Quantcast
Channel: Articulos.claves
Viewing all articles
Browse latest Browse all 15581

Insomnio colectivo / Equivocaciones /Idiotez o muerte

$
0
0

1.Insomnio colectivo


¿Duerme mal? ¿Se despierta a las 4 de la mañana y luego no hay manera de volver a dormirse? ¿No da pie con bola en el trabajo o en clase? ¿Se ha avergonzado de sí mismo tras gritar a alguien sin motivo o al descubrir que empieza a tener malos modos? ¿Palabrotas? Pues es normal.
Es lo que suelen hacer los humanos para adaptarse a una fuente de estrés extra definida por la incertidumbre, la inseguridad, la falta de control sobre la situación, la imposibilidad de acceder a un interlocutor: estar en manos del destino. Y todo ello agravado por una cierta desconfianza hacia el que está al lado.
No es una enfermedad. Los síntomas se relacionan más con una pérdida de bienestar. Pero teniendo en cuenta la distancia que media entre enfermar y no, “se podría pensar que estamos afectados de un trastorno adaptativo colectivo”, explica Enric Álvarez, director de psiquiatría del hospital de Sant Pau. “Aquí nadie queda indiferente, sobre todo porque es una exposición a una alta actividad emocional”, se suma Manuel Valdés, psiquiatra experto en problemas de sueño, “de los de verdad”, y en estrés. Los pacientes también están acusando el impacto de la incertidumbre y la falta de control sobre lo que ocurre, pero lo que manifiestan es que están hartos.
¿Por qué nos sentimos mal?
Inseguridad, falta de control sobre lo que ocurre y desconfianza hacia los de al lado
“Si no hay un agravamiento de esa inseguridad, los humanos tendemos a adaptarnos y los síntomas se amortiguan”, coincide Víctor Pérez, responsable de psiquiatría del hospital del Mar. Si no es así, cabe también estar un poco peor, con dolores de cabeza, diarreas, cambios bruscos de humor debidos al agotamiento, la frustración, la insatisfacción.
Pero empeorar no sólo pasa por un agravamiento de los hechos y de esos síntomas. “Hay un problema de expectativas: perder, sentirse humillado es lo peor que nos puede pasar. La humillación no sólo te daña, sino que te hace más vulnerable, sobre todo a la depresión y la ansiedad”, explica Víctor Pérez, de amplia experiencia en suicidio y bullying. Y en cualquiera de las posiciones en las que se esté en estos momentos, es fácil sentirse perdedor y humillado. “Estamos en un pulso simétrico: tan malo será perder como ganar, porque lo bajamos a nivel personal”.
Para salir de ese estado de insomnio colectivo, aparte de confiar en que el tiempo amortigüe sus efectos, los especialistas señalan la importancia de no dejar de hacer lo que se hace siempre (ejercicio, amigos, cine, fútbol...). También de desconectar de la información continua, para limitarla a algunos momentos del día, “pero manteniendo el equilibrio con estar informado, porque no saber incrementa la incertidumbre, porque cuando no sabes, te la inventas. Mucho peor”, advierten.
¿Qué hacer?
Reparar los círculos donde encontramos bienestar y poner horario al problema
También citan, sin ninguna ironía, rezar, porque realmente muchos se sienten a merced del destino. No obstante, al cabo de cinco noches seguidas con un mal dormir, es conveniente ir al médico de cabecera, que posiblemente le recetará una dosis pequeña de un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS, como el popular Prozac). Y poner en contexto lo que se está viviendo. “Las catástrofes de verdad son de otro calibre. La nuestra es de absolutos privilegiados”, recuerda Valdés.
Para la zona cotidiana, “tenemos que rehacer los círculos de bienestar, porque esta situación nos los ha roto. La discrepancia está en el seno de cada familia, cada grupo de amigos, en el trabajo. En el tratamiento del bullying vemos cómo poner el foco en la víctima o el verdugo no permite avanzar. Sí en cambio si incidimos en esas dos o tres personas que todos tenemos en nuestros círculos de bienestar. Hablamos de los que siempre recuerdan los cumpleaños, los que montan la despedida de soltero. Esas personas son las que realmente recomponen lo que se ha roto, en este caso, en el instituto. Eso podemos hacer cada cual con sus círculos”.
La razón no hace mella en las creencias, que van por otra parte del cerebro
Porque uno de los problemas que afloran en las últimos meses y se ha disparado en las últimas semanas es la imposibilidad de hablar con el que piensa diferente. No hay manera de convencer al otro, no hay manera siquiera de debatir exponiendo diferentes ideas. “Porque nuestras discrepancias no están pasando por el córtex prefrontal, no son razonadas. Se producen en la amígdala, el terreno más emocional del cerebro humano”, explica Enric Álvarez. Un estudio publicado en ­diciembre del 2016 por investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad del Sur de California Los Ángeles intentó aclarar con técnicas de neuroimagen cómo nos aferramos a unas ideas aunque la razón indique lo contrario. Cuarenta adultos sanos de esta zona de Estados Unidos con fuertes vínculos con el partido republicano pasaron por varias preguntas y contrapreguntas mientras sus cabezas eran escaneadas. Cuando la pregunta se refería a un dato no emocional (¿Quién descubrió la electricidad?), los participantes aceptaban sin problema cambiar de opinión cuando se les ofrecía una evidencia. Cuando las preguntas se referían a su opinión sobre las personas negras o sobre el aborto, u otras afirmaciones pertenecientes a su creencia política, las evi­dencias no les hacían mella. “Las creencias basadas en la emocionalidad son muy resistentes al razonamiento crítico y discurren, como muestran en el estudio, en el cerebro emocional (amígdala), no en el del razonamiento, el córtex prefrontal”, explica Enric Álvarez. “Los sentidos de pertenencia grupal son de esta índole”.
En medio, los niños. “Nos hemos pasado años diciendo que las cosas se arreglan hablando y escuchando, y lo que ven ahora parece una gran contradicción”, recuerda el responsable de psiquiatría de Vall d’Hebron Antoni Ramos-Quiroga. Anima a hacer un esfuerzo por poner en práctica esas ideas, “explicando que hay diferentes formas de ver las cosas, contextualizando y recordando lo valioso que son los amigos”.

http://www.lavanguardia.com/vida/salud/20171012/431994273477/incertidumbre-efectos-salud-ansiedad-insomnio.html 

2.Equivocaciones

Es cierto que no soy la única que se ha equivocado. Más cierto aún que equivocarse ha sido inevitable ante bandazos como los de Ada Colau o la deriva del propio Puigdemont


Miro hacia atrás y me asusto al comprobar el número de errores que he cometido al analizar el proceso catalán. A veces he pensado incluso en dejar de escribir columnas, porque no se puede analizar lo que no se entiende y ha habido momentos en los que no he entendido nada. Es cierto que no soy la única que se ha equivocado, más cierto aún que equivocarse ha sido inevitable ante bandazos como los de Ada Colau, que un día apareció como la khaleesi de los alcaldes independentistas, en una escenografía ciertamente memorable, y a la hora de la verdad pidió que no se declarara la independencia, o la deriva del propio Puigdemont, capaz de elevar a sus seguidores hasta el cielo para dejarlos caer en el barro en menos de un minuto.
A riesgo de equivocarme otra vez, creo que los últimos acontecimientos prueban que nos hallamos a merced de dos gobiernos muy semejantes, separados por una diferencia fundamental. El que preside Rajoy es nefasto, autoritario, encubridor de sus propias corrupciones y profesional. El que preside Puigdemont es nefasto, autoritario, encubridor de sus propias corrupciones y aficionado. El último adjetivo inclinará la balanza, pero los otros tres son mucho más importantes.
La izquierda se equivoca al anteponer el sentimentalismo facilón de las banderas a su propia ideología en un panorama tan incierto que ya, lo de menos, es la independencia de Cataluña. Lo que nos estamos jugando es que la extrema derecha resucite, que el radicalismo se acuerde de la lucha armada y que lo malo se convierta en lo peor. Ojalá me equivoque una vez más.
Almudena Grandes
http://cadenaser.com/programa/2017/10/13/hoy_por_hoy/1507871697_964177.html?ssm=fb

 

 3.Idiotez o muerte


Portada y un fragmento del editorial del último número de 'Charlie Hebdo'.

“Los catalanes, más idiotas que los corsos”. El título sobre la portada del último número de Charlie Hebdo, dedicada al proceso independentista catalán que retrata con una caricatura de tres hombres encapuchados y armados colocados tras una mesa tapada con un mantel blanco y “exigiendo un debate”, no deja lugar a dudas sobre la opinión que le merece la actuación del Gobierno de Carles Puigdemont. Pero por si acaso, lo deja claro también en su editorial, titulado a su vez “Idiotez o muerte”: para la revista satírica francesa más irreverente, el procéses una farsa que ha generado una especie de admiración absurda en ciertos sectores de la izquierda europea que no son conscientes, advierte, de que detrás de una palabra tan “altisonante” como la independencia “se esconden preocupaciones a veces menos nobles”.
“Como con la Liga Norte en Italia, son siempre las regiones más ricas las que la reclaman”, sostiene Charlie. “Casi parece escucharse la voz de la despreciable Margaret Thatcher (diciendo) ‘quiero que me devuelvan mi dinero”, acusa la revista en su editorial, en el que no muestra consideración alguna por los argumentos esgrimidos por los independentistas en los últimos días, semanas y meses. “¿De qué destino trágico quieren liberarse los catalanes hoy?”, se pregunta. “La independencia de Cataluña no tiene como objetivo liberar a esta región de una tiranía que ya no existe, ni de permitir que la economía prospere, puesto que ya lo hace y, menos aún, para obtener el derecho de hablar una lengua autorizada desde hace mucho tiempo”, se responde a sí misma Charlie. “La obsesión identitaria que se extiende por Europa como el moho sobre la fruta toca la extrema derecha, pero también la izquierda. Porque el nacionalismo de derechas y el nacionalismo de izquierdas tienen un punto en común: el nacionalismo”, zanja.


La dureza de la portada, más allá del lenguaje insultante —un clásico del semanario— se debe a que, con ella, Charlie Hebdo compara el independentismo catalán con movimientos violentos como el Frente de Liberación Nacional de Córcega (FNLC), una organización armada corsa que nació en 1976 para luchar por la independencia de la isla que fue responsable de decenas de asesinatos y cientos de atentados y que acabó renunciando a la lucha armada, carcomido por cruentas guerras internas. Aunque el símbolo colocado sobre el mantel blanco que cubre la mesa tras la cual se sitúan los “independentistas” encapuchados retratados por la revista es el del FNLC, la imagen también recuerda a la escenografía que montaba ETA para hacer sus demandas.
No es la primera vez que Charlie Hebdo se mofa del independentismo catalán. Lo ha hecho en varios artículos publicados en su web en las últimas semanas con titulares tan explícitos —la sutileza no es el fuerte de esta revista— como “¿Cómo se dice democracia en catalán?”, en el que recuerda que todo el proceso de referéndum fue realizado saltándose a la torera el Govern las leyes, incluso las suyas propias. O en el de “Independencia, modo de empleo”, en el que critica el “voto de opereta” y la “crisis de histeria” que han rodeado todo el procés y que “da esperanzas a todos los nacionalismos más podridos, ya sean regionales, departamentales, municipales, de barrio, de calle o de alcantarilla”.
Una idea que retoma también en el editorial de su último número. “Si existen unas 200 lenguas en Europa, ¿por qué no crear 200 nuevos países? ¿Y por qué no proclamar tantas declaraciones de independencia como el número de quesos y de vinos que hay en Europa?”, ironiza.
Es además la segunda vez que Charlie Hebdo se fija en Cataluña en menos de dos meses. La última vez fue tras los atentados de Barcelona y Cambrils en agosto. En esa ocasión, la revista que en enero de 2015 sufrió un ataque terrorista en su redacción en el que murieron 12 personas, incluidos destacados redactores y dibujantes, sacó en su portada un dibujo retratando a dos personas muertas tras ser arrolladas por una furgoneta como la que conducía el terrorista que mató a 16 personas en las Ramblas. Con esa decisión, Charlie Hebdo demostró que sigue siendo esa revista irreverente, abiertamente burda y hasta grosera y decidida a no arredrarse ante ningún tabú. El independentismo catalán no iba a ser menos.
  • https://elpais.com/internacional/2017/10/11/mundo_global/1507733539_710718.html 

4.Peleas de familia, contactos eliminados: el efecto en las relaciones de la tensión en Cataluña

  • https://verne.elpais.com/verne/2017/10/09/articulo/1507555965_804534.html?id_externo_rsoc=FB_CM_Verne


Viewing all articles
Browse latest Browse all 15581

Trending Articles