"Es aplicación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la CE78 que defendemos. A nadie se le puede encarcelar sin un juicio previo, con todas las garantías que le ofrece nuestra democracia. La excepción está en los casos en que existe un riesgo de destrucción de pruebas, fuga o reiteración delictiva. Dado que esta señora (hoy estoy condescendiente) está fuera de las instituciones, poco puede hacer por estorbar la instrucción. El riesgo de fuga es bastante bajo, especialmente si está bajo vigilancia policial, con obligación de comparecer, pasaporte retirado, ... Finalmente, si acta la CE78, el 155, acepta mantenerse al margen de la vida política, acepta la legitimidad del nuevo Parlamento que surja de las urnas, ... pues lo lógico es sacarla de la cárcel, seguir con las medidas cautelares menos agresivas y seguir instruyendo la causa. El Tribunal que juzgue sus hechos impondrá una condena, la que sea, apelable y recurrible. ESO ES UNA DEMOCRACIA, que ampara los derechos individuales incluso de quienes la rechazan, pero se defiende de ellos.
Se deben de respetar las decisiones judiciales cuando me benefician o simpatizo con sus resultados, creo que debo respetarlas cuando me perjudican o no me gustan. Si estoy un día defendiendo a una juez por encarcelar a unos y defiendo la independencia judicial frente a las interferencias políticas, no voy a censurar al mismo u otro juez y lanzar diatribas por dejarse influir (supuestamente). COHERENCIA.
Con independencia de si fueran "influencias", "injerencias" o "miedo a parecer tal o cual cosa" estaríamos aceptando que nuestro sistema judicial es incapaz de cumplir los estándares de una democracia. ESO sería gravísimo en si mismo, pero es que siendo FALSO como me consta en el día a día de los Juzgados (ojo, son humanos) tiene el inconveniente de estar dando la razón a los independentistas y podemitas. Es lo que se llama "caer en una trampa dialéctica" por querer ser "más papista que el Papa". M.Serra