Váyanse a la mierda los que han estado contra la huelga y las movilizaciones de mujeres. Váyanse a la mierda tantos los particulares como las formaciones políticas que se han desmarcado de una jornada de protesta más que justificada. Así de claro.
Váyase a la mierda el obispo que dijo que el feminismo esconde el rabo del diablo. Por cierto, váyase también a la mierda el diablo y el psicópata que se lo inventó. Qué miedo.
Váyanse a la mierda los que encargaron el espionaje político de los Mossos a los periodistas y políticos desafectos con el procés, entre otros. En un país de verdad esto sería un escándalo notabilísimo, pero aquí da igual porque a media Catalunya le parece bien. Incluso un sindicato de Mossos se queja de haber sido espiado. Podría tratarse de prevaricación, malversación de caudales públicos, descubrimiento y revelación de secretos, obstrucción a la justicia y omisión del deber de perseguir delitos. Han espiado incluso a gente de ERC y la CUP. Querían destruir el material obtenido, claro.
ENTRETODOS
Váyase a la mierda Donald Trump y su voluntad para imponer elevados aranceles a las importaciones de acero y aluminio. Medio centenar de congresistas republicanos intentan evitar la guerra comercial contra China o la UE. Inversores e industriales americanos están también contra el cutrenacionalismo trumpero.
Váyanse a la mierda los que se han dedicado a insultar y descalificar a Joan Tardà por el mero hecho de atreverse a dar su punto de vista sobre la situación del 'procés'. Si hasta Tardà es un traidor, una mierda y un 'botifler', pronto vuestra inquisición mediática se quedará sin hoguera, ni infieles a los que ajusticiar.
Los pensionistas y el Banco de España
Váyanse a la mierda los que abordan como tecnócratas de pacotilla las protestas de los pensionistas. Váyanse a la mierda los que creen que Podemos tiene la capacidad para sacar a la calle tanta gente y los que creen que los pensionistas están siendo utilizados. Si de algo están hartos es de no llegar a fin de mes y , precisamente, de tanta política congelada. Un gobernador del Banco de España hablando de pensiones es un insulto a la razón.
Váyase a la mierda la mujer de 33 años que tiró una botella de cristal a la cara de Marius Makon, un actor de origen africano. Fue en un bar de Móstoles y la agresora le dijo: «No quiero negros en el local ni delante de mí. Puedo matarlo y no pasaría nada porque soy blanca». Esta facha, de hecho, ya está en la mierda permanente.
Váyanse a la mierda los políticos de aquí que ahora dicen que todo fue una pura exageración sin fundamento y siguen como si tal cosa. Formen gobierno o déjenlo correr. Sin exagerar.
Por cierto, me mando a la mierda a mí mismo por arbitrario y mal hablado. Que conste.