Título: Así se domina el mundo. Desvelando las claves del poder mundial
Autor: Pedro Baños
Edita: Ariel, Barcelona 2017
Número de páginas: 468
ISBN: 9788434427174
https://www.tendencias21.net/libros/Asi-se-domina-el-mundo-Desvelando-las-claves-del-poder-mundial_a662.html
Los medios explican el qué pero no el porqué o el para qué de las cosas; no tienen tiempo para ello. Y creo que es muy importante porque proporciona claves de lo que está sucediendo. Yo me he dedicado a esto treinta años, pero las personas que tienen su trabajo y su vida no tienen por qué conocerlas. Es una forma de trasladarlo: cómo nos manipulan y tergiversan todo.
Su visión de la geopolítica es negativa, y de hecho dice que la hipocresía es uno de su vectores. ¿En qué sentido?
Muchas veces se nos describe un mundo dulce, se inician operaciones militares "para salvar vidas" cuando resulta que, como pongo en el libro, detrás hay fuertes intereses económicos o geopolíticos.
¿Cómo se combaten las campañas de desprestigio occidental (Trump, ‘brexit’, Cataluña) que supuestamente vienen del entorno del Kremlin?
No es sencillo, y sobre todo países medianos como España lo tienen complicado. Es cierto que ahora mismo hay una guerra en el mundo virtual y que es urgente que tengamos nuestros propios cibersoldados si queremos hacerles frente con garantías.
Una de las estrategias de los gobernantes para cumplir sus objetivos, dice en el libro, es hacerse los locos, desde Nixon hasta Trump o Kim Jong-un.
Es una estrategia relativamente sencilla: consiste en demostrar que eres un perturbado y que a poco que te ofendan vas a tener una sobrerreacción. Disuadiendo a la gente, metiendo miedo, es una forma de que terceros países no se metan contigo. Pero, claro, eso tiene un riesgo. Primero, que los primeros que desconfían son los aliados; luego, estas estrategias se van desgastando y llega un momento que no son efectivas.
Con esta continua amenaza nuclear, ¿no corremos el peligro de llegar a trivializar el riesgo, como ha mencionado antes?
R.- En el ámbito estadounidense los presidentes elegidos suelen ser los adecuados para cada momento. Cuando llegó Obama era el presidente que necesitaba EEUU para lavar la mala imagen que dejó Bush. Hacía falta algo distinto. Obama planteó seguir siendo líder del mundo desde un cierto ‘buenismo’, un poder blando pero con decisiones en la trastienda que eran muy duras. Una cosa es la imagen y otra las que se realizan. Tras Obama, EEUU se da cuenta que esa política ‘buenista’ había permitido que Irán se hiciera con el control de una buena parte de Oriente Medio, que China les estuviera ganando la partida en muchos temas como la economía, etc. Hacía falta dar un puñetazo en la mesa y reafirmarse en el poder y eso es lo que supone Trump. La estrategia que ha firmado en diciembre pasado se basa en que quieren ser de nuevo los dominadores y ojo, que quien no este con ellos debe saber que será su enemigo y vamos a acabar con él.
P.- La geopolítica, por tanto, se mueve más por temor a EEUU que por buscar su alianza…
R.- Absolutamente. El poder siempre tiene que causar temor, si no lo hace, antes o después, será sorteado, debilitado o atacado. Debe generar temor. Trump lo dice abiertamente. La embajadora de EEUU en Naciones Unidas ya lo ha dejado claro, que el que no reconozca Jerusalén como capital de Israel dejará de recibir las ayudas que aporta EEUU. Hay países que no pueden prescindir de esas ayudas. El poder de EEUU es muy alto. ¿Dónde están las agencias de calificación, quién controla el Banco Mundial, el FMI, etc. EEUU tiene capacidad para crear o destruir países y eso genera un gran temor. Es difícil sustraerse a ese poder.
P.- En otro tiempo el enemigo era el comunismo. ¿Hoy lo es el yihadismo?
https://www.elindependiente.com/politica/2018/01/16/aun-somos-lazarillos-en-lo-tactico-y-quijotes-en-lo-estrategico-hacen-falta-planes-de-estado-no-rentabilizamos-las-misiones-en-el-exterior/
Autor: Pedro Baños
Edita: Ariel, Barcelona 2017
Número de páginas: 468
ISBN: 9788434427174
Dedicado por el autor a todas las personas que cada día se esfuerzan por conseguir un mundo más justo libre y seguro, este libro es una especie de revelación sobre los hilos ocultos que dominan la realidad del mundo actual.
Lejos de teorías conspiranoicas, el libro está centrado en hechos documentados que ponen de manifiesto que hoy sigue vigente el histórico principio de que los poderosos intentan imponer su voluntad y dejar su impronta por donde pasan.
Aunque este comportamiento estuvo constreñido a determinados espacios geográficos hasta el siglo XVI, después de la Revolución Industrial se hizo global y más recientemente, aunque ha ido cambiando de titularidad, mantiene las mismas ambiciones, a las que el autor considera inmortales.
La geopolítica ha dado paso al geopoder, que pretende por un lado controlar el mundo, y por otro evitar caer subyugado por otro poder. Las estrategias que dan vida a este juego de poder son las que explica este libro, unas muy antiguas, otras más recientes.
Son 27 las geoestrategias que sustentan la geopolítica. Abarcan desde la intimidación, el cerco y contracerco, la patada a la escalera, la debilitación del vecino, la simulación y el disimulo, el breaking point, el fomento de la división, hasta el fervor religioso, la vía de escape, el buenismo, la creación de la necesidad o las sinergias, entre otras. Todas están perfectamente explicadas en el libro.
“Pensamos que somos libres, escribe el autor, que podemos elegir de forma autónoma nuestro destino, nuestros gustos, la manera de vestir o de comportarnos, pero estamos permanentemente inducidos a adoptar acciones, decisiones y actitudes”. "Los que deciden por nosotros lo hacen sutilmente, incluso recurriendo a la así llamada “posverdad”, que no es sino una gran mentira disfrazada de verdad", añade.
El mundo de nuestros días
Después de explicar conceptos básicos, como el de geopolítica o geoestrategia, Pedro Baños se adentra en explicar cómo es el mundo de nuestros días, al que compara con el patio de un colegio, donde un reducido grupo de niños y niñas controla a los demás.
También se detiene en explicar los principios geopolíticos inmutables, entre los que destaca el principio de que la economía es la que manda, la que vertebra los conflictos y tensiones que en el mundo han sido desde las guerras napoleónicas hasta la ira actual contra Corea del Norte.
En una de las últimas fases de esta historia de dominación económica, que gira en torno al poder acumulado por las cinco familias más ricas del mundo, Pedro Baños advierte que China está decidida a dar un golpe mortal al dólar, una amenaza que, de consumarse, no estará exenta de tensiones y peligros para la estabilidad mundial. Y señala: la historia se repite siempre en los mismos escenarios.
Dos últimos apartados, uno sobre los errores más frecuentes en geopolítica, y otro sobre los pecados capitales de la geopolítica, ponen fin a este documentado ensayo que tiene el valor, no sólo de hablar claro, sino también de ofrecer una amplia panorámica de la historia reciente de nuestra civilización.
Escenarios posibles
La obra concluye señalando que, aunque una nueva guerra mundial que afecte a la mayoría de los países es improbable, no por ello deja de ser imposible. Los momentos que vivimos acumulan tanta incertidumbre y volatilidad que no puede descartarse ningún escenario.
Pedro Baños se aventura a dibujar las líneas lógicas que permitirían estabilizar el barco de la humanidad en medio de esta tormenta, empezando por la necesidad de reforzar la coexistencia pacífica, que neutralice ese afán de poder que es el denominador común de toda la obra.
También ve necesaria una verdadera justicia que garantice una paz social universal basada en una redistribución efectiva de la riqueza. Una paz que termine con las enormes desigualdades que hoy fracturan el devenir de nuestra especie.
El mayor peligro procede de la manipulación de la información, devenida norma, que coarta el libre pensamiento y conduce a la dictadura perfecta con apariencia de democracia, dice el autor.
Para evitar este peligro ha surgido este libro, que pretende abrir los ojos de la sociedad para desvelar los ocultos entresijos del poder y mantener espacios de libertad que aseguren una sociedad mejor y auténticamente evolucionada. Es una utopía, reconoce Pedro Baños, “pero merece la pena aspirar a ella”.
Después de explicar conceptos básicos, como el de geopolítica o geoestrategia, Pedro Baños se adentra en explicar cómo es el mundo de nuestros días, al que compara con el patio de un colegio, donde un reducido grupo de niños y niñas controla a los demás.
También se detiene en explicar los principios geopolíticos inmutables, entre los que destaca el principio de que la economía es la que manda, la que vertebra los conflictos y tensiones que en el mundo han sido desde las guerras napoleónicas hasta la ira actual contra Corea del Norte.
En una de las últimas fases de esta historia de dominación económica, que gira en torno al poder acumulado por las cinco familias más ricas del mundo, Pedro Baños advierte que China está decidida a dar un golpe mortal al dólar, una amenaza que, de consumarse, no estará exenta de tensiones y peligros para la estabilidad mundial. Y señala: la historia se repite siempre en los mismos escenarios.
Dos últimos apartados, uno sobre los errores más frecuentes en geopolítica, y otro sobre los pecados capitales de la geopolítica, ponen fin a este documentado ensayo que tiene el valor, no sólo de hablar claro, sino también de ofrecer una amplia panorámica de la historia reciente de nuestra civilización.
Escenarios posibles
La obra concluye señalando que, aunque una nueva guerra mundial que afecte a la mayoría de los países es improbable, no por ello deja de ser imposible. Los momentos que vivimos acumulan tanta incertidumbre y volatilidad que no puede descartarse ningún escenario.
Pedro Baños se aventura a dibujar las líneas lógicas que permitirían estabilizar el barco de la humanidad en medio de esta tormenta, empezando por la necesidad de reforzar la coexistencia pacífica, que neutralice ese afán de poder que es el denominador común de toda la obra.
También ve necesaria una verdadera justicia que garantice una paz social universal basada en una redistribución efectiva de la riqueza. Una paz que termine con las enormes desigualdades que hoy fracturan el devenir de nuestra especie.
El mayor peligro procede de la manipulación de la información, devenida norma, que coarta el libre pensamiento y conduce a la dictadura perfecta con apariencia de democracia, dice el autor.
Para evitar este peligro ha surgido este libro, que pretende abrir los ojos de la sociedad para desvelar los ocultos entresijos del poder y mantener espacios de libertad que aseguren una sociedad mejor y auténticamente evolucionada. Es una utopía, reconoce Pedro Baños, “pero merece la pena aspirar a ella”.
Perfil del autor
Ha sido conferenciante habitual en universidades, centros y fundaciones, tanto en España como en el extranjero, en los temas de su especialidad: Estrategia, Geopolítica, Inteligencia, Terrorismo, Relaciones Internacionales, Defensa y Seguridad. Sobre estos mismos contenidos, ha publicado numerosos artículos en una veintena de periódicos, revistas y páginas web, así como participado en capítulos de libros. También ha dirigido el programa Visión Geopolítica de Tendencias21 TV.
Pedro Baños Bajo es Coronel del Ejército de Tierra y Diplomado de Estado Mayor, actualmente en situación de reserva. Es uno de los mayores especialistas en Geopolítica, Estrategia, Defensa, Seguridad, Terrorismo, Inteligencia y Relaciones Internacionales.
Ha sido Jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo, en Estrasburgo, y profesor de Estrategia y Relaciones Internacionales en la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, perteneciente al Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional, en Madrid.
Es magister en Defensa y Seguridad por la Universidad Complutense de Madrid y ha colaborado en la sede del Parlamento Europeo de Bruselas como asesor militar. También ha participado en tres misiones en Bosnia-Herzegovina (UNPROFOR, SFOR y EUFOR).
En 2010, durante la Presidencia Española de la Unión Europea, fue miembro del equipo de la Dirección General de Política de Defensa, del Ministerio de Defensa. De 2010 a 2012, estuvo destinado en la División de Asuntos Estratégicos y Seguridad, de la Secretaría General de Política de Defensa, como Jefe del Área de Análisis Geopolítico.
Ha sido conferenciante habitual en universidades, centros y fundaciones, tanto en España como en el extranjero, en los temas de su especialidad: Estrategia, Geopolítica, Inteligencia, Terrorismo, Relaciones Internacionales, Defensa y Seguridad. Sobre estos mismos contenidos, ha publicado numerosos artículos en una veintena de periódicos, revistas y páginas web, así como participado en capítulos de libros. También ha dirigido el programa Visión Geopolítica de Tendencias21 TV.
https://www.tendencias21.net/libros/Asi-se-domina-el-mundo-Desvelando-las-claves-del-poder-mundial_a662.html
Pedro Baños, coronel del Ejército y experto en geopolítica: "Es urgente que tengamos nuestros propios cibersoldados"
"Se hace preciso –dice en su libro ‘Así se domina el mundo’– conocer cómo los poderosos han manejado, y manejan, el mundo a su alrededor". ¿Es ese el objetivo?
Los medios explican el qué pero no el porqué o el para qué de las cosas; no tienen tiempo para ello. Y creo que es muy importante porque proporciona claves de lo que está sucediendo. Yo me he dedicado a esto treinta años, pero las personas que tienen su trabajo y su vida no tienen por qué conocerlas. Es una forma de trasladarlo: cómo nos manipulan y tergiversan todo.
Su visión de la geopolítica es negativa, y de hecho dice que la hipocresía es uno de su vectores. ¿En qué sentido?
Muchas veces se nos describe un mundo dulce, se inician operaciones militares "para salvar vidas" cuando resulta que, como pongo en el libro, detrás hay fuertes intereses económicos o geopolíticos.
Ese egoísmo de los actores a escala internacional es lo que hace tan difícil la lucha por ejemplo contra el cambio climático, que precisa de consensos globales.
El terrorismo global es un problema, pero no el único. Hay otros como el cambio climático, donde también hay muchísimos intereses que los rodean. Y podríamos hablar de los nuevos riesgos sanitarios por el abuso de antibióticos o por nuevos virus o bacterias. Son asuntos que pueden acabar diezmando a la humanidad.
"Si no puedes acabar con todos tus enemigos a la vez, tendrás que hacerlo de uno en uno. Para eso, nada mejor que dividirlos". ¿Es esa la táctica de Putin?
Lo intentan todas las grandes potencias. Ahora mismo hay un enfrentamiento entre tres grandes bloques: EE. UU., Rusia y China, un actor muy importante sobre todo en la batalla económica. Cada uno intenta manipular a los demás. Trato de alertar de que no debemos ser tan confiados de pensar que nuestros aliados buscan siempre nuestro beneficio.
¿Cómo se combaten las campañas de desprestigio occidental (Trump, ‘brexit’, Cataluña) que supuestamente vienen del entorno del Kremlin?
No es sencillo, y sobre todo países medianos como España lo tienen complicado. Es cierto que ahora mismo hay una guerra en el mundo virtual y que es urgente que tengamos nuestros propios cibersoldados si queremos hacerles frente con garantías.
Una de las estrategias de los gobernantes para cumplir sus objetivos, dice en el libro, es hacerse los locos, desde Nixon hasta Trump o Kim Jong-un.
Es una estrategia relativamente sencilla: consiste en demostrar que eres un perturbado y que a poco que te ofendan vas a tener una sobrerreacción. Disuadiendo a la gente, metiendo miedo, es una forma de que terceros países no se metan contigo. Pero, claro, eso tiene un riesgo. Primero, que los primeros que desconfían son los aliados; luego, estas estrategias se van desgastando y llega un momento que no son efectivas.
Con esta continua amenaza nuclear, ¿no corremos el peligro de llegar a trivializar el riesgo, como ha mencionado antes?
Existe ese riesgo, pero hay que pensar que el hecho de llegar a emplear de modo masivo armas nucleares estratégicas, como sucedió con Hiroshima y Nagasaki, podemos descartarlo. Sobre todo, contra países que tengan esas armas nucleares. Como mucho puede darse algún tipo de ataque convencional quirúrgico, un pequeño toque de atención.
A nivel de estrategia militar, muchos están pendientes de si, llegado el caso, funciona el paraguas antimisiles de EE. UU.
Eso es lo que están esperando China y Rusia. Y de hecho sorprende que Estados Unidos no haya empleado aún ningún medio: da la impresión de que no quiere desvelar el funcionamiento exacto del programa Thaad.
¿Hemos vencido al Dáesh?
Las raíces del problema que dieron origen al nacimiento del Estado Islámico siguen ahí, o han empeorado: las decenas de civiles que han muerto tanto en Siria como en Iraq, a lo que se une que los chiitas van ganando, encabezados por Irán, supone que la paz en Oriente Medio no se va a establecer en mucho tiempo. De hecho, ahora mismo Al Qaeda está resurgiendo con fuerza en Siria.
Luis Faci09/01/2018 a las 05:00
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a geopolítica mundial es como un patio de colegio. Un matón, una ‘pandilla’ de confianza, el tonto útil y el débil al que someter. Su aspiración, el poder a través de la dominación y recurriendo para ello a la hipocresía, “la esencia de las relaciones internacionales” y la mentira. Controlar al adversario para obtener un beneficio, fundamentalmente económico. Así lo describe el coronel del Ejercito de Tierra y diplomado del Estado Mayor, Pedro Baños, en su libro ‘Así se domina el mundo’ en el describe por qué Estados Unidos continúa siendo el ‘portero’ de discoteca que controla el mundo y las claves que guían hoy los poderes internacionales. De España asegura que es víctima de sus vaivenes gubernamentales que no permiten una política de Estado en materia de Defensa que permita “rentabilizar” las numerosas operaciones en las que interviene nuestras tropas. “Somos el bueno útil, señala. Baños lamenta que aún hoy exista recelo hacía el Ejército en amplios sectores de la sociedad. Lo achaca al desconocimiento y en parte a la desaparición del Servicio militar obligatorio, “no sería negativo que volviera, para hombre y mujeres”, apunta.
Pregunta.-¿El mundo es hoy un lugar más peligroso para vivir que hace 50 años o diría que el nivel de amenaza e inestabilidad global es similar?
Respuesta.- Siempre ha habido inestabilidad y amenazas porque lo que no varía son las perversiones humanas, los pecados capitales y las pasiones que nos arrastran. Son, de alguna manera, las que nos llevan a intentar dominar a los demás. Hoy en día la dominación no se hace con medios exclusivamente militares. Hasta hace no muchos años se conquistaba para obtener recursos y personas que servían para la producción. Hoy, en cambio, el dominio se ejerce de forma diferente, a través de la economía, la influencia mediática y psicológica. Los europeos tenemos la fortuna de vivir un periodo de paz pero muy cerca de nosotros hay muchos conflictos; Siria, Somalia, el Congo, Afganistán, etc. El mundo sigue siendo tremendamente violento.
P.-¿El ‘portero del mundo’ es sólo EEUU? ¿Qué papel juega el G8?
R.- Hoy es Rusia el que está excluido de ese grupo. El gran poder y dominio lo sigue manteniendo EEUU, desde la desaparición de la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia. Estados Unidos es el único país que a lo largo de la historia ha logrado dominar todos los mares del mundo, nunca había ocurrido. Con sus once portaviones de propulsión nuclear y sus flotas domina todos los mares, todos los estrechos y puntos de paso obligado y eso significa dominar todo el comercio mundial. Además, EEUU es el inventor del ciberespacio. Eso no significa que no tenga cada vez unos rivales más importantes. Esa es su gran preocupación y lo que trata de revertir el señor Trump. Ahí está China, sobrepasando en muchos aspectos a Estados Unidos, es su gran preocupación. También lo es Rusia, a la que Putin ha devuelto su orgullo y que quiere tener parte en la toma de decisiones a nivel internacional. Luego está otro pequeño grupo que son los miembros permanentemente del Consejo de Naciones Unidas, que son los que hacen y deshacen a su antojo y donde entrarían Reino Unidos y Francia, todos condicionados por EEUU.
EEUU cada vez tiene más rivales. China en lo económico y Rusia con Putin que qu9ire devolverle su orgullo. Eso es lo que trata de revertir TrumpP.– Y el presidente Trump, ¿está loco, se hace el loco o es sólo una estrategia para generar temor e inestabilidad en los demás? ¿Es una ‘locura estratégica’?
R.- En el ámbito estadounidense los presidentes elegidos suelen ser los adecuados para cada momento. Cuando llegó Obama era el presidente que necesitaba EEUU para lavar la mala imagen que dejó Bush. Hacía falta algo distinto. Obama planteó seguir siendo líder del mundo desde un cierto ‘buenismo’, un poder blando pero con decisiones en la trastienda que eran muy duras. Una cosa es la imagen y otra las que se realizan. Tras Obama, EEUU se da cuenta que esa política ‘buenista’ había permitido que Irán se hiciera con el control de una buena parte de Oriente Medio, que China les estuviera ganando la partida en muchos temas como la economía, etc. Hacía falta dar un puñetazo en la mesa y reafirmarse en el poder y eso es lo que supone Trump. La estrategia que ha firmado en diciembre pasado se basa en que quieren ser de nuevo los dominadores y ojo, que quien no este con ellos debe saber que será su enemigo y vamos a acabar con él.
P.- La geopolítica, por tanto, se mueve más por temor a EEUU que por buscar su alianza…
R.- Absolutamente. El poder siempre tiene que causar temor, si no lo hace, antes o después, será sorteado, debilitado o atacado. Debe generar temor. Trump lo dice abiertamente. La embajadora de EEUU en Naciones Unidas ya lo ha dejado claro, que el que no reconozca Jerusalén como capital de Israel dejará de recibir las ayudas que aporta EEUU. Hay países que no pueden prescindir de esas ayudas. El poder de EEUU es muy alto. ¿Dónde están las agencias de calificación, quién controla el Banco Mundial, el FMI, etc. EEUU tiene capacidad para crear o destruir países y eso genera un gran temor. Es difícil sustraerse a ese poder.
P.- En otro tiempo el enemigo era el comunismo. ¿Hoy lo es el yihadismo?
R.- El terrorismo siempre es una herramienta, no es un fin en sí mismo. El terrorismo por supuesto que nos debe preocupar, hace daño físico a una sociedad y causa temor. A quien realmente hay que hacer frente, más que al terrorista, es al que maneja los hilos del terrorismo. A mí lo que me preocupa son las corrientes rigoristas dentro del Islám, me preocupa más que el hecho del terrorismo. En Europa el año pasado fallecieron 148 personas por atentados yihadistas, en los años 70 y 80 fallecían por terrorismo más de 500 personas al año. Claro que es un problema pero me preocupa más el aspecto político del Islám. Es más que na religión, es una corriente política que puede llegar a hacerse con el poder de los estados.
El poder siempre tiene que causar temor. Si no lo hace, antes o después, será sorteado, debilitado o atacado”
P.-¿Existen intereses para que la inestabilidad en Oriente Medio se mantenga? ¿A EEUU le interesa para evitar que se consolide una potencia en la región?
R.- Desde siempre se ha evitado que exista una única potencia dominante en Oriente Medio que controlara el petróleo. Lo intentó Reino Unido, Francia, etc. Hoy en día sucede igual, es una zona estratégica clave, siempre lo ha sido. Por eso cuando un país empieza a ser dominante se respalda a otro para que haga de contrapeso. Ahora, ocurre con Irán, y por eso se le ha atacado, para que no se haga con el control de Oriente Medio.
P.- Petróleo e hidrocarburos, ¿vivimos en una geopolítica del petróleo? ¿Hasta cuándo será el ‘botín’ de guerras y conflictos?
R.- De alguna manera, en muchos países aún la dependencia es muy importante y seguirá siéndolo.
P.- Usted clasifica los colectivos sociales en tres bloques: los que actúan por amor, por temor y por convencimiento. ¿España en cuál de los tres grupos lo situaría en el panorama internacional?
R.- Somos un actor muy secundario. Estamos tremendamente influidos. Actuamos por indicaciones. Si pensáramos sólo por objetivos nacionales, puros, y no en contentar a nuestros aliados y a EEUU, la mitad de las operaciones que hacemos en el exterior no tendrían sustancia. Somos muy ‘Quijotes’, seguimos siendo pillos, ‘lazarillos’, en lo táctico pero ‘Quijotes’ en lo estratégico. Nunca buscamos una segunda lectura en lo que hacemos, una manera de rentabilizar los esfuerzos que hacemos en el exterior mientras los demás lo tienen muy claro, antes de lanzar sus fuerzas ya saben el beneficio que van a obtener. Somos el único país de la UE que ha participado en todas las operaciones que ha llevado a cabo. Somos tremendamente generosos, cumplidores con nuestras contribuciones económicas y sin esperar nada a cambio. Diría que somos buena gente de la veces se abusa de nosotros.
España para tener más influencia debería tener voluntad y políticas de Estado que o estén sometidas a los vaivenes de los Gobiernos”
P.- Recurre a la metáfora de un patio del colegio para explicar cómo funciona el mapa de actores en la geopolítica mundial. Escuchándole yo diría que España más que un ‘Quijote’ en realidad se parece más al ‘tonto útil’ del patio…
R.- Yo diría más bien los buenos útiles. Se aprovechan de nuestra buena fe para dirigir las acciones que tenemos que llevar a cabo. Esa es la realidad. Nuestro peso específico en el mundo es limitado, casi ni en la UE tenemos peso. No somos Francia, Alemania o Reino Unidos que son los que manejan los hilos.
P.-¿No queremos ser relevantes, no podemos serlo o no sabemos serlo?
R.- Para tener mayor capacidad de influencia debe haber voluntad política y políticas de Estado que no estén sometidas a los vaivenes de los Gobiernos. Hay países que sí lo tiene claro. Nosotros, no. Aquí los vaivenes son constantes y eso nos debilita. Somos lo que somos, una potencia mediana. Pero somos un país muy atractivo: seguro, amable, generoso, etc. Podríamos hacer mucho más pero necesitaríamos políticas de Estado que hoy no tenemos.
P.- El Ministerio de Defensa tiene previsto un plan de modernización de la industria militar en el que invertirá 30.000 millones en 15 años. ¿El Ejército español tiene sólo un problema de medios?
R.- Sí, sobre todo es de medio. La gente está preparada y motivada. La tropa es extraordinaria y tenemos oficiales que son la admiración de la OTAN. Nos faltan medios. Pero como le decía, lo que faltan son políticas de Estado. Además, hay corrientes políticas que parece que están enfrentadas con las Fuerzas Armadas, cuando se han adaptado perfectamente a la democracia. Aún hay gente que me preocupa para que servimos, para qué sirve el Ejército, evidentemente sucede porque no se ha explicado bien.
En el plano internacional diría que en España somos buena gente de la que en a veces se abusa de nosotros”
P.- España no podrá satisfacer los deseos del ‘portero de la discoteca’, de EEUU, de elevar el presupuesto en Defensa…
R.- El objetivo que marca EEUU de que todos los países lleguemos al 2% en gasto en Defensa va a ser muy complicado si no avanzamos económicamente. En España supondría duplicar el presupuesto. Va a ser imposible. Habrá que buscar fórmulas para adornarlo, pasar partidas de un lugar a otro, para satisfacer al ‘jefe de la manada’.
P.- Decía que mucha gente no ve utilidad en el Ejército. ¿Les pesa aún la fractura de ‘las dos Españas’?, ¿el periodo de la dictadura es una mancha que aún lastran?
R.- Todas las sociedades son esclavas de su pasado. Es cierto que en muchos ámbitos de la sociedad hay un recelo por ser militar. Me parece lamentable. Si hay una institución que se ha adaptado perfectamente a la democracia son las fuerzas armadas. Se nos han reducido todos los presupuestos, con años sin casi para munición y aquí no ha habido jamás una queja, un lamento, etc. Se acatan todas las órdenes. El mejor servicio que podemos hacer los militares es no intervenir en política nacional. Nosotros somos los únicos funcionarios del Estado que nos comprometemos hasta entregar nuestra vida en el cumplimiento de nuestra misión.
P.-¿De dónde viene y cómo se corrige ese recelo?
R.- Viene de nuestro pasado histórico. Creo que se corregiría conociéndonos, conociendo el grado de preparación de los militares el esfuerzo que hacer para servir a los ciudadanos. Hay otro elemento que lo perjudica que es la desaparición del Servicio Militar Obligatorio. Hoy mucha gente casi no sabe si existe o no el Ejército o si somos 1.000 o 100.000. Ha quedado como un coto cerrado.
P.-¿Me está diciendo que es partidario de la vuelta del servicio militar obligatorio?
R.- Muchos países están volviendo a él. Un servicio militar obligatorio para hombres y mujeres. No se trataría de hacerlo de dos años y perjudicar la vida a nadie. Pero que se vea que no sólo tenemos derecho a recibir sino también a aportar a la sociedad. Tenía muchas ventajas, conocer a gente de muchas capas sociales, se conocía otros lugares de España, eso permitió una unión y un conocimiento mayor de todos los españoles. Se socializaba y se sociabilizaba mucho. Creo que un periodo breve de entrega a la sociedad, igual para hombres y mujeres. Que volviera no sería negativo. Estamos en una sociedad acomodaticia y cuando hablas de esfuerzos y sacrificio nada es bien visto.
Que volviera el servicio militar obligatorio no sería negativo. No sólo tenemos derecho a recibir sino también a aportar a la sociedad”
P.- En su libro ‘Así se domina el Mundo’ afirma que la geopolítica se mueve con hipocresía. ¿No nos tenemos que creer nada de lo que nos dicen?
R.- Es la esencia de las relaciones internacionales. No hay ningún interés colectivo que sea permanente. Si EEUU, Rusia o China nos tratan de imponer algo es porque les beneficia a ellos, no a nosotros. Y si nos arrastran a un conflicto es porque les beneficia a ellos. Debemos ser conscientes. Hoy las alianzas cada vez son más efímeras. Todo se basa en la hipocresía. No nos tenemos que creer nada de ninguno.
P.- El panorama que nos dibuja no es muy alentador. Deme una buena noticia y un buen consejo para el presidente Rajoy…
R.- No puedo ni quiero hablar de política nacional, digámoslo para los dirigentes europeos. Les diría que sean conscientes de lo que significa el mundo, por dónde va a ir, quién lo domina y cómo lo domina y que en Europa tendamos a unirnos y no a rompernos, como estamos haciendo. Reflexionemos si estamos haciendo una política positiva para Europa y los europeos.
https://www.elindependiente.com/politica/2018/01/16/aun-somos-lazarillos-en-lo-tactico-y-quijotes-en-lo-estrategico-hacen-falta-planes-de-estado-no-rentabilizamos-las-misiones-en-el-exterior/
Así Se Domina El Mundo, Desvelando las claves del poder mundial (2017), de Pedro Baños Bajo
Así Se Domina el Mundo, Desvelando las claves del Poder Mundial es un ensayo en el que no cuesta nada entrar, pero del que sin embargo se hace complicado salir una vez terminado porque se queda uno con ganas de más. Escrito de una forma que es accesible para cualquier persona, independientemente de su nivel de conocimiento sobre geopolítica, relaciones internacionales y de las dinámicas de poder mundiales; esta obra se convierte en necesaria para todos los lectores interesados en conocer la dinámica del Mundo y de las relaciones entre Estados.
Con un estilo directo, como si de un manual de estudios se tratase, el autor describe paso a paso qué es la geopolítica y las implicaciones que esta tiene en el Mundo y en nuestras vidas. Esto parece ser un tema baladí y alejado de los ciudadanos de a pie, pero ni mucho menos. Es algo que influye en nuestras vidas, de forma directa en las zonas en las que se dan conflictos armados, y de formas indirectas en todo el mundo a través de la manipulación de los medios de comunicación o de los mensajes que nos llegan a través del cine.
Su autor, Pedro Baños Bajo, es coronel del Ejército de Tierra español y diplomado de Estado Mayor en la reserva. También fue jefe de Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo de Estrasburgo, y es uno de los mayores especialistas en geopolítica, estrategia, inteligencia y relaciones internacionales. Con este currículum, a pesar de que el libro pueda parecer obra de los Illuminati o de un loco amante de las conspiraciones, la credibilidad de la obra es plena, lo que da cierta preocupación y hace preguntarse que si lo que solo un hombre ha sido capaz de plasmar en un libro ya parece un poco excesivo, ¿Qué será de todo lo que no se sepa?
Así se domina el Mundo sigue un desarrollo lineal. Comienza explicando lo que es la geopolítica y la geoestrategia, pasando a dar una breve definición de la configuración del mundo. Todo esto como preparatoria para entrar en materia y explicar los principios geopolíticos que al autor considera inmutables, las estrategias geoestratégicas más comunes con las que los estados tratan de influir en los demás para tener la mayor porción de poder posible; para terminar explicando los errores más comunes que cometen los países en la esfera internacional. Para dar más claridad a la obra, el autor se sirve de ejemplos sucedidos en el contexto internacional, que bien pueden haberse dado en la época de la Antigua Grecia o bien pueden ser tan actuales como las Primaveras Árabes o las guerras de Siria y Libia. Todo ello regado de citas de nombres célebres de una gran disparidad, pues de la misma forma incluye a Tucídices como a Lenin; a Chomsky, Sun Tzu, Da Vinci o Gandhi, entre muchos otros.
Esta obra, más allá de ser un ensayo (que lo es), está repleta de reflexiones del autor que beben directa o indirectamente de expertos en la materia y en los problemas que se narran, llegando a dar la impresión de que el autor hace indirectamente suyos muchos de estos pensamientos y teorías pero sin que lleguen a “salir de su boca”. Usa voces de otras personas para expresar cosas que, dichas directamente serian comprometedoras e incluso controvertidas, sobre todo para alguien que es un alto cargo militar y ha trabajado en las más altas esferas de la seguridad y la inteligencia europeas.
En la presente entrada no se pretende hacer un resumen de la obra, el cual por extensión, densidad e interés sería muy complicado de hacer; sino que se van a plasmar algunos de los pasajes más interesantes a juzgar por el que suscribe. El que quiera saber más no le quedará más remedio que leer el libro, ampliamente documentado e interesante por otra parte.
Especialmente llamativas (por venir de alguien que ha dedicado su vida al ejército y a los servicios de inteligencia) y profundas son las reflexiones y las páginas que dedica a hablar de la manipulación en los países occidentales, concretamente en temas tales como la libertad de expresión y de pensamiento, ligados al control de los medios de comunicación y sus posicionamientos políticos, así como a la tergiversación de conceptos como el de la “defensa de la libertad” o la “lucha por la libertad”. En un mundo en el que el 95% de los medios de comunicación son propiedad de 6 compañías privadas que aglutinan radio, televisión, prensa e internet, ¿pensamos lo que queremos o lo que de verdad creemos o es todo fruto de lo que nos dicen los medios?
Pero entrando en materia, sin duda una de las partes más extensas y llamativas del libro es cuando nos da las claves sobre las diferentes estrategias que usan las potencias mundiales (aquellos países más poderosos que se pueden permitir hacer y deshacer a su antojo alrededor del Globo) para mantener y ampliar sus intereses. Ejemplos de ellos son las operaciones de falsa bandera, que se trata de actuar como si se fuera otro para que el rival se lleve la culpa del acto y así desestabilizarlo; el uso de la mentira para manipular a las poblaciones o la creación de enemigos tanto externos como internos que amedrenten a la población y así ganarse su respaldo, llegando a afirmar el autor que “si no nos damos cuenta de que nos están lavando el cerebro, probablemente es que ya lo hayan hecho”.
Buena prueba de esto que explicamos, está en lo que el autor llama “buenismo”. En las sociedades occidentales se ha utilizado mucho este concepto tras los atentados de Daesh, refiriéndose a la actitud de parte de la sociedad que abogaba por la multiculturalidad y no por la mano dura contra del islamismo. Pues bien, Pedro Baños hace un uso parecido pero mucho más profundo de este concepto, aplicándolo a la política internacional del ex presidente de los Estados Unidos Barack Obama en concreto, y por extensión a la política exterior de muchos de los gobiernos estadounidenses. El “buenismo”, también conocido como soft power, trata de tener una cara amable en la política exterior, con una mentalidad aparentemente progresista y una imagen simpática y de paz, mientras que la realidad dice otra cosa bien distinta. Pero esta no está frente a las cámaras de televisión ni en las recogidas de los Premios Nobel de la Paz. Este soft power no se realiza únicamente a través de los políticos, sino que en él participan el cine, la televisión o la prensa, siempre en defensa de unos intereses empresariales concretos.
Sobre este tema resulta profundamente interesante el efecto CNN, llamado así por la cadena de televisión estadounidense, la cual está las veinticuatro horas del día dando noticias sobre lo que sucede en el contexto internacional. Pues bien, tal es la influencia de esta cadena, que hay estudios que afirman que las decisiones y la opinión pública internacional depende en parte de las imágenes que emite. De hecho, en la obra, esta cadena es puesta como ejemplo de seguir ciertas directrices gubernamentales para que la opinión pública sea más favorable a que el gobierno estadounidense imponga sus intereses.
Ejemplos de esta cuestión hay muchos en la obra, y el autor hace hincapié en la importancia de tener a las poblaciones con temor a enemigos externos (la lista de los países patrocinadores del terrorismo mundial que elabora Estados Unidos o la temida Venezuela en España) con la manipulación de los medios de comunicación. Arabia Saudí, por ejemplo, utiliza el soft power para controlar medios de comunicación por todo el mundo, mediante el sistema de suscripciones que utilizan los medios digitales para subsistir. Lo hacen creando falsos suscriptores a determinados medios de forma que estos llegan a ser dependientes del dinero que estas suscripciones falsas les proporcionan.
Obama dio la impresión de que en la esfera internacional no era tan belicoso como su antecesor, George Bush Jr, pero en realidad este actuaba de manera opaca y encubierta. Un claro ejemplo de ello es que el primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos aprobó en sus dos mandatos, el doble de ventas de armas que Bush hijo, llegando a la cifra de 284.000 millones de dólares. Calderilla. De hecho, este soft power está muy arraigado en la tradición anglosajona y no se limita a la guerra, sino que uno de sus pilares más importante no está ahí sino en la expansión de la “democracia” y de la “libertad”. Prueba de ello son los mensajes que se nos mandan siempre antes de realizar una operación militar en el extranjero: “se hace en favor de la democracia y para garantizar la libertad en tal territorio”. Como ejemplo del poder del soft power estadounidense, todos podemos decir al menos 3 estados de los Estados Unidos, mientras que es raro que podamos decir 3 regiones de alguno de los países europeos que se suponen son nuestros más próximos vecinos y amigos en la esfera internacional.
Otro caso altamente curioso que nos expone el autor es el control del cine norteamericano que hace el departamento de defensa de los Estados Unidos. No existe ninguna ley que diga qué se ha de grabar o qué no, pero hay un reglamento interno que dice que si la película es supervisada por el departamento de defensa y estos están de acuerdo con lo que ella se cuenta, esa película tendrá acceso al material militar del ejército de forma gratuita, cosa a la que es difícil rechazar. Esto ha tenido una increíble influencia en el cine, dado que los Estados Unidos son, con diferencia, el mayor exportador de cine del Mundo. Datos como el que hoy día la mayoría de la población cree que los que más contribuyeron a vencer a la Alemania nazi en la II Guerra Mundial fueron los Estados Unidos, o que en las películas de acción los malos siempre sean fundamentalistas islámicos o de países que pertenecieron a la URSS.
Así se Domina el Mundo es una obra valiente que da muchas claves y pistas de qué ha sucedido, porqué ha sucedido e incluso de qué puede suceder en el futuro en la esfera internacional. En un momento de la Historia en el que Donald Trump amenaza a Kim Jong-un vía Twitter y este le contesta lanzando misiles balísticos cerca de Japón, merece la pena tener alguna clave de qué posible estrategia están siguiendo y de qué esperan conseguir.
https://elcenicerodeideas.com/2018/01/22/asi-se-domina-el-mundo-pedro-banos-bajo/
http://www.descifrandolaguerra.es/asi-se-domina-el-mundo-desvelando-las-claves-del-poder-mundial/
http://www.descifrandolaguerra.es/asi-se-domina-el-mundo-desvelando-las-claves-del-poder-mundial/
Pedro Baños: "La diplomacia es un mundo canalla"
"Desde que nos levantamos de la cama somos manipulados", asegura este coronel del Ejército de Tierra en la reserva y experto en geoestrategia
Cerco y contracerco. Intimidación. Falsa bandera... Ciertas tácticas para debilitar al adversario se usan desde hace siglos. Otras -la patada a la escalera, el 'soft power', las copas de champán- son más recientes... y tienen visos de que van a perpetuarse. «Cambiará la tecnología y el modo de consumar las aspiraciones humanas, pero la ambición de sometimiento del prójimo seguirá siendo inmortal», escribe Pedro Baños en Así se domina el mundo (Editorial Ariel).
Baños (León, 1960) es coronel del Ejército de Tierra en la reserva, ex jefe de Contrainteligencia del Ejército europeo y uno de los mayores especialistas españoles en geoestrategia. Su libro, que va camino de la sexta edición, repasa los juegos de poder desde una perspectiva histórica pero sin caer en el tochismo o pretensión académica. Aunque cite a Sun Tzu y Maquiavelo, Baños se dirige a cualquiera que vea House of cards y tenga curiosidad por las maquinaciones de EEUU, Rusia o China.
«He querido que fuera un trabajo de amplia divulgación, porque creo que es necesario alertar a la población de tejemanejes que llevan muchas veces a que mueran miles de personas», explica sobre esa trastienda mundial en la que se mueven con soltura gente como Henry Kissinger. Con el ex secretario de Estado norteamericano Baños tiene en común las gafas y una visión clarividente de cómo funcionan las relaciones internacionales: «Es un mundo de lo más canalla e hipócrita. Las alianzas nunca son permanentes y cada país persigue unos intereses particulares». Resumido en uno de sus tuits: «La diplomacia no siempre tiene como objetivo la paz».
Las lecturas de este analista con experiencia militar en Bosnia, que estudió con los masones y los jesuitas, le llevan a afirmar que detrás de la mayoría de enfrentamientos armados siempre está el interés económico. Una lucha por el control de los recursos que provocará más conflictos en el futuro. «Hay una enorme rivalidad entre una Rusia creciente y unos EEUU decadentes. Putin se nos ha vendido aquí como un monstruo y, sin embargo, goza de buena imagen en el mundo». Pese a todo, Baños observa algo que une a los líderes de ambas potencias: «Putin y Trump promueven un nuevo conservadurismo o vuelta a los valores tradicionales: la oposición a la homosexualidad, el rechazo del aborto... Justo lo contrario de lo que propugna otro mundo ultraliberal financiado por magnates como George Soros».
Rusia y el 'procés'
¿Qué papel juega España en ese tablero? «Discreto. La geoestrategia la practican los grandes actores internacionales y España es un actor secundario. Intenta mantener cierta influencia, pero no en el plano de la maldad. No tiene ni interés ni capacidad», razona el coronel para, acto seguido, poner en valor los casi 30 años de misiones de paz de las Fuerzas Armadas en escenarios donde franceses y británicos no son bien vistos. «Los españoles nos adaptamos rápidamente a cualquier mercado. El único problema que tenemos es nuestro afán de autodestrucción».
- Usted pone en duda la implicación de 'hackers' rusos en la crisis de Cataluña.
- En el mundo cibernético es realmente complejo saber exactamente de dónde procede una injerencia o un ataque. La trazabilidad se puede ocultar de mil formas. Hay trucos incluso para camuflar el idioma de procedencia.
Baños es un rostro televisivo popular. Puede aparecer como experto en Espejo público cuando se produce un atentado o charlar desenfadadamente en Cuarto milenio sobre el asesinato de Kennedy. Desde su posición, alerta : «Se habla de posverdad y en realidad sería más acertado hacerlo de multimentira». Y añade: «Desde que nos levantamos somos absolutamente manipulados. Lo hemos vivido en Siria e Irak. Se han ocultado las decenas de miles de civiles que han muerto por bombardeos de la coalición internacional y sólo se ha informado de las fosas comunes del ISIS».
- ¿Qué falló en el sistema de Inteligencia español cuando se produjeron los ataques de Barcelona y Cambrils?
- Es difícil hablar de fallo, porque se dieron circunstancias que no son habituales. Hasta ahora los terroristas que habían actuado en Europa lo habían hecho desde un barrio periférico de una gran ciudad. Aquí lo hicieron desde una pequeña población donde sólo había 700 musulmanes. Además, los terroristas eran familia o amigos íntimos y no usaron medios electrónicos para comunicarse. Y tampoco compraron armamento, algo que podría haber activado alguna alerta...
- ¿Teme que España se pueda convertir en cuna yihadista?
- Aquí vivimos en condiciones muy diferentes a las de Francia o Bélgica. Hasta ahora no se habían creado guetos, aunque en Cataluña están empezando a aparecer...
A finales de agosto de 2002, el Mando de Fuerzas Conjuntas del Ejército de EEUU llevó a cabo lo que se llamó Millennium Challenge. Se trató del mayor simulacro de guerra de la Historia, costó 250 millones de dólares... y fue un fracaso. «Demostró que la tecnología no siempre vence en los conflictos. La parte humana es muy importante», concluye Baños, que lo mismo señala a Vietnam que a Corea del Norte. Países radicalizados por la amenaza de EEUU a los que la geoestrategia reserva un apelativo: el oso acorralado.