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Interpretar la economía del siglo XXI con claves del siglo XX y La sombra será muy alargada L.Foix

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Interpretar la economía del siglo XXI con claves del siglo XX  y La sombra será muy alargada L.Foix

1.Catalunya y la 'curva de la sonrisa': sede empresarial y valor añadido

A mediados de los años 90, el fundador de la empresa de ordenadores Acer, Stan Shih, analizó la rentabilidad de su compañía y comprobó que, a medida que se desarrollaba la tecnología informática, la rentabilidad de los procesos básicos de fabricación y ensamblaje era cada vez menor. Por el contrario, los procesos previos –investigación, patente de nuevos componentes, diseño de producto– y los posteriores –branding, márketing, distribución y servicio posventa– eran cada vez más rentables. Cuando dibujó en un papel la evolución de la rentabilidad en función de la fase del producto, el resultado fue una curva en forma de u.

Desde entonces se conoce como curva de la sonrisa el fenómeno por el que, en muchos sectores –en especial los intensivos en tecnología–, el valor añadido y la rentabilidad se concentran en las fases del producto previas y posteriores a la fabricación, que pasa a ser el elemento más tangible pero menos relevante del proceso productivo.

El paradigma de la fabricación del iPhone


Esto no quiere decir que la industria no sea ya fuente de empleo o de valor añadido, sino que, en un mundo de cadenas de valor globales, se configura no tanto como un bloque sino como un complejo de elementos dispersos en los que los servicios vinculados pueden ser tan importantes como los propios bienes.
Así, en los años 60, un país que producía un televisor llevaba allí a cabo todas las fases de la producción. Hoy en día, comprar un iPhone de Apple diseñado en EEUU supone la importación y ensamblaje en China de más de 17 componentes de 5 países antes de su envío. Pero el made in China no debe engañarnos: la sede de EEUU se queda con más de un 60% del valor añadido, y China con apenas un 5%.
Esta curva de la sonrisa no se da en todas las industrias, pero sí en los sectores más intensivos en tecnología, I+D y diseño –donde las patentes suelen ser importantes–: empresas tecnológicas, de moda, calzado deportivo, químicas, farmacéuticas, biotecnológicas o servicios de alto valor añadido, como banca o seguros.

No habrá salarios industriales como los de los 60  

Las implicaciones de política industrial son evidentes: un centro de producción –salvo excepciones, como industrias metálicas– puede ser hoy menos interesante que la sede de una multinacional con un alto componente de conocimiento o servicios accesorios (la pelea por la segunda sede de Amazon es un buen ejemplo). Y es que un alto valor añadido implica altos salarios, que hoy en día absorben investigadores, diseñadores y responsables de logística y márketing. La fabricación en sí, amenazada por la deslocalización y la automatización, ya nunca pagará a sus empleados –especialmente a los menos cualificados– salarios como en los 60, cuando generaba un alto valor añadido.

Todo este análisis es aplicable al reciente éxodo empresarial de Catalunya derivado de la incertidumbre y las tensiones secesionistas, ya que, en la medida en que se desplace la sede de dirección efectiva a otras comunidades autónomas, es muy probable que lo hagan también las actividades de alto valor añadido. Dicho de otra forma: si una empresa intensiva en tecnología se va de Catalunya, que mantenga allí solo la planta productiva va a ser un magro consuelo.
Lo preocupante es que, entre las 3.000 empresas que han anunciado su salida, muchas son intensivas en conocimiento: farmacéuticas o biotecnológicas (Laboratorios Ordesa, Pangaea Oncology, Indukern, Oryzon o Uxafarma), de telecomunicaciones (Eurona, Cellnex), textiles (Dogi) o químicas (Inkemia); y también servicios de banca (CaixaBank, Banc Sabadell) o seguros (Zurich, Axa o Catalana de Occidente), cuya rentabilidad hoy en día ya no está vinculada al negocio tradicional de sucursales sino a la banca digital y de inversión, seguros y productos a medida, lejos de la parte central de la cadena de valor.
Así pues, quien crea que el traslado de sedes de empresas tecnológicas o de servicios de alto valor añadido no va a tener efectos sobre el conocimiento, el crecimiento, el PIB, los salarios y el empleo en Catalunya está cometiendo un grave error: el error de interpretar la economía del siglo XXI con claves del siglo XX. Porque en estos sectores la sede puede llevarse consigo gran parte de la cadena de valor más relevante.

La llamada revolució dels somriures está generando una incertidumbre empresarial que, enfrentada a la realidad del éxodo empresarial y a la corba del somriure, puede terminar con la prosperidad económica de Catalunya convertida en una triste mueca de desesperación general.




Enrique Feás

http://www.elperiodico.com/es/opinion/20171213/catalunya-y-la-curva-de-la-sonrisa-sede-empresarial-y-valor-anadido-6492240


2.La sombra será muy alargada L.Foix


La sombra del movimiento independentista será muy alargada en Catalunya y en España. Dentro de una semana se abrirán las urnas en unas condiciones anómalas si se tiene en cuenta que han sido convocadas por el artículo 155 de la Constitución en respuesta a la decla­ración de la República, impulsada y votada por una mayoría suficiente en el Parlament de Catalunya.
El proceso ha dividido al país, que se ha enfrentado consigo mismo de forma inesperadamente radical e inútil. A pesar de ocupar portadas y abrir noticiarios en todo el mundo, la marca Barcelona ha ­salido perjudicada y la causa de la in­dependencia no ha ganado más adeptos en Europa y en el resto de países. Pero tampoco el prestigio de España ha salido reforzado.
Los datos económicos adversos, la marcha de empresas y la pérdida de ­dinamismo en el mercado de trabajo ­tienen como causa más inmediata la ines­tabilidad que se ha vivido desde que ­Artur Mas nombró sucesor a Carles Puigdemont.
Es una incógnita, digan lo que digan las encuestas, vaticinar un resultado aproximado el próximo jueves. Con todo lo que ha ocurrido en los últimos meses es improbable que el mapa electoral sea el que existía antes de la aplicación del artículo 155. Se detecta que habrá una participación récord que a buen seguro incidirá en los resultados.
El relato de la campaña no se mueve del independentismo y las cábalas sobre cómo puede ser el próximo gobierno también se fabulan en esta clave. Desde que la fiebre del proceso acampó en la sociedad catalana y española, se han producido sorpresas en los resultados. El eje nacional ha sido casi hegemónico, pero el eje social siempre ha dejado su huella en las urnas y ha influido en las ­investiduras.
Puede haber sectores del electorado independentista que voten pensando en Puigdemont discurseando a diario desde Bruselas o en Junqueras rumiando en su celda de 12 metros cuadrados y enviando mensajes y una carta muy dura a Mariano Rajoy.
Las divisiones contenidas en el seno del independentismo son más abiertas en el frente constitucionalista. En los dos casos se trata de obtener el poder. Pero en los resultados también intervendrá la confianza que inspiren todos en las cuestiones sociales como la sanidad, la educación, la financiación, las pensiones y la ley de la dependencia. Pienso que el grueso del electorado pensará muy especialmente en cómo se va a gobernar Catalunya en los próximos cuatro años más que en debates únicos que nos han llevado a la anomalía política en la que vivimos.
No es cuestión de pensar en los errores cometidos por todos en los últimos años, sino en recuperar un mínimo de confianza mutua y optimizar las capacidades de una sociedad que había conseguido ponerse en el centro del tablero de excelencia europea. Volver a la cultura del esfuerzo, del respeto y la solidaridad interna y externa.
Publicado en La Vanguardia el 14 de diciembre de 2017

http://www.foixblog.com/2017/12/14/la-sombra-sera-muy-alargada/

Comentarios




Es muy complicado establecer escenarios, por esto me molesta que algún independentista, simplifique los riesgos, simplifique el encaje de un nuevo estado en la economía mundial, con esto no quiero decir que la independencia es imposible o no es viable, solo quiero remarcar que el esfuerzo para serlo seria titánico, decir que costaría una generación es quedarme corto, con el condicionante que industrialmente y que en investigación y desarrollo y enlaces universidad, con modelos triple o cuádruple hélice, nos pusiéramos al día para adaptarnos a la actual revolución científica, no es cuestión solo de inversiones, banco central, endeudamiento, es cuestión sobretodo de gestión del conocimiento y los recursos necesarios para avanzar.

'Las implicaciones de política industrial son evidentes: un centro de producción –salvo excepciones, como industrias metálicas– puede ser hoy menos interesante que la sede de una multinacional con un alto componente de conocimiento o servicios accesorios (la pelea por la segunda sede de Amazon es un buen ejemplo). Y es que un alto valor añadido implica altos salarios, que hoy en día absorben investigadores, diseñadores y responsables de logística y márketing. La fabricación en sí, amenazada por la deslocalización y la automatización, ya nunca pagará a sus empleados –especialmente a los menos cualificados– salarios como en los 60, cuando generaba un alto valor añadido.


Todo este análisis es aplicable al reciente éxodo empresarial de Catalunya derivado de la incertidumbre y las tensiones secesionistas, ya que, en la medida en que se desplace la sede de dirección efectiva a otras comunidades autónomas, es muy probable que lo hagan también las actividades de alto valor añadido. Dicho de otra forma: si una empresa intensiva en tecnología se va de Catalunya, que mantenga allí solo la planta productiva va a ser un magro consuelo.
Quien crea que el traslado de sedes de empresas tecnológicas o de servicios de alto valor añadido no va a tener efectos sobre el PIB, los salarios y el empleo en Catalunya comete un grave error 
Lo preocupante es que, entre las 3.000 empresas que han anunciado su salida, muchas son intensivas en conocimiento: farmacéuticas o biotecnológicas (Laboratorios Ordesa, Pangaea Oncology, Indukern, Oryzon o Uxafarma), de telecomunicaciones (Eurona, Cellnex), textiles (Dogi) o químicas (Inkemia); y también servicios de banca (CaixaBank, Banc Sabadell) o seguros (Zurich, Axa o Catalana de Occidente), cuya rentabilidad hoy en día ya no está vinculada al negocio tradicional de sucursales sino a la banca digital y de inversión, seguros y productos a medida, lejos de la parte central de la cadena de valor.
Así pues, quien crea que el traslado de sedes de empresas tecnológicas o de servicios de alto valor añadido no va a tener efectos sobre el conocimiento, el crecimiento, el PIB, los salarios y el empleo en Catalunya está cometiendo un grave error: el error de interpretar la economía del siglo XXI con claves del siglo XX. Porque en estos sectores la sede puede llevarse consigo gran parte de la cadena de valor más relevante.
La llamada revolució dels somriures está generando una incertidumbre empresarial que, enfrentada a la realidad del éxodo empresarial y a la corba del somriure, puede terminar con la prosperidad económica de Catalunya convertida en una triste mueca de desesperación general.'' Enrique Feas 


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QUIZAS algún empresario del tipo burgués, pensó q con la independencia podría frenar esta deriva y por esto apoyo el proceso, craso error.
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La clave esta en las clases medias, tanto en el caso catalán como en el escoces, que han visto su posición depauperarse y sobre todo, las perspectivas de movilidad disminuirse. Estas clases medias no se han visto afectadas por el desempleo tanto como por los recortes en servicios públicos y por la devaluacion interna. El problema es que si piensan que siento independientes se solucionaran sus problemas, creo que están errados

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