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El Nobel Richard Roberts: "Se me citó incorrectamente" / "satanizar" los transgénicos

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El Nobel Richard Roberts: "Se me citó incorrectamente"

Usted seguramente ha leído, porque está emplastado por toda la red, que un Premio Nobel de Fisiología o Medicina, el Dr. Richard Roberts, ha realizado algunas afirmaciones terribles, como que las farmacéuticas "bloquean los medicamentos que curan" e incluso, delictivamente "bloquean su distribución",  que producen "medicamentos cronificadores" que provocan que sus víctimas sufran enfermedades toda la vida, que la investigación es súbitamente "desviada" para hacer medicinas que "hacen crónica la enfermedad".

Una terrible acusación que sustentaría la visión conspiranoica, sostenida por personajes como la monja Teresa Forcades, los delirantes empresarios del miedo, los anticientíficos del New Age y los misteriólogos que viven de fingir que encuentran terribles y malignas verdades en cada esquina.

Pero el Dr. Richard Roberts asegura que no dijo eso.

Sólo que en estos seis años nadie le informó de cuanto se le atribuía en los medios hispanoparlantes para que hiciera las aclaraciones que considerara pertinentes.

De hecho, no fue posible encontrar entrevistas en inglés (él es británico y trabaja en los EE.UU.) donde ampliara o reiterara esas afirmaciones, aunque es fácil encontrar otras cosas que ha dicho, como que la investigación para las curaciones debe ser producto de la inversión pública porque es absurdo suponer que las farmacéuticas van a investigar algo que no les deje rentabilidad financiera, como empresas que son. Y lo más rentable es tratar enfermedades crónicas que requieren atención toda la vida. Lo cual puede ser poco amable, pero no tiene los niveles delictivos que la conspirósfera le ha atribuido.

Así que nos pusimos en contacto con él para preguntarle sobre sus declaraciones.

Y lo primero que nos dijo es: "Se me citó incorrectamente, y probablemente de modo deliberado, por lo que parece".

Algunas de las literalmente miles de reproducciones, reinterpretaciones y redistorsiones que
han aparecido a lo largo de los años  de las supuestas declaraciones que "La Contra" atribuyó
al Dr. Richard Roberts en julio de 2007. (Haga clic para verlo a mayor tamaño.)

La fuente original de las multicitadas supuestas declaraciones del Dr. Roberts es el periódico La Vanguardia del 27 de julio de 2007, en la sección "La contra", conocida por su desapego de la realidad y su promoción de las pseudociencias. En ella, el redactor Lluís Amiguet le atribuye citas como: "...de repente, (la investigación) es desviada hacia el descubrimiento de medicinas que no curan del todo, sino que hacen crónica la enfermedad y le hacen experimentar una mejoría que desaparece cuando deja de tomar el medicamento” y también "...es habitual que las farmacéuticas estén interesadas en líneas de investigación no para curar sino sólo para cronificar dolencias con medicamentos cronificadores mucho más rentables que los que curan del todo".  (Las negritas de todas las citas son añadidas).

Si hubiera científicos trabajando en sustancias que provoquen que una enfermedad se vuelva crónica, si hubiera tales medicamentos "cronificadores" pregúntese, pensando en la forma en que funcionan los tribunales de los EE.UU., el mayor mercado del mundo: ¿por qué no hay demandas por esta barbaridad de campo de concentración como sí las hay contra otras acciones reprochables, generalmente mucho más inocentes, de empresas de todas las actividades económicas imaginables, no sólo de las farmacéuticas grandes y pequeñas?

(Un ejemplo son los laboratorios homeopáticos como Boiron, que el año pasado se vio obligado a pagar 12 millones de dólares para resolver una demanda colectiva de gente que se consideraba defraudada por haber pagado como medicamentos unas píldoras de azúcar con la marca Oscillococcinum, además de detener sus prácticas de publicidad engañosa, anunciando en sus paquetes que sus pócimas no han sido evaluadas por la agencia de medicamentos y alimentos (FDA) y explicar las diluciones que hace y por las cuales se puede afirmar que la homeopatía es 100% agua, un cambio que le costará otros 7 millones de dólares.)

Las farmacéuticas invierten en los productos que dejan más dinero a sus accionistas, algo que no es sorprendente en sí. Es una realidad que conocen muy bien quienes padecen enfermedades raras y que dependen de la inversión pública y la solidaridad social para costear las investigaciones sobre sus dolencias. Pero de allí a tener como política la creación de sustancias que provoquen que las enfermedades se vuelvan crónicas, como psicópatas desalmados de caricatura media un gran trecho.

"Lo que sí dije," nos escribe el Dr. Roberts en los mensajes que intercambiamos por correo electrónico en los últimos meses, "es que las compañías farmacéuticas tienen poco interés en gastar mucho para encontrar curas de algunas enfermedades porque una vez que se encuentra una cura eso limita enormemente el potencial de mercado. Prefieren encontrar medicamentos que sean efectivos contra enfermedades crónicas que los pacientes tendrán que seguir tomando durante muchos años, idealmente el resto de sus vidas".

Algo que, por otra parte, el Dr. Roberts ha señalado en numerosas ocasiones. Quienes padecen hipertensión, por ejemplo, deben tomar, por siempre, "antagonistas de los receptores de angiotensina II" y "bloqueadores de los canales de calcio" para prolongar su vida y evitar problemas cardiacos asociados a la hipertensión (que por cierto, carece de síntomas). Eso es muy distinto a que esos medicamentos mágica y malvadamente "conviertan en crónica" la hipertensión arterial.


El Dr. Roberts explica qué es lo que le molesta: "El único problema que tengo con eso es que las compañías farmacéuticas no deberían fingir que están interesadas en curaciones, porque no lo están. Hasta donde sé, es infrecuente que financien investigaciones que busquen curaciones. Eso es distinto que decir que estén intentando hacer crónicas las enfermedades, que no es verdad. Del mismo modo, aunque habitualmente no hacen investigaciones que conduzcan a una curación, hay una enorme cantidad de investigaciones que se hacen en hospitales y entornos clínicos que sí buscan curaciones. En los Estados Unidos, los National Institutes of Health gastan muchos miles de millones de dólares al año haciendo precisamente eso".

El científico, que trabaja en la empresa New England Biolabs (dedicada a suministrar reactivos biológicas para la investigación en las ciencias de la vida, incluida la farmacéutica) aclara: "No dije que las farmacéuticas detuvieran investigaciones prometedoras que llevaran a curaciones. Más bien que no tienen incentivo para hacer ese tipo de investigaciones en primer lugar". Y cita: "El único caso que conozco en que las farmacéuticas trataron de desacreditar una investigación se refiere a la Helicobacter pylori, que causa úlceras y por cuyo descubrimiento Marshall y Warren recibieron el Premio Nobel. Sus hallazgos fueron cuestionados constantemente en los primeros momentos por las farmacéuticas, que preferían vender antiácidos" (Nota 1).

El Dr. Roberts aclara que las compañías farmacéuticas: "No son poco éticas en lo que hacen, dado que fabrican productos que la población en general necesita: antibióticos, analgésicos, agentes anticáncer, etc. Donde se extralimitan es cuando afirman estar buscando curaciones. Ése no es habitualmente su modelo de negocios, excepto en casos como el de los antibióticos. Y hasta hace poco tiempo no habían estado gastando demasiado dinero buscando nuevos antibióticos porque los márgenes de beneficios son muy bajos".

Ante ese panorama, el Dr. Roberts recuerda que las curaciones que no buscan las farmacéuticas, como la del VIH, están siendo investigadas en "la esfera académica". Abunda: "La búsqueda de curaciones casi con certeza se hace mejor a través de la medicina académica y sólo se transfiere a las empresas cuando hay un modelo de negocios que tiene sentido".

Quizá, entonces, antes que promover el pánico a la industria biomédica, los conspiranoicos harían bien en promover lo único que hace avanzar a la medicina: la inversión pública abundante en ciencia, en laboratorios, en estudios clínicos, en investigación básica y aplicada como la que se ha decapitado en España en los últimos años, precisamente dejándolo todo en manos de empresas privadas que no pueden ni quieren asumir las responsabilidades sociales que pertenecen a los gobiernos.

Pero quizás informar correctamente de las críticas y los problemas reales tampoco es rentable para quienes viven –y bien– del sensacionalismo, la incertidumbre y el miedo.
_________________
Nota 1: Lo que relata el Dr. Roberts ocurrió poco después de que, en 1982, Barry J. Marshall y J. Robin Warren descubrieron que las úlceras estomacales no eran producto del "estrés" y otras ideas vagas, sino que las causaba la infección con la bacteria que llamaron Helicobacter pylori. Pese a los intentos de las farmacéuticas, pese al enorme valor que tenía por entonces el mercado de los antiácidos, y pese a que las farmacéuticas estaban bajo menos regulaciones que en la actualidad, se impusieron los hechos, los datos científicos, no las afirmaciones conspiranoicas promovidas con la fuerza de las farmacéuticas, y hoy la mayoría de las úlceras son curables con un sencillo tratamiento que mezcla medicamentos inhibidores de la bomba de protones, que reducen la producción de ácido en el estómago, y dos antibióticos que combaten la bacteria. Ambos científicos fueron premiados con el Nobel en 2005 por este descubrimiento. El caso también podría interpretarse como una demostración de que los hechos científicos no pueden ocultarse aún cuando se tenga un gran poder, precisamente lo opuesto a lo que afirman los conspiranoicos médicos.

http://charlatanes.blogspot.com.es/2013/12/el-nobel-richard-roberts-se-me-cito.html

El nobel de Medicina Richard J. Roberts acusa a los intereses políticos de "satanizar" los transgénicos

El nobel de Medicina Richard J. Roberts acusó ayer a los intereses políticos de algunos partidos, sobre todo ecologistas, de "satanizar" los alimentos transgénicos, cuando no existen evidencias científicas sobre sus perjuicios para la salud y "son una solución para combatir el hambre en el mundo". Roberts, que inauguró este lunes un congreso de biotecnología en La Habana, indicó que "no hay ni una sola escuela científica en el mundo que encuentre peligrosos para la salud los organismos genéticamente modificados". 
Roberts recordó que la carencia de alimentos es uno de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad en los próximos años, "mayor que las guerras o las enfermedades", ante el previsible aumento de la población, que afectará únicamente los países en vías de desarrollo, no a los desarrollados. 
http://www.agenciasinc.es/Multimedia/Videos/El-nobel-de-Medicina-Richard-J.-Roberts-acusa-a-los-intereses-politicos-de-satanizar-los-transgenicos

La actitud de los verdes con los transgénicos es criminal"

Richard J. Roberts (Derby, Reino Unido, 1943) es un químico británico que actualmente reside en Estados Unidos, donde es director de investigación de New England Biolabs
Foto: "La actitud de los verdes con los transgénicos es criminal"
"La actitud de los verdes con los transgénicos es criminal"
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    Richard J. Roberts (Derby, Reino Unido, 1943) es un químico británico que actualmente reside en Estados Unidos, donde es director de investigación de New England Biolabs (Beverly, Massachusets). En 1993 Roberts fue galardonado, junto a Phillip Sharp, con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por sus descubrimientos sobre la estructura de los genes en 1977.

    Hasta entonces se creía que el gen era un segmento continuo dentro de la molécula del ADN. El estudio del material genético del adenovirus, causante del resfriado común, fue lo que llevó a Roberts a descubrir que un gen individual podía contener varios segmentos de ADN, y que, por tanto, la información genética estaba dividida. Además de redefinir el conocimiento evolutivo de los genes, el descubrimiento de Roberts ha sido fundamental para el estudio científico en biología, así como la investigación médica del desarrollo de enfermedades como el cáncer.

    E.C.- Usted vive en un país en el que se debate si en sus aulas debe enseñarse el "evolucionismo" o el "creacionismo". Ese debate tiene lugar al tiempo que ese mismo país ingenia un robot que envía imágenes desde el planeta Marte y crea huesos para trasplantes humanos a través de impresoras tridimensionales. ¿Cómo valora la prevalencia de semejantes contradicciones?

    Dada la influencia que esos puntos de vista tienen (y que son básicamente la anticiencia) sobre la sociedad estadounidense, está claro que los científicos no estamos haciendo el esfuerzo suficiente para hacerlos desaparecer. Estamos fallando en la educación de nuestros jóvenes y dejamos que nuestros políticos se comporten como si la ciencia no existiera.

    Siendo franco, considero un reflejo muy triste de nuestra sociedad en Estados Unidos que todavía nos resulte casi imposible hablar sobre muchas cuestiones científicas de manera racional. La lógica se ha convertido en un concepto muy difuso que evidentemente no es comprendido por muchos elementos de la sociedad.

    En cuanto a nuestros políticos, a menudo siento que deberíamos destituirlos a todos y empezar de nuevo. Casi nadie en la población general cree que estén haciendo un buen trabajo y, sin embargo, se les permite seguir en el cargo. ¿Hemos perdido la razón?

    E.C.- El desastre nuclear de Fukushima ha llevado a Japón a anunciar la supresión gradual de la energía nuclear en un plazo de veinte años. ¿Puede el mundo permitirse dar la espalda a la energía nuclear?
    No. Si bien hay muchas otras fuentes de energía que son tanto renovables como sostenibles, es poco probable que alguna vez puedan aprovecharse lo suficiente como para reemplazar al carbón, al petróleo y al gas natural.

    Debemos mantener la opción nuclear hasta que podamos encontrar una alternativa realmente sostenible y que no contamine nuestra existencia.

    Yo estaría a favor de acusar de crímenes de lesa humanidad a esos políticos que tratan de exportar sus campañas anti alimentos modificados genéticamente a África y a otros lugares E.C.- De forma similar al debate nuclear, se están endureciendo los movimientos en contra de los alimentos modificados genéticamente. ¿Qué opina?

    Una vez más nos encontramos ante un caso donde la política supera a la lógica y al sentido común. El ejemplo más notorio se encuentra en Europa, donde el Partido Verde hizo de los alimentos modificados genéticamente su grito de guerra político y fue capaz de convencer a un público generalmente cauteloso de peligros que no se han demostrado que existan.

    Lo más triste de todo esto es que, de todos los países del mundo, los de Europa no son los que tienen una necesidad acuciante de producir alimentos modificados genéticamente. Así que los políticos europeos no están condenando a su población a la hambruna sin este tipo de alimentos. En cambio, en muchos países en vías de desarrollo no habrá alimentos suficientes para sostener a la población actual y futura sin alimentos modificados genéticamente. Por lo tanto, el movimiento de los verdes para tratar de convencer a estos países de los peligros de los alimentos modificados genéticamente borda lo criminal. ¡Son los verdes los que son un peligro!

    Personalmente, yo estaría a favor de acusar de crímenes de lesa humanidad a esos políticos que tratan de exportar sus campañas antialimentos modificados genéticamente a África y a otros lugares. Si tienen éxito, serán responsables de más muertes que los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

    E.C.- Ante la actual crisis económica, sobre todo en la Europa mediterránea, parecería lógico enfocar esfuerzos hacia avances científicos y tecnológicos para el desarrollo de nuevos modelos económicos. Sin embargo, la investigación y la educación son las partidas presupuestarias por las que se ha empezado a recortar. ¿A qué atribuye esta falta de preocupación por la ciencia?
    Creo que el problema es que muchos políticos dan la ciencia por sentada y no se dan cuenta de que ésta necesita un sustento constante para avanzar y mantenerse sana. También hay una fuerte tendencia por parte de los gobiernos a menospreciar el valor de la ciencia básica, que es de donde provienen los principales avances futuros y, cuando optan por invertir lo hacen centrándose en el potencial a corto plazo o en investigación muy aplicada a un fin específico.

    Por otro lado, también me parece que a los políticos les encanta hablar acerca de lo importante que es la educación, pero luego vuelven a la rutina de no financiarla. ¿Podría ser que prefieren una población sin educación porque temen que una población bien educada los descubra y los eche?

    E.C.- Usted es científico y empresario. ¿Cuáles considera que son los elementos necesarios para que un país impulse de manera óptima el surgimiento de un ecosistema rico en investigadores científicos, innovadores y emprendedores tecnológicos?

    Lo primordial es valorar más la educación y apoyar a los jóvenes que quieran romper con la tradición y moverse en nuevas direcciones.

    Con demasiada frecuencia, el envejecimiento de la población de la que provienen muchos políticos se ha vuelto tan anquilosada que rechaza el cambio, y esto no es compatible con el tipo de jóvenes rebeldes que son los innovadores y emprendedores del mañana.

    Siempre les digo a los jóvenes que su misión consiste en rebelarse contra los dogmas y las viejas ideas y darse cuenta de que es posible que ellos mismos tengan las mejores ideas para el futuro. Después de todo, el mundo que están construyendo será su mundo.

    El avance de la industria de la biotecnología surgió de la guerra contra el cáncer financiada con fondos públicosE.C.- ¿Cuál es la clave del éxito del modelo estadounidense de investigación científica privada? ¿Es la investigación con fines de lucro el mejor modelo para todas las formas de progreso científico o hay excepciones?

    No estoy de acuerdo con la premisa de que la investigación privada sea lo que ha hecho de Estados Unidos un país exitoso en el campo de la ciencia. Más bien es la combinación de recursos públicos y privados lo que lo ha hecho posible.

    Uno de los ejemplos más notables ha sido el avance de la industria de la biotecnología, que surgió de la guerra contra el cáncer financiada con fondos públicos y que fue iniciada por el presidente NixonLos primeros avances llegaron con dinero público, no con dinero privado. De hecho, como regla general, el único momento en que el dinero privado entra en juego es cuando algunos inversores creen que, partiendo de investigación básica previa, pueden hacer una fortuna aplicándola a un problema específico.

    Por lo tanto, la parte privada de la inversión, por lo general, sólo se activa cuando la labor pionera ha culminado. Esto no quiere decir que no surjan más avances, sólo que, por lo general, lo que alimenta el entusiasmo para los inversores privados es la posibilidad de un producto y un mercado a la vista, con la promesa de grandes beneficios.

    E.C.- ¿Cuál es el modelo de negocio de su empresa, New England Biolabs (NEB)?

    NEB es bastante diferente a la mayoría de las empresas del mundo de hoy y nuestro éxito ha explotado en la cara de los modelos de negocio habituales, que predijeron que fracasaría muy temprano porque hicimos todo mal (por ejemplo, ir en contra de los modelos económicos).

    Somos una empresa que reparte beneficios, que apuesta fuertemente por la investigación básica y que tiene a un fundador, el Dr. Don Peine, que no estaba interesado en hacerse rico. Más bien, él quería invertir las ganancias de la empresa en investigación y quería ayudar a investigadores de universidades y empresas proporcionándoles los reactivos de la más alta calidad a precios asequibles. De hecho, cuando comenzamos la clonación de genes de enzimas de restricción y abaratamos su producción, de inmediato bajamos los precios. Esto fue un hecho inaudito. Por lo general, una empresa desea embolsarse el aumento de los beneficios que resultan de mejores márgenes comerciales.

    E.C.- ¿Cuáles son las aplicaciones de los productos que NEB comercializa y cómo están afectando sus avances a otros campos de la ciencia actual?

    Nuestro éxito inicial provino del hecho de que en 1975 fuimos la primera empresa en comercializar enzimas de restricción y de inmediato nos posicionamos como líderes del mercado. Todavía hoy mantenemos esa posición. Estas enzimas son absolutamente clave para el desarrollo de la industria de la biotecnología y siguen desempeñando un papel importante en técnicas de biología molecular. Mientras que al principio eran meramente reactivos útiles en laboratorios académicos, ahora se han encontrado usos en la investigación comercial y en los procedimientos de diagnóstico. Desde entonces hemos ampliado nuestra línea de reactivos en muchos otros aspectos de la investigación en biología molecular y vendemos polimerasas, metilasas de ADN y ARN y reactivos para la investigación en glicobiología.

    Estamos orgullosos de ser una de las mejores compañías del mundo y de las que más saben de producción de enzimas.

    Las sociedades civilizadas deberían reconocer que la salud es responsabilidad del estadoE.C.- Vacunas y tratamientos genéticos, órganos para trasplantes a partir de células madre, telemedicina... Algunos argumentan que, además de una vida más larga, estos avances también prometen reducir los costes en la atención sanitaria y favorecer su
    universalización. ¿Está de acuerdo?


    Estoy completamente de acuerdo. Las sociedades civilizadas, de las que Europa es un ejemplo brillante, deberían reconocer que la salud es responsabilidad del estado, por lo que no debería ser una función más del sistema capitalista para ganar dinero.

    No quiero que una empresa se beneficie de la premisa de que voy a enfermar. Y, definitivamente, no quiero un seguro privado que evalúe si voy o no voy a ponerme enfermo cuando estén calculando las primas que me vayan a cobrar y me nieguen cobertura si las probabilidades de que enferme son demasiado altas.

    Mi salud no debe estar en peligro a causa de un cálculo basado en sacarme el máximo rendimiento.

    El gobierno chino ha demostrado tener menor aversión al riesgo que los gobiernos de muchos países desarrollados, y está más dispuesto a invertir en talentoE.C.- Además de imponer pocas restricciones a la labor de investigación, donde destaca el campo de células madre, ¿qué más está impulsando el surgimiento de China como una fuente importante de investigación científica?

    Una razón importante es que los chinos son inteligentes y que el país está dirigido por científicos, a menudo ingenieros, que reconocen el valor de la ciencia y del pensamiento lógico. Sus valores fundamentales se extienden a la población, que también aprecia la ciencia.

    La investigación con células madre y sus derivados son la atracción de este momento, pero no me sorprendería que desarrollaran el próximo gran avance con la misma rapidez en otro campo. El gobierno chino también ha demostrado tener menor aversión al riesgo que los gobiernos de muchos países desarrollados, y está más dispuesto a invertir en talento.

    Si algún día China descubre cómo estimular y fomentar la creatividad (por lo general, la del tipo rebelde) que caracteriza a la mejor ciencia del mundo desarrollado, todos acabaremos por detrás de ellos.

    E.C.- Al igual que sucedió con la fertilización in vitro, la selección de sexo se está convirtiendo en un negocio en auge. Teniendo en cuenta el rápido progreso en estas áreas, así como los avances en la investigación genética, ¿nos estamos acercando al Mundo Feliz de Huxley? ¿Una sociedad en la que veremos a los niños “alfa” de los ricos y poderosos compitiendo con niños “epsilon” de la gente común?

    De hecho, los “niños alfa” (los niños con padres ricos) ya tienen una ventaja decisiva en la sociedad. Pueden entrar en Harvard con legacy scholarships [becas para familiares de ex alumnos] y comprar su acceso a la mejor educación y a las mejores empresas. No me parece que sea necesario "diseñarlos” genéticamente cuando ya están siendo tan favorecidos. Tal vez, y quizá lo más importante en este sentido, ¡no sabríamos ni por dónde empezar!

    Me siento alentado por el hecho de que hay muchas personas, provenientes de familias con escasos recursos, que están alcanzando grandes logros y que no han tenido que comprar su éxito. Sería muy triste si nos vemos capaces de diseñar personas “alfa”. Y qué aburrido sería el mundo ante la ausencia de la diversidad que le caracteriza en la actualidad.

    La selección natural es mejor método, y probablemente más eficiente, de encontrar “alfas”. ¡Quién habría imaginado que lo mejor en muchos campos podría provenir de los países en vías de desarrollo de África, donde la curva de Bell de diversidad es la más amplia y los logros que tienen lugar son tan verdaderamente espectaculares!

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