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Independencia de Cat y responsabilidad: A favor Impacte economic Catalunya vs Las cuentas y los cuentos de la Independencia

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Asumir responsabilidades, hay dos enfoques: Catalunya es viable o no es viable economicamente si es independiente. Asumir responsabilidades es que quienes indican y apoyan la independencia, quienes aseguran que no saldremos del euro, si no logran un desarrollo de Catalunya deberian de dimitir y asumir con su patrimonio las perdidas economicas. Por el contrario los que no creen que sea posible, deberian tener la opción de no tener que arriesgar su patrimonio en esta aventura.Si saliese bien los no independistas tambien deberian asumir que han errado. Ante el riesgo por ambas partes seria mejor defender el federalismo.

http://articulosclaves.blogspot.com.es/2015/09/cameron-afirma-que-si-cataluna-se.html
http://articulosclaves.blogspot.com.es/2015/09/cataluna-y-la-union-europea.htm

http://articulosclaves.blogspot.com.es/2015/07/las-razones-del-federalismo-rmaiz.html
http://articulosclaves.blogspot.com.es/2015/07/efecto-frontera-cat.html



1.Economía de Cataluña: Preguntas y respuestas sobre el Impacto económico de la Independencia 

Economia de Catalunya.Preguntes i respostes sobre l'impacte econòmic de la independència
Comissio d'economa Catalana (Col-legi d'economistes de Catalunya)
ed:Profit
https://www.youtube.com/watch?list=UU67Wcf-Bn7qmom5Ci8SEllw&v=o-lKCnMpp4Y

El 2324 d'avui ha començat amb la presentació del llibre firmat per Modest Guinjoan i Oriol Amat sobre la independència de Catalunya. Exactamente el llibre es titula: "Economia de Catalunya. Preguntes i respostes sobre l'impacte econòmic de la independència". La tesi no és una altra que la demostració des de diversos punts de vista de la viabilitat econòmica d'una hipotètica Catalunya al marge d'Espanya.
http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/programa/2324---13022014/video/4903271/
http://www.coleconomistes.cat/Canales/Ficha.aspx?IdMenu=899e482a-f1b2-4ab3-aa89-b0d1fd4be788&Cod=c00689b8-d23b-47cb-b743-c88be3890dd2&Idioma=ca-ES

Debate
https://www.youtube.com/watch?v=KSSIWadbdb4





2.Los costes del cuento separatista

Las cuentas y los cuentos de la independencia
PVP: 15 euros (IVA incluido)

160 páginas
Formato: 13,5x21 cm
ISBN: 978-84-9097-057-7
Ref: 1CM545
http://www.loslibrosdelacatarata.org/libro/mostrar/id/1051
http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2015/09/06/las_cuentas_los_cuentos_independencia_37329_1023.html

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Mas ofrece la ilusión de una independencia que libraría a Cataluña de un expolio fiscal sin salir del euro. Los números lo cuestionan



Los independentistas marchan por la secesión el 11 de septiembre de 2013. / GIANLUCA BATTISTA
Para algunos catalanes la independencia es un bien superior, cualesquiera que sean sus costes. Para el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Oriol Junqueras, es “una cuestión de dignidad”. Y Carme Forcadell, número dos de la lista unitaria Junts pel Sí, repite en sus mítines: “Si podemos ser libres no debemos vivir como esclavos”. Pero no son bastantes para construir una mayoría social. Por eso presentan la independencia como promesa de prosperidad para todos, liberados de esa “España nos roba” al que se ha puesto la cifra mítica de 16.000 millones de euros.
Mas y Junqueras ofrecen a los catalanes el cuento de una independencia sin costes, que liberaría a Cataluña de un expolio fiscal único en el mundo, que solo aportaría ventajas, no afectaría las relaciones comerciales con su principal cliente, sería reconocida sin problemas por la comunidad internacional y no implicaría la salida de la UE y del euro. En nuestro libro Las cuentas y los cuentos de la independencia (Los Libros de la Catarata) hemos analizado estas cuestiones utilizando datos que demuestran que poco o nada de eso es cierto. Constatamos cómo las cuentas mal hechas se han convertido en certezas incuestionables.
A la sociedad catalana se la ha engañado con una inventada comparación con Alemania, el cuento de su balanzas fiscales y del límite constitucional al déficit fiscal de los länders, que en realidad nunca existieron.
Cataluña no dispondría al día siguiente de la independencia de los míticos 16.000 millones con los que evitar recortes o disminuir su deuda. Esa cifra esta calculada por un método que la sobrevalora de forma injustificada. La venta de esta fábula a la opinión publica ha sido un éxito de comunicación política para los independentistas. Pero es un engaño tan grande como la farsa de las balanzas fiscales alemanas.
El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, ha elaborado otra estimación del beneficio fiscal que produciría la independencia y declarado que “con los impuestos que actualmente pagamos podemos cubrir el coste de todos los servicios públicos que recibimos y todavía quedaría un pequeño excedente” que para 2015 fija en 2.405 millones de euros. Y, sin embargo, el presidente Artur Mas y Junqueras han estado proclamando que la Cataluña independiente tendría el superávit presupuestario más grande de Europa…
La comparación internacional no justifica que Cataluña sufra un “expolio” fiscal. Según nuestros cálculos, es cierto que Cataluña tiene un déficit fiscal superior al que resulta de un razonable efecto redistributivo con el resto de España. Pero la diferencia es, en el peor de los casos, del orden de 1,5 % del PIB; no 16.000 millones, sino 3.000. ¿Y para solucionarlo hay que recurrir a una declaración unilateral de independencia?

El déficit fiscal de Cataluña es a lo sumo de 3.000 millones, no de 16.000
Es falso que se incumpla el“principio de ordinalidad” que establece el Estatut. Como consecuencia de su esfuerzo de solidaridad, Cataluña no pierde ni una posición en la clasificación de las comunidades autónomas por su renta per cápita. En nuestro libro argumentamos que en realidad la norma estatutaria está mal redactada y la referencia adecuada sería la financiación per cápita ajustada disponible antes y después de las transferencias del sistema autonómico. Y que entonces, sí que se altera el orden. Pero hemos calculado que su incidencia cuantitativa en la financiación es del orden de 160 euros por habitante y año. Tampoco parece que sea un problema tan grave que exija recurrir a la independencia para resolverlo.
La financiación autonómica tiene problemas, entre ellos la agraviante comparación con el sistema foral. Pero la financiación per cápita ajustada que recibe Cataluña por aplicación del nuevo sistema ha mejorado notablemente. Desde 2009 está casi en la media de todas las autonomías, que es hacia donde deberían converger todas, forales incluidas.
No es cierto que la comunidad internacional reconocería unadeclaración unilateral de independencia. Mas y Junqueras han comparado a Cataluña con países coloniales, sometidos a dictaduras o ocupados militarmente. Pueden considerar que la Constitución española es de “baja intensidad democrática”, pero es la misma que tienen Alemania, Francia, Italia y EE UU. Ninguno de esos Gobiernos apoyaría la secesión de Cataluña. Tienen interés en evitar sentar el precedente de una secesión sin coste de una de sus regiones ricas.
Cataluña no sería reconocida y aceptada de forma automática comonuevo Estado miembro de la UE y de la unión monetaria. Ni siquiera podría presentar su candidatura. Lo han advertido todas las autoridades comunitarias. El Comité de las Regiones dijo en abril que en el caso de que una región europea obtuviese la independencia, tendría que solicitar su adhesión como miembro de la UE y esta requeriría un acuerdo unánime.
La promesa de subir las pensiones un 10% tampoco tiene fundamento. Argumentan que en los últimos 20 años la “seguridad social catalana” habría tenido un superávit de 20.000 millones de euros. Pero no tienen en cuenta que muchos pensionistas cotizaron en Cataluña pero cobran su pensión fuera de ella.

El precio de la independencia sería muy alto y los beneficios inciertos
Si Cataluña apareciese por encanto como nuevo Estado miembro de la UE y nada cambiase en las condiciones de su contorno económico-financiero-internacional, al ser hoy un contribuyente neto a la Hacienda española, la independencia le aportaría un saldo fiscal positivo, aunque mucho más pequeño que los 16.000 millones, unos 2.400 millones según Mas-Colell.
Pero hay que tener muy en cuenta los costes de transición hacia un nuevo Estado. Por la salida de la UE, la contracción de la actividad producida por la alteración de las relaciones comerciales con su principal cliente (el superávit comercial con España compensa su déficit comercial con el resto del mundo) y las deslocalizaciones de empresas (ocurrió en Quebec cuando la secesión fue una posibilidad real), creemos que en el medio plazo la independencia tendría un efecto muy negativo en la economía catalana. Los costes serían muy altos y los beneficios, inciertos,y a largo plazo, dependerían de la mejora en la gestión pública que los políticos independentistas no han sido capaces de hacer en los ya largos años han gobernando Cataluña.
Con las cuentas bien hechas, la independencia sin costes es un cuento. Hay soluciones más eficientes para resolver los problemas del encaje de Cataluña en España. Y se debe trabajar urgentemente para reparar la fractura social que se está produciendo y que el propio Mas anticipó en diciembre del 2011 cuando se oponía a una consulta porque dividiría la sociedad catalana en dos.
Las cuentas y los cuentos de la independencia está editado por Los Libros de la Catarata.
http://politica.elpais.com/politica/2015/09/03/actualidad/1441298371_949365.html

3.Las dos caras del nacionalismo independentista

Cataluña necesita una respuesta inteligente y constructiva

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Cataluña se debate entre las grandes expectativas sobre la consulta, y la aparente disolución del consenso entre los principales partidos políticos que lo han alentado. Esta tensión es, en parte, el reflejo de la ambigua relación que existe en Cataluña entre el nacionalismo y la democracia. El rechazo del diálogo de Oriol Junqueras y la llamada a la proclamación unilateral de la independencia expresa la visión de un numero significativo de catalanes; para ellos, la independencia ya no es una opción política más, una entre otras opciones razonables (como podría ser el federalismo), sino una cuestión de dignidad fundamental generadora de fuertes emociones y movilizaciones socio-políticas. La clave está en un tipo de transformación retórica fundamental, Nietzsche la llamaba Umwertung,que permite, a través de una serie de artificios discursivos, convertir la defensa particularista del secesionismo en una misión universal e histórica de lucha por la libertad, los derechos fundamentales, y el más puro espíritu cívico.
Esta transformación retórica ha tenido varias funciones estratégicas y efectos contrastados. En primer lugar, ha dotado a los independentistas no solo de un aura de mesianismo democrático sino también de una extraordinaria legitimidad, difícil de cuestionar incluso por los adversarios y competidores políticos. ¿Cómo se podría estar en contra de la misión de salvaguardar la dignidad de los catalanes, y de su libertad para meramente expresar su opinión? No es por tanto de extrañar que políticos como Duran i Lleida o Joan Herrera hayan tenido que alinearse al plan inicial de consulta. Asimismo, es comprensible el sentimiento actual de muchos catalanes de haber sido traicionados en sus expectativas por el presidenterigido en “salvador” del pueblo. El acuerdo de ultima hora entre Oriol Junqueras y Joan Herrera para pedir “elecciones inmediatas” capta esta frustración: las grandes expectativas se están volviendo contra uno de sus principales artífices.
En segundo lugar, dicha transformación retórica pretende disociar la “libre”' elección de los catalanes de su arraigo contextual, obviando problemas crónicos y conflictos sociales. ¿Debería importar que en el corazón de sectores principales de la sociedad catalana —política, deporte, cultura, banca— se hayan destapado graves casos de corrupción? Pues, no. La lucha por la “libertad del pueblo” contra la opresión borbónica está por encima de los “fallos” o “errores” cometidos por sus representantes: la historia tiene cita con el pueblo, no con sus miembros.
En tercer lugar, la transformación retórica tiende a convertir al oponente en enemigo y a generar emociones negativas. La lógica de la superioridad moral y la lógica de la hostilidad, el idealismo exacerbado y el resentimiento van de la mano: si nosotros somos la encarnación de la dignidad y la libertad, es lógico que los otros no pueden sino representar la opresión y explotación. El mal es así externalizado y objetivado. Este mecanismo confiere inteligibilidad al trauma de la crisis, y una salida: Madrid es el símbolo del mal y el chivo expiatorio que tiene que ser sacrificado.

En este proceso, la Generalitat ha sido a la vez juez y parte
Dicho esto, es importante evitar sentencias apresuradas o simplificadoras: el nacionalismo catalán no es ni autoengaño ni una “cortina de humo” (Javier Marías) y tampoco es xenófobo por naturaleza, irracional o retrogrado (Mario Vargas Llosa). Este tipo de interpretaciones no consiguen reflejar la complejidad de la realidad actual catalana, y acaban contribuyendo a lo que precisamente pretenden evitar: una ruptura social. La democracia no es solamente un sistema de procedimientos, sino también una batalla por la imaginación y por el afecto de los ciudadanos, proceso en el cual el nacionalismo ha jugado un papel históricamente ambivalente pero fundamental. La emergencia misma de la democracia moderna resulta incomprensible sin la constitución de las “comunidades imaginarias” nacionales (B. Anderson) y de los Estados-nación. El nacionalismo ha sido a veces sinónimo de hostilidad y exclusión, ha sido también el catalizador de movilizaciones progresistas. El nacionalismo secesionista catalán ha heredado este carácter complejo y polifacético. La recién efervescencia nacionalista ha concedido a los catalanes algo inesperado en una situación de grave crisis: les ha otorgado confianza en su futuro como comunidad y ha nutrido una creencia real sobre la posibilidad de un futuro mejor. No se trata simplemente de ilusiones manipuladas: el nacionalismo contribuye a una movilización popular generadora de ideas democráticas y de reformas sociales plausibles que merecen la consideración de los políticos interesados por el bien común.
España, con sus reflejos centralistas, no está preparada para una consulta. Cataluña, tampoco. La consulta —incluso en su versión alternativa de última hora— sería democráticamente precipitada: la elección “libre” estaría condicionada por un claro sesgo político y mediático en tiempos de grave crisis y frustración. En este proceso, la Generalitat ha sido a la vez juez y parte: ¿en qué sentido puede ser libre una consulta (por ahora: social o plebiscitaria) cuando la Generalitat ha usado sistemáticamente su poder institucional y el dinero público para canalizar a los ciudadanos en una única dirección: la secesión? El Gobierno, el president, y medios de comunicación como la televisión pública catalana predican la libertad de opinión y decisión, pero sus acciones no dejan de condicionar constantemente esta libertad.
Aunque es difícil predecir el resultado de la batalla política por el afecto y la razón pública, lo que hace falta es un proyecto político alternativo que capte el deseo de recuperar la ilusión del progreso social y la dignidad sacudidas por la crisis. El complejo fenómeno del nacionalismo (democrático) catalán exige una respuesta inteligente y constructiva.
Camil Ungureanu es profesor de Filosofía Política en la Universitat Pompeu Fabra.

3.1 Paciencia e Independeocia J.Carreras
https://www.youtube.com/watch?v=KUH1XqFLBH4

3.2 A donde vas Catalunya ? Ramon Tamames
https://www.youtube.com/watch?v=OBq-OsO3lr8

4.El cuento de los lecheros Junqueras y Mas

Josep Borrell y Joan Llorach desmontan los argumentos económicos usados a favor de la independencia: las balanzas fiscales 'a la alemana' o la pérdida de 16.000 millones

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Artur Mas y Oriol Junqueras, en enero de 2014
Las cuentas y los cuentos de la independencia rememora la fábula de la lechera de Esopo/Samaniego, en versión masculina, pues también hay lecheros: Junqueras y Mas, ambos a dos, a los que les pueden más sus emociones que la verosimilitud de sus planteamientos. Una entelequia independentista a dúo disonante, diseccionada en un libro de fácil lectura que requiere, por parte del lector, cierta dosis de curiosidad intelectual y un apreciable grado de vocación de aprendizaje.
El libro analiza críticamente sus argumentos en favor de la independencia de Cataluña. Su diagnóstico es rotundo: Junqueras y Mas han estado engañando a los catalanes en muchas cuestiones. En particular, desmonta la extendida creencia de que, con la independencia, Cataluña dispondría, de forma inmediata y permanente de 16.000 millones de euros adicionales que “España les roba a los catalanes”. Esta argumentación obvia el detalle, nada menor, del coste de todos los servicios públicos que el Estado español presta a los catalanes desde fuera del territorio catalán, y que una Cataluña independiente tendría que asumir y pagar.

Los autores, dos ingenieros y economistas catalanes (el primero con una apreciable experiencia política española y europea), recuerdan el papel de los medios de comunicación públicos, y de los controlados por la Generalitat, que han actuado como propaladores de las tesis oficiales sin preocuparse por verificar la veracidad de tales afirmaciones. Se ha logrado así convertirlas en una cuestión de "dignidad" y que el independentismo sea cultural, mediática y socioeconómicamente hegemónico, lo que no quiere decir que, por el momento, la opción a favor de la independencia sea mayoritaria. El libro sostiene la idea de que los problemas de la relación entre Cataluña y el resto de España pueden resolverse sin tener que recurrir a soluciones tan traumáticas como la separación.
Soluciones de tipo federal como las aplicadas en Quebec, Massachusetts o Baviera presentan menos costes y más oportunidades, en un momento de la historia en que las relaciones entre los países han dejado de ser juegos de suma cero para convertirse en proyectos de integración creciente y prosperidad compartida. Y, en cualquier caso, adoptar como ejemplo a Irlanda (como lo hace Junqueras) vuelve a obviar aspectos tan dramáticos como los dos años de guerra con los ingleses, seguidos de otro año de guerra civil.
El libro, al margen de las emociones, en contra o a favor de la independencia, desvela con claridad cuánto hay de discutible o simplemente falso en las tesis proindependentistas. Se recopilan las declaraciones de Mas y Junqueras y se señalan las falsedades, los errores y las medias verdades. "Los cuentos que se han contado utilizando las cuentas mal hechas".
Cuando Junqueras se refiere a la asfixia económica "producida por el expolio español, sufrido por Cataluña durante 26 años", lo hace sobre la base de la siguiente afirmación: "Si cada año no desapareciese de nuestro país un 8% de nuestro producto interior bruto, en 10 años lo doblaríamos y cada 10 años seríamos el doble de ricos. Habríamos cuadruplicado nuestro producto interior bruto". Como los autores señalan, Junqueras se ha quedado corto ya que, bajo su hipótesis, Cataluña no solo sería el país más rico del mundo, sino que (si Junqueras manejara correctamente el cálculo del interés compuesto) alcanzaría una renta per capita de más de 200.000 dólares (el doble de la renta de Qatar y cuatro veces mayor que la de Alemania). Resulta patente la falta de rigor de la argumentación de Junqueras.

A la sociedad catalana se la ha engañado con una inventada comparación con Alemania
Otra falacia manejada por ambos a dos es que España drena, vía déficit fiscal, una parte desproporcionada de los recursos de Cataluña, entre el 8% y el 9%. Añadiendo que todo lo que piden es, simplemente, que se la trate como Alemania a susLänder, que limita su déficit fiscal al 4%-4,5%, como demuestran las balanzas fiscales que el Gobierno alemán supuestamente publica anualmente. Estricta invención. No existen las balanzas fiscales en Alemania, ni limitación alguna al déficit fiscal de los Länder. A la sociedad catalana se la ha engañado con una inventada comparación con Alemania, el cuento de las balanzas fiscales alemanas que nunca existieron. Lo han ido contando por el mundo para recabar apoyo a su causa, sin conseguir más que el descrédito que merece quien demuestra estar tan mal informado o una manifiesta voluntad de engañar.

En el capítulo 4 se ofrece una clara y rigurosa exposición de los conceptos relacionados con la elaboración de las balanzas fiscales, su tipología y métodos de cálculo y especialmente la controvertida cuestión de la neutralización del déficit público estatal, los métodos utilizados para hacerlo y su relación con el ciclo económico. La Generalitat justifica el famoso déficit de 16.000 millones de euros calculándolo por un método muy particular, técnicamente llamado método del flujo monetario y neutralizando el déficit público estatal por los ingresos.Los autores explican cómo ese método produce la mayor estimación del déficit debido a lo artificioso e inadecuado de sus hipótesis, y que en absoluto se puede asimilar con el beneficio fiscal que aportaría la independencia.
El libro presenta numerosos ejemplos para mostrar lo falaz de suponer que a Cataluña solo la benefician los servicios públicos estatales que se producen en su territorio. ¿No se benefician los catalanes de la red de embajadas y consulados en el extranjero, aunque obviamente no haya ninguno en territorio catalán? ¿No benefician los servicios de defensa a los catalanes aunque el Ejército tenga escasa presencia en Cataluña? Las balanzas fiscales calculadas por el método de carga-beneficio tienen en cuenta estos aspectos, a diferencia de las de flujo monetario, que, al no tenerlos en cuenta, incrementan la estimación del déficit fiscal en casi un 50%.

El libro presenta numerosos ejemplos para mostrar lo falaz de suponer que a Cataluña solo la benefician los servicios públicos estatales
Los autores explican cómo el cálculo utilizado por la Generalitat (el muy particular método monetario con neutralización del déficit estatal por los ingresos) deja de lado el hecho incontrovertible de que una Cataluña independiente debería financiar todos los servicios que ahora recibe del Estado, se produzcan o no desde el territorio catalán. ¿O es que no iba a tener su red de embajadas y consulados, su propia defensa y sus propios sistemas de gestión tributaria? ¿Es que alguien lo suministraría gratis?
El libro analiza en detalle los métodos y el significado de la "neutralización" del déficit público estatal, y muestra cuán equívoco es sumar los impuestos efectivamente pagados en el año con la estimación, utilizando el método que más la aumenta, de los impuestos que supuestamente habría que pagar en un futuro indeterminado para financiar dicho déficit.
Se recuerda que, como ha señalado el Tribunal Constitucional, la independencia es una opción política legítima. Pero los autores consideran que no tiene en la sociedad catalana el amplio y continuado apoyo social que requiere para convertirla en realidad. Y pretender hacerlo por la mayoría simple de diputados, cuando hace falta mayoría de 2/3 para reformar el Estatut o para decisiones de importancia infinitamente menor, como suprimir un organismo como TV3, es un despropósito. Y hacerlo de forma unilateral, rompiendo con la legalidad constitucional, es un viaje a ninguna parte. Una mayoría simple de diputados independentistas no puede proclamar la independencia sin situarse y situar a las instituciones catalanas fuera de la ley. Se trata de construir un Estado alternativo. Por si cupiera alguna duda, la reciente reiteración de Junqueras: su declaración de que "construir un nuevo Estado es mucho más importante que el hecho de que lo presida uno u otro".
Después de constatar, en este inteligente y didáctico libro, la invalidez de las tesis de Mas y Junqueras se le viene a uno a la mente, en el mejor de los casos, el verso de Samaniego: "¡Qué palacios fabricas en el viento!". En el peor, condenar la transgresión de la legalidad vigente del Estado español por su máximo representante en Cataluña.
Las cuentas y los cuentos de la independencia. Josep Borrell y Joan Llorach. La Catarata. Madrid, 2015. 159 páginas. 

4.2 Sinrazones económicas

Un estudio atento de los datos invita a pensar que la razón profunda de las aspiraciones catalanas no es financiera, sino un sentimiento de parte de la sociedad


Sevi Rodríguez Mora 

http://politica.elpais.com/politica/2015/09/05/actualidad/1441489849_585587.html

Una forma de pensar sobre esto es imaginar que Cataluña es hoy un país independiente de la UE, y comparar sus variables económicas con las de países de similar tamaño. Si se toma en cuenta un índice de concentración del comercio contra el tamaño de la economía, se observará que Cataluña concentra su comercio muchísimo más que los países europeos. ¿Con quién? Con el resto de España, obviamente.

La razón de la situación no es económica, sino que un grupo predominante  es proclive a un ethosopuesto a España
Es el conocido “efecto frontera”: las fricciones comerciales dentro de las mismas fronteras políticas son enormemente menores que a través de ellas. A un canadiense de Vancouver le es mucho más fácil comerciar con otro de Montreal que con un americano de Seattle, aunque el segundo hable su idioma y viva varios miles de kilómetros más cerca. Dicho de otro modo, a una empresa de Barcelona le es muchísimo más fácil vender en Zaragoza que en Toulouse.

Tras la independencia es razonable esperar que la Generalitat tuviera graves problemas de liquidez
Si tras la independencia no cambian drásticamente los patrones de comercio, #noupais no sería un país normal. Sería una anomalía que concentra su comercio masivamente con un país bien pequeñito,Loquequededeespaña.
Para entender mejor este punto, basta con un sencillo ejercicio[2] que hace de #noupais un país normal. Medimos las fricciones (y la productividad, etc.) de Cataluña con el resto de España y el resto del mundo. También las de España con todos los países, y observamos que las fricciones más pequeñas son con Portugal. Sustituimos entonces las fricciones que Cataluña tiene con el resto de España por las que España tiene con Portugal. Veremos las siguientes consecuencias: el comercio entre Cataluña y el resto de España cae masivamente (más de un 70%). Esos recursos no desaparecen, sino que se vende más al resto del mundo y al mercado interior. Pero, al encarecer el comercio, la nueva frontera hace prohibitivas transacciones mutuamente beneficiosas, y esta pérdida de afinidades empobrece a todos. De hecho, la caída del PIB imputada a Cataluña es enorme (más del 9%) y sustancial para Loquequededeespaña(2%). La caída del PIB de toda España (Cataluña incluida) es de más del 3%. Este es el coste económico de la pérdida de afinidades que traería la separación. Si imputamos el “dividendo fiscal” que#noupais no pagaría, la caída para Cataluña es menor, pero sustancial (casi el 4%) y la del resto de España, más del 3%.
Y hay posibles problemas sin incluir. Por ejemplo, en el corto plazo tras una declaración unilateral de independencia es razonable esperar que la Generalitat tuviera gravísimos problemas de liquidez mientras establece un mecanismo impositivo eficiente (algo que sería difícil de hacer sin la aquiescencia del Estado) y financiase gastos corrientes con algún tipo de pagaré de quién sabe qué valor de mercado. Además, una eventual salida de la UE no parece un asunto baladí.
3.- Pero todo eso no puede pasar, dicen, debido a la última razón: no le convendría a nadie. ¿Por qué iba España a poner trabas adicionales a la independencia si crear conflicto revertiría en problemas para ella misma? ¿O la UE a rechazar a Cataluña como miembro si sería un contribuyente neto? Aducen que el único equilibrio temporalmente consistente es que al final dejen prosperar al #noupais, porque va en detrimento de todos hacerle la vida imposible. ¿No?
No. Porque en juegos dinámicos la reputación cuenta, y habría muchos países interesados en poner ejemplos. Además, la economía política del argumento es infantil: los Gobiernos no toman siempre las decisiones óptimas. Están sesgados por intereses y grupos de presión, y la distribución de poder político de esos grupos cambiaría drásticamente tras la independencia.
Un ejemplo futbolístico. La liga sin el Barça generaría mucho menos dinero, pero muchos equipos aspirarían a obtener el mercado (y títulos) de la liga loquequedeespañola que hoy tiene el Barça. Es razonable imaginarles bloqueando un acuerdo transfronterizo. De hecho, no hay acuerdos transfronterizos en ninguna liga Europea. Nadie lo prohíbe, habría una ganancia neta, pero la economía política de la división del pastel lo imposibilita. Veo al Barça jugando en Mollerusa.
Da la impresión de que donde se claman certezas hay poco más que propaganda. La razón profunda de la situación no es económica, sino que un grupo cultural social y económicamente predominante (alrededor de la mitad de la población catalana) es proclive a unethos nacional que se presenta como distinto y opuesto a España; con un profundo sentimiento de superioridad cultural frente a ella. Ese ethos nacional ha arraigado y se ha expandido durante décadas porque el Estado le ha hecho concesiones continuas (para atraerle al redil de una nación compartida o explotar ventajas políticas cortoplacistas). Y ese ethos nacional ha explotado en un momento en que la crisis acabó con la imagen, la capacidad y el prestigio de una idea de España.
Ojalá el origen del problema fuera económico. ¡Sería todo mucho más sencillo!
Sevi Rodríguez Mora es catedrático de Economía de la Universidad de Edimburgo.


[1] “Regional Governance Matters: A Study on Regional Variation in Quality of Government within the EU” de Nicholas Charron, Victor Lapuente y Lewis Dijkstra. European Commission Working Papers, WP 01/2012.
[2]Aspectos comerciales y fiscales relevantes para evaluar las consecuencias económicas de una hipotética independencia de Cataluña”. David Comerford, Nicholas Myers y José V. Rodríguez Mora. Revista de Economía Aplicada, Número 64 (vol. XXII), 2014, págs. 85 a 130
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Pretender convertir unas elecciones en plebiscitarias y luego usar los escaños como si fueran votos para decidir el destino de un pueblo, no es sólo una trampa, es una farsa y un abuso.

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mas enlaces en
http://federalistesdesquerres.org/es/2015/09/salvador-lopez-arnal-sobre-pueblos-hermanos-que-desean-vivir-juntos-respuesta-a-los-espanoles-de-artur-mas-raul-romeva-carme-forcadell-muriel-casals-oriol-junqueras-lluis-ll/

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