglos que no han eliminado de su diccionario". Miren por dónde, esta frase puede provocar que algunos catalanes sintamos, precisamente, vergüenza ajena por el 'president' interino. Lo que son las cosas.



En un momento en el que algunos ingenuos de ambas orillas han intentado afianzar un territorio de encuentro, el 'president' eventual mina el terreno para evitar acercamientos. Se anuncia proceso constituyente de nuevo y, si no gusta, elecciones y que nos cojan confesados.
En el panorama disyuntivo entre Esquerra y los puigdemonitas, el 'president' suplente no lo pondrá fácil para que el próximo Govern actúe coordinadamente. Esquerra quiere una legislatura de vuelta a la legalidad y al repliegue, mientras que Puigdemont tiene el control remoto del nuevo 'president' suplente. Lo activará a su antojo. ¿Será un Govern bipolar? Esquerra tiene una papeleta difícil, porque si sus políticas no gustan a Alemania: 'achtung'.
Se diría que estamos en un mal momento para la mano tendida y los encuentros comprensivos. Tiempo difícil para escuchar y sobre todo para pensar cómo y en qué se puede ceder. La cuestión no es solo llegar a soluciones entre la Generalitat y el Gobierno español, sino, además y sobre todo, tender puentes entre los propios catalanes.  A lo largo de estos meses de solipsismo y reiteración 'puigdemonial', algo se ha movido en la dirección de buscar acercamientos y puntos de posibles cesiones. Últimamente ha habido gente hablando de país y convivencia. Familias, amistades, empresas y escuelas que, en cualquier caso, seguiremos juntos. Que esto mejore depende esencialmente de la buena fe política y de la actitud de la gente.
Paradójicamente o no, pero los que están en la cárcel son los menos interesados en que todo esto se radicalice.
Hay obviedades que de vez en cuando es positivo recordar, como que la democracia no es solo un sistema de votación-elección, sino también un sistema de gobernanza dentro de la legalidad. Ganar las elecciones no otorga el derecho a adueñarse de un país ni a cambiar sus leyes de forma no procedimental. El país es de todos y la cacareada dignidad de Catalunya tampoco es patrimonio de nadie. La dignidad de Catalunya está hecha de millones de dignidades individuales. Nada más y nada menos.
No sé si desearle suerte política al 'president' vicarial.  Regresaremos a las trincheras y se acabará la vaquilla y el fútbol entre los adversarios. Por de pronto, las varas ya se tornan lanzas en las redes sociales. Creo que Puigdemont y su autómata no están para bromitas. Pero la CUP, tampoco.
https://www.elperiodico.com/es/opinion/20180512/verguenza-automatas-y-catalunya-opinion-xavier-sarda-6814203 


3.Catalunya, capital Berlín


Carles Puigdemont, Quim Torra y Elsa Artadi, en un lugar no precisado de Berlín tratando sobre el futuro de Catalunya

Parece que Quim Torra será el 131 president de la Generalitat. Así lo ha dispuesto Carles Puigdemont desde Berlín como si fuera un monarca con derecho hereditario. Vienen días apasionantes, demasiado, para la política catalana y española. Mucho ruido, mucha parafernalia, mucha voluntariedad pelagiana. Digo que parece porque el factor CUP puede desviar los designios preestablecidos por la sede provisional de Puigdemont en la antigua capital de Prus.
Los cuperos han sido los guionistas fieles del relato político en Catalunya desde las elecciones de 2015. Han segado la cabeza política de Artur Mas y han condicionado las actuaciones de Puigdemont hasta que escapara hacia Bruselas. Ahora está en Berlín en espera de lo que decida la justicia alemana sobre su posible aunque improbable extradición a España.
Pero desde Berlín ha decidido a dedo quién puede ser su sucesor en un debate de investidura que empezará este sábado. La democracia representativa no es lo que más preocupa al independentismo que actúa como si el país fuera suyo. El Parlament está inactivo desde hace meses. Todo se ventila por las redes sociales y por las manifestaciones en las calles. Hay que reconocer que Puigdemont está utilizando los mismos métodos que Donald Trump, gobernando a través de las redes sociales sin consultar a nadie.

Se da la circunstancia que Puigdemont no se ha presentado a unas elecciones para presidir la Generalitat de Catalunya. Su investidura se produjo en un fin de semana de enero de 2016 cuando el ex alcalde de Girona recibió una llamada de Artur Mas para que fuera el president sustituto debido a la negativa de la CUP a conservarle la silla.
Es exactamente lo mismo que ha hecho Puigdemont respeto a Quim Torra. Ni Puigdemont se presentó a unas elecciones como candidato a presidir la Generalitat ni Quim Torra es fruto de un debate electoral en el que ha salido como mejor posicionado para presidir la Generalitat.
El hecho es que, si la CUP no pone palos en la rueda, Quim Torra será el nuevo president. Su pasado dialéctico en las redes sociales es supremacista, xenófobo y radicalmente excluyente. Pero démosle una oportunidad. Cien días o incluso más.
Pero sus primeras declaraciones son inquietantes. Decir que Catalunya vive una crisis humanitaria es desconocer lo que esto significa. Es más, supone, una vez más una apropiación del lenguaje y de los conceptos sobre bases que son inciertas por no decir falsas. Crisis humanitarias las podemos ver en Siria, Gaza, Yemen, Libia, en el Mediterráneo con miles de personas sepultadas al fondo del mar esperando alcanzar un horizonte de dignidad, en el Congo…
¿De qué habla Quim Torra? Banaliza las crisis humanitarias. Hay que esperar cómo gestiona el govern en el marco del Estatut y de la Constitución. Si va a abrir un proceso constituyente chocará con el Estado.
Una conclusión final es que el independentismo se ha comido al catalanismo sin dejar espacio libre a opciones que no estén por la ruptura de puentes entre Catalunya, España, Europa y el resto del mundo.

  12 comments for “Catalunya, capital Berlín”


RM
12/05/2018 at 20:15
¿Dias apasionantes? prefiero la tranquilidad de otros paises, que no hablan cada dia de politica, de corrupcion, hablan de IA, hablan de la educación y sus reformas, hablan de la revolucion industrial y cientifica actual.
“Pero démosle una oportunidad. Cien días o incluso más” pero en caso de seguir con mas agonia, ponemos en marcha el plan E, reactivando todos los mecanismos para que Europa nos haga caso, quizas para entonces ya esten enterados en Europa, de que es viable y que no es viable con un 50 % de la población en contra
….sobre el comentario de crisis humanitaria, mejor me reservo mi comentario al respecto.


4.Las claves para entender a Quim Torra


Fanático, sí, pero un intelectual...
 
" El conflicto catalán no tan solo no va a disminuir, sino que se acrecentará y muchísimo en los próximos meses...El panorama que se abre a partir de ahora es mucho más inquietante que el vivido hasta el momento. Puigdemont solo ha sido un chico de pueblo más bien tonto al que le venía muy grande el cargo, pero Torra está hecho de otra pasta. Su vocación lo lleva a hacer todo lo que el de Bruselas no hizo. Cuando Torra proclame la república catalana, y esto será así, que nadie lo dude, no será para dejarla en suspenso a los pocos segundos. Cuando Torra haga que se aprueben las leyes de transitoriedad hacia la república, las mantendrá hasta sus últimas consecuencias""Se cree con una misión histórica y hará lo que sea, al precio que sea, con tal de llevarla a cabo. Con él, el independentismo ha llegado a la última estación, la de un movimiento de extrema derecha como el de la Lega veneciana.""Sepan, además, que Torra es un devoto admirador de Jordi Pujol y que este, a su vez, le tiene en gran aprecio y lo valora muchísimo. Resumiendo, con Joaquim Torra como President el conflicto no tan solo no habrá terminado, sino que solo habrá comenzado su andadura.

Añadamos el desprecio intelectual que siente hacia Arrimadas y Albiol, a los que considera poco menos que unos ágrafos. Ese desprecio, esa arrogancia, es otra de sus características. Para este hombre, todo aquel que no conozca la historia de la peña del Ateneu, los avatares de la formación política Acció Catalana o la vida y milagros de gente como Josep Carner no tienen ni puñetera idea de lo que es Cataluña. Ese es su error, el mismo que cometen los integristas del separatismo." MIQUEL GIMÉNEZ.
 
https://www.vozpopuli.com/politica/claves-entender-Quim-Torra-independentismo-Cataluna_0_1134787428.html  



Viewing all articles
Browse latest Browse all 15581

Trending Articles