La victoria de Pedro Sánchez en las primarias socialistas celebradas ayer crea una situación nueva en la política española. Sánchez fue destronado de mala manera de la secretaría general del PSOE y vuelve ahora aupado por las bases. Son tiempos de primarias, de acudir directamente al pueblo, de buscar en la militancia la legitimidad que no consiguió en el aparato del partido ni tampoco en las urnas de las elecciones generales.
Los movimientos de Pedro Sánchez están en la línea de lo que ha ocurrido en los partidos socialistas de referencia en Europa. El laborismo británico perderá las elecciones convocadas precipitadamente por Theresa May el 6 de junio. El socialismo francés acabó con un 6.3 por ciento en las elecciones de la primera vuelta en la que Benôit Hamon quedó descabalgado. En sus propias palabras recibió una “sanción histórica” y una “derrota moral”. Martin Shulzen Alemania no consigue pisar los talones a Angela Merkel.
El problema no es Pedro Sánchez ni las luchas internas en el PSOE. Lo que está en juego es el futuro de la socialdemocracia en Europa que no ha sabido encontrar un discurso que sintonizara con un electorado que le fue fiel durante más de una generación. ¿Qué hará Pedro Sánchez a partir de mañana? Hay que esperar. No es diputado y sólo cuenta con 85 escaños en el Congreso. Unidos Podemos de Pablo Iglesias le sigue con 71 escaños con iniciativas políticas populistas que se basan en las manifestaciones en la calle y en un lenguaje propio de movimientos de masas que no se fían de la democracia representativa. Es una victoria envenenada de Pedro Sánchez.
No es buena noticia para el gobierno Rajoy que tiene que enfrentarse a las consecuencias de la corrupción en su partido y a una izquierda cada vez más intransigente con la derecha popular. Pedro Sánchez saltó del gobierno porque no quiso propiciar la investidura de Rajoy. Ha ganado las primarias con el mismo lema.
Las primarias en el PSOE han sido muy democráticas y también han dejado muchos rasguños en el interior del partido. Lo más importante que tendrá que hacer Pedro Sánchez es cómo recomponer los descosidos que la campaña ha producido en el partido. Susana Díaz ha perdido junto con las vacas más sagradas del socialismo español, desde Felipe González hasta Rodríguez Zapatero pasando por Ximo Puig y Alfonso Guerra. Los barones y quienes les han apoyado mediáticamente han perdido las primarias.
Pero hoy es el comienzo de un cambio o de una nueva crisis en el seno del PSOE. Queda el Congreso del partido y, sobre todo, las próximas elecciones. Ahí se verá si los militantes socialistas han tomado la decisión más acertada. Lo más importante es conseguir el poder.
http://www.foixblog.com/2017/05/21/victoria-envenenada-de-pedro-sanchez/
-Nos guste mas o menos hay un partido elegido, ahora crear tensión cuando el país esta dando señales de recuperación es una mala opción. Si hay ansias de poder y de gobernar, deberán esperar cuando toque en nuevas elecciones o bien asumir su responsabilidad, si por razones políticas generan cierta incertidumbre que frene la recuperación-
“No se debe ser demasiado severos con los errores del pueblo, sino tratar de eliminarlos por la educación”
Thomas Jefferson (1743-1826) Político Estadounidense.
“Errar es humano, perseverar en el error es diabólico”. San Agustín de Hipona