Nunca al margen de Europa
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Las constantes intervenciones de Carles Puigdemont desde Bélgica han puesto de relieve contradicciones sobre cuestiones de cierta importancia. A falta de una versión con más detalles sobre lo ocurrido en los últimos tres días antes de su huida a la capital europea, sabemos el cambio de opinión sobre la convocatoria de elecciones que había decidido anunciar el mediodía del viernes. Oriol Junquerasy Marta Rovira no apoyaron aquella decisión tomada de madrugada, las redes se le echaron encima y Gabriel Rufián le echó en cara las 155 monedas de Judas en su célebre tuit. No convocó las elecciones con el pretexto de que Rajoy no le aseguró que no intervendría la Generalitat a pesar de la mediación sellada por el lehendakari Urkullu.
Fue una decisión política que no resultó inocua porque, a mi juicio, comportó la pérdida del control del proceso y aceleró la aprobación del Senado para que Rajoy anunciara el cese de Puigdemont y de todo su Govern.
El tiempo y la historia dirán si su huida a Bruselas, acompañado de cuatro consellers, fue una decisión política y personal acertada. En todo caso, Puigdemont lleva un mes haciendo declaraciones a muchos medios y en diversos idiomas sobre la torpeza y los tics autoritarios de Rajoy mientras proclamaba que él es el presidente legítimo de Catalunya.
Se ha movido con libertad en Bélgica y ha dicho lo que ha considerado oportuno porque, entre otras cosas, Bruselas es la capital de la Unión Europea, una institución en la que se respetan los derechos de las mayorías y de las minorías en el ámbito de las leyes nacionales y comunitarias.
La justicia se pronunciará en su momento sobre la petición de extradición española, contra la que Puigdemont podrá recurrir como cualquier otro ciudadano. Nosotros los europeos, escribió Bauman, hemos sido creados en la diversidad y pasamos nuestras vidas en compañía de la diferencia. Se ha dicho en ocasiones que el universalismo inherente al espíritu europeo consiste en su capacidad para conversar con el extranjero.
Las declaraciones recogidas en este diario el domingo cabe enmarcarlas en la necesidad de fabricar titulares del expresident Carles Puigdemont. La afirmación de que la Unión Europea es como un “club de países decadentes, obsolescentes, en el que mandan unos pocos, además, muy ligados a intereses económicos cada vez más discutibles” cayó como un jarro de agua fría en las filas de los independentistas más reflexivos. Pensé también en la reacción de los veteranos europeístas convergentes, Jordi Pujol, Carles Gasòliba y el fallecido Joaquim Muns entre ellos, que hicieron de la carta europea uno de los ejes principales de su pensamiento político.
Es reciente todavía el discurso del Govern según el cual, en caso de independencia, Catalunya no saldría de la Unión Europea porque Bruselas no podría prescindir de un país tan identificado con Europa. Puigdemont nos proponía el domingo una consulta para averiguar si los catalanes queríamos o no seguir formando parte de la UE. ¿Dónde está la coherencia del relato? De Gaulle, según Alain Peyrefitte, decía que Europa está compuesta de viejas naciones que tienen muchos siglos a sus espaldas, lenguas diferentes, culturas distintas. No se pierde la identidad nacional por el hecho de formar parte de la Unión. Los alemanes, polacos, franceses, españoles, catalanes, vascos, gallegos, piamonteses o daneses lo seguirán siendo.
La capacidad de los independentistas para corregir el discurso está más que probada. Marta Rovira pasó del euroescepticismo al eurocriticismo y el diputado Jordi Xuclà decía desde Madrid que “somos un país europeísta aunque la UE no esté a la altura”.
Posiblemente, Puigdemont se dio cuenta de que no se puede banalizar a la UE por muchos que sean sus defectos y su decadencia sin tener en cuenta los logros de progreso, libertades, convivencia y paz social que ha significado en el último medio siglo para millones de europeos.
Las presiones y críticas llegaban de ámbitos amigos hasta el punto de que el lunes a mediodía Puigdemont colgó un tuit en el que decía que “El catalanismo es indudablemente europeísta. Siempre lo ha sido, lo es y lo seguirá siendo. Queremos una Europa más integrada, más próspera, más democrática y más comprometida. Tenemos que conjurarnos para mantener vivos estos valores”. Rectificación de 180 grados. Pantalla pasada.
La identidad europea implica la coexistencia de todas las identidades a la vez, sin problemas y sin traumas, siempre que todos los europeos exijan a los demás las reglas y las normas que ellos mismos cumplen. Puigdemont recibirá el homenaje de decenas de miles de partidarios que viajarán a Bruselas la próxima semana para mostrar su apoyo al expresident y para hacer uno de los primeros actos de campaña de su candidatura.
Nadie les impedirá su libre paso por el espacio Schengen y manifestarse a favor de quien quieran. Dudo que exista un espacio tan amplio de libertades en otras partes del mundo. Y tanto Puigdemont como los independentistas lo saben. Es una insensatez política mantener abiertas a la vez la confrontación con España y con la UE.
Publicado en La Vanguardia el 29 de noviembre de 2017
Homenaje a J.Muns: “Como era tan brillante en economía como en derecho, separaba lo fundamental de lo accesorio, la ficción de la realidad y el interés del pueblo y el de sus clases dirigentes, que no siempre coinciden, abría ventanas que nos permitían descubrir lo que ocultaban las grandes operaciones de propaganda y con todas las condecoraciones y recompensas del sector público e informativo (Premio de periodismo Conde de Godó 2.011) catalán, supo estar a sus 78 años y en un momento que lo necesitaba, al servicio de su pueblo
Próximo a cumplirse el primer aniversario de su fallecimiento adjunto una muestra de
Sus opiniones:
1- Sobre la independencia de Cataluña:
“Respecto a la UE, y tal como han indicado todos sus representantes que han aludido a este tema en los últimos días, la separación política de Catalunya de España la dejaría automáticamente fuera de la UE, ya que es el Estado español y no sus territorios constitutivos el signatario de los tratados con la UE”…En la arena internacional no hay ningún padrino relevante (Estados Unidos, Rusia, Alemania) dispuesto a avalar la independencia de Catalunya y a cerrar los ojos a las leyes que ahora la obstaculizan. En estas condiciones, resulta muy preocupante que algunos vean como solución de último recurso la declaración unilateral de independencia por parte del Gobierno catalán. Este paso sería una garantía del total aislamiento internacional de Catalunya.
El forcejeo con el Gobierno de Madrid ha absorbido, hasta ahora, las energías y las inquietudes en el planteamiento de la independencia de Catalunya. Pero, en realidad, los obstáculos para alcanzarla que provienen del exterior, especialmente de la UE, son tanto o más decisivos que los planteados por Madrid. Querer ignorar los condicionantes políticos y económicos del mundo que nos rodea sólo puede conducir al desprestigio internacional de Catalunya.” https://www.notariosyregistradores.com/web/secciones/opinion/en-homenaje-a-joaquim-muns/
- 2012 J.Muns “Creo que sería irresponsable y sumamente peligroso lanzarse por esta senda, por muy ilusionante que pueda ser para algunos, sin una seria reflexión sobre las consecuencias de todo tipo –políticas, económicas, sociales, etcétera– que necesariamente se presentarían a lo largo de un hipotético proceso de independencia de Catalunya.”,,,,”Creo que cabe extraer tres conclusiones principales de este artículo. La primera es que no se pueden ignorar, simplificar y menos idealizar las consecuencias económicas de un eventual proceso de independencia de Catalunya. Segundo, que los estragos de la crisis pesarían severamente en las cargas que un futuro Estado catalán tendría que asumir al iniciar su singladura. Así, sería muy probable que Catalunya tuviera, de entrada, una deuda pública, entre propia y heredada, superior al 50% del PIB. Tercero, sin una información fidedigna y rigurosa y una aportación serena y reflexiva de todos, especialmente de los responsables políticos, es imprudente y peligroso tomar una decisión del calibre de la independencia de Catalunya. ”http://articulosclaves.blogspot.com.es/2012/10/reflexion-muns-catalunya-y-su.html?q=muns
- Sobre los políticos:“Hemos tenido la mala suerte histórica de que la peor crisis en muchas décadas haya coincidido con la peor clase política en muchos años”“Es el momento de dejar de lado la manoseada retórica partidista que ya prácticamente no significan nada -derechas, izquierdas, progresistas, etc.- y prestar especial atención a la categoría intelectual y a la experiencia de los candidatos.En nuestra sociedad se está produciendo un fenómeno lamentable y paradójico. Me refiero al continuo descenso del nivel de preparación de nuestros políticos en el preciso momento en que la gestión pública deviene más compleja y exigente.La evolución cultural, social y económica de los últimos años a todos los niveles es vertiginosa. La crisis económica global que el mundo padece desde hace tres años, fruto de los desajustes y tensiones que produce este proceso acelerado de cambio, tiene dos consecuencias que, como electores, deberíamos tener en cuenta. Por un lado, la relativización de los programas electorales. Cada vez es más difícil que éstos puedan seguir la aceleración de la realidad. En segundo lugar y como corolario de ello, la competencia y la experiencia de los dirigentes pasan a ser la mejor garantía para afrontar con esperanza razonable de éxito las consecuencias de los problemas y crisis que nos han sacudido y que, desgraciada pero inevitablemente, seguirán azotándonos durante mucho tiempo.El progreso de las naciones depende de muchos factores, pero creo que la experiencia de los últimos años está demostrando el creciente protagonismo de los líderes políticos bien preparados.” J.Muns