La interinidad va para largo
by •
Estamos instalados en la interinidad mientras los problemas más perentorios de los ciudadanos se intentan superar como si no existiera gobierno. Los datos económicos negativos del último trimestre del 2017 son inquietantes y las empresas que han abandonado Catalunya en ese periodo no regresarán por el momento.
El discurso de los hechos circula por su cuenta y no coincide con el discurso político que en estos momentos intenta salir del callejón sin salida en el que se encuentra el independentismo proponiendo una nueva ronda de consultas para investir hoy mismo a Jordi Turull que está investigado por la justicia y no ofrece garantías de continuidad.
Carles Puigdemont dijo en la campaña desde Bruselas que estaría presente en la investidura si él era el elegido. Este plan no prosperó porque, en palabras del propio Puigdemont, prefería ser presidente a ser presidiario. No ponderaba ningún plan B porque pensaba que había que restituir su presidencia, que se podía ejercer telemáticamente desde Bruselas, descartando su retorno a Catalunya si tenía que ser conducido ante un tribunal.
La investidura a distancia tropezaba con muchos inconvenientes estatutarios y constitucionales. El plan fue apartado gradualmente mientras se instalaba un gobierno denominado legítimo, aunque sin ser investido, en una mansión de Waterloo. El equipo de Puigdemont ha demostrado una gran capacidad mediática y una agilidad notable para moverse por enclaves europeos en Dinamarca, Suiza y ahora Finlandia. En un mensaje al móvil de Toni Comín, Puigdemont le comunicaba que “esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado… el plan de la Moncloa triunfa”.
Desde Bruselas se activó el plan B y se designó a Jordi Sànchez como candidato a la presidencia. Tras un intento del exdirigente de la ANC por conseguir estar presente en la investidura, el Tribunal Supremo le negó el permiso y el propio Jordi Sànchez anunciaba que dejaba el escaño y toda actividad política para salir de la cárcel y poder dedicarse a sus actividades académicas.
Aparecía el plan C, que propondría a Jordi Turull como candidato. Pero el juez Llarena filtró que anunciaría el auto de procesamiento mañana, viernes, y Turull podría ser inhabilitado ya que es investigado junto a varios exconsellers de Puigdemont. En una rápida maniobra de astucia política se ha convocado un pleno de investidura con Turull como candidato.
El presidente del Parlament, Roger Torrent, ya no tiene que proponer un candidato que tenga cuestiones pendientes con la justicia. Turull es el hombre que hoy puede ser investido president. Lo que más interesa es saber si será partidario de reactivar la independencia o bien gobernará la autonomía con el riesgo de que sea acusado de traidor. Ocurra lo que ocurra, la interinidad se prolongará unos meses más pero con elecciones a la vista. Mientras haya políticos en la cárcel preventiva será difícil recuperar una cierta normalidad.
Es normal que todo candidato propuesto con temas pendientes con la justicia, suponga seguir con el mismo riesgo…no entiendo porque no proponen a nadie no imputado.
Sobre que el equipo de Puigemont, fuera obtenga réditos por sus actos mediáticos, esta por ver.
Un tema es la temporalidad y otro tema es la agonía, sea una lenta agonía o una rápida agonía, porque después de ella ya sabemos lo que viene.