La hora de las chapuzas
“La feina mal feta no té futur; la feina ben feta no té fronteres”.
Años 80. El Govern de Jordi Pujol llena vallas publicitarias, animando a los catalanes a trabajar bien. Muchos catalanes piensan: “lo que ya hacemos”. Porque Cataluña tenía esa fama. Se decía que era un pueblo trabajador, serio, formal, cumplidor, educado, gente de palabra, no hacía falta firmar: bastaba un apretón de manos…
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Han pasado los años.
Noviembre 2012. Concurso para privatizar Aigües del Ter i Llobregat, al que se presentan Acciona y Agbar. Gana Acciona, con efectividad 1.1.13.
Consecuencias económicas para la Generalitat: a) Acciona paga a la Generalitat 298,6 millones; b) la Generalitat se apunta contablemente 1.000 millones, que es la cantidad que pagará Acciona durante los 50 años de la concesión; c) al apuntar esa cantidad como ingreso del año, ayuda a cumplir con el objetivo del déficit.
Enero de 2013. El OARCC, ÒRGAN ADMINISTRATIU DE RECURSOS CONTRACTUALS DE CATALUNYA, cuyo director y único empleado es Juan Antonio Gallo (JAG), frena la adjudicación, porque Agbar presenta un recurso en el que se considera que la oferta de Accionaha de quedar excluida al no respetar los plazos para realizar las obras necesarias, que establecían un máximo de 10 años.
Se produce un terremoto político y JAG empieza a caer mal, porque a quién se le ocurre.
Acciona trabaja ya como adjudicataria del concurso, mientras se producen los recursos y contra-recursos sobre la adjudicación
Junio de 2015. El TSJC, Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, anula el concurso sobre la concesión, porque ha habido una infracción de los principios de publicidad y concurrencia.
Febrero de 2018. El Tribunal Supremo ratifica la anulación de la adjudicación de ATLL a Acciona. Más terremoto. No se puede olvidar que Acciona ya pagó 298,6 millones y que la Generalitat se apuntó los ingresos previstos en 50 años.
Eso trae consigo que la Generalitat tiene que devolver a Acciona los 298,6 millones más el importe de las obras que Acciona ya ha realizado. Y “descontabilizar” los 1.000 millones.
NOTAS FINALES.
Por si faltaba algo, la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), a instancias del Departamento de Territori i Sostenibilitat, convocará el consejo de redes de la ATLL para frenar la subida del 11,8 % de la tarifa de 2018, ya aprobada.
Como todo lo que puede empeorarse se empeora, resulta que la operación de privatización fue la última formalizada por Lluís Recoder, conseller de Territori i Sostenibilitat, el mismo Departamento, con otro titular, que ahora quiere frenar la subida del agua.
Como es natural, el perdedor ha sido JAG, en Mayo 17. Le han despedido y ahora él ha presentado una petición de nulidad del despido, teniendo en cuenta su consideración como magistrado y la obligatoriedad de que se cumpla su mandato de cinco años desde su toma de posesión. De chapuza en chapuza, le cesaron un día antes.
Por supuesto, no le han pagado la nómina de Junio, ni la extra de Diciembre-Julio ni han publicado su cese en el DOGC, Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya, con lo que este señor sigue teóricamente en su puesto, que ya está ocupado, por cierto.
Como también podíamos suponer, el OARCC ya no se llama OARCC. Ahora se llama TRIBUNAL CATALÀ DE CONTRACTES DEL SECTOR PÚBLIC. ¡Será por nombres!
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La feina mal feta no té futur.
Pero hay más:
La grosería (“descortesía, falta grande de atención y respeto, tosquedad, falta de finura…, rusticidad, ignorancia”) de Ada Colau, Ferran Torrent y otros cuando no quieren ir al besamanos del Rey. ¡Pero si no hubo besamanos! Hubo recepción a una persona que vino de Madrid para echaros una mano en un tema que, a pesar de vosotros, os/nos dará de comer unos años. ¡Pero qué zafios/bobos sois! ¡Y qué responsabilidad tenéis con nosotros! Porque si, a base de estupideces groseras conseguís que el MWC se vaya de Barcelona, alguno os va a poner una demanda por hacer daño a Barcelona.
La ANC quiere un Govern que “active la República”.
Y menos mal que Ferran López, jefe de los Mossos d’Esquadra, se cuadró a la llegada del Rey, demostrando que sus padres le habían educado bien.
Por supuesto, ignoro las declaraciones de Puigdemont desde Bruselas, porque no sé qué pinta este señor, que ahora no es NADA.
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En resumen, que si Jordi Pujol, mi vecino, levantara la cabeza (es una manera de hablar, porque, gracias a Dios, está vivo y bien vivo, que yo le veo por el barrio), se abriría las venas al ver cómo ha evolucionado su Autonomía de la feina ben feta a ser el modelo del trabajo descuidado, mal empezado, mal terminado, en manos de unos cuantos impresentables y de algunas impresentablas, que parece que hay quien quiere que se diga así.
Y los impresentables y las otras hacen daño a la Patria, a la Comunidad Autónoma, a la ciudad, al pueblo y a la Comunidad de Vecinos. Porque, a fuerza de no hacer nunca nada positivo, porque no saben/quieren/pueden, echan una baba asquerosa que ensucia todo lo que tocan.
Menos mal que muchas personas, que se creyeron lo de la feina ben feta, pero no por las vallas publicitarias, sino porque en su casa les educaron así.
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Hablando de nyaps, o sea, de chapuzas, el reparto de lacitos amarillos, diciendo amablemente “for you” a la entrada del World Mobile Congress, supongo que tiene por objeto que muchos extranjeros, sin comerlo ni beberlo, se pongan uno y aparezcan en las fotos como fervorosos creyentes en el procés.