La nueva encuesta de percepción social de la Ciencia , que consulta a más de 6.000 españoles sobre su interés científico, arroja este año datos novedosos, al incluir un apartado de consulta sobre la confianza de los ciudadanos en "prácticas paranormales o pseudocientíficas".

Los datos son sorprendentes. Un 59,8% afirma que la acupuntura funciona, y un 52,7% que los productos homeopáticos son efectivos. Además según la encuesta, casi el 28% de los españoles cree en los números y amuletos de la suerte, y el 22,9% confía en curanderos para tratar sus enfermedades. Los fenómenos paranormales, 22,5%, o el pronóstico de los horóscopos, 14,7%, conforman el resto de poderes sobrenaturales valorados por nuestros conciudadanos.

"La pseudociencia es un peligro", ha afirmado José Ignacio Fernández Vera, director general de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) durante la presentación de los datos, que ha contado con una breve intervención de la secretaria de Estado de I+D, Carmen Vela.

El interés por la Ciencia y la Tecnología, que se recoge de forma bianual para todas las comunidades autónomas, aporta sin embargo una mejora de la apreciación científica, pasando de un 15% en 2015 a un 16,3% en 2016.

"Hemos mejorado porque antes estábamos en un 6,9%", ha sostenido Carmen Vela, refiriéndose al dato del año 2004, quien ha destacado la importancia de la reducción de la brecha de género. Esto se produce al aumentar el interés por parte de las mujeres, que pasa de un 9,9% a un 13,7%, mientras que el de los hombres sin embargo disminuye de un 20,4% a un 18,5%, situando la diferencia por sexos en 4,8 puntos, frente a los 10.5 de hace dos años.

Por edades, los jóvenes de entre 15 y 24 años son los que expresan una mayor disposición frente al conocimiento científico, lo que va disminuyendo hasta la franja de los 45 a 64 años. A partir de esta edad, por otro lado, las mujeres y los hombres se preocupan por igual por este tema.

Según el nivel de estudios, las personas con formación universitaria duplican en interés (3,7) a los que no poseen estudios (1,8), pero están muy cerca de los que han acabado la escuela secundaria (3,3). El 33,1% de los consultados declara no entender la Ciencia como causa principal de esta diferencia.

A este respecto hay que tener en cuenta los datos de valoración de la educación científica y técnica recibida, donde el 44,2% de los españoles admite que es baja o muy baja. Esto contrasta con las palabras de Carmen Vela, que ha afirmado que "queremos una sociedad formada, una sociedad cómplice" para "mover voluntades".

En cuanto a la alfabetización científica, este año las preguntas se han formulado de una manera más clara para los encuestados, que en lugar de responder verdadero o falso, han tenido que elegir entre dos opciones.

Aún así, aunque el Sol ya no gire alrededor de la Tierra para los encuestados de este año (un 88% sabe que ocurre al revés), todavía un 46,7% desconoce que los antibióticos curan infecciones bacterianas.

El conocimiento por parte de la sociedad de la labor que realizan los científicos, depende en gran medida de la cobertura que se dé a la Ciencia. Por este motivo, es importante resaltar que de los 50.000 artículos científicos que se publican, solo 15.000 llegan a los medios de comunicación, según datos del FECYT. "Si nos encerramos en los laboratorios tendremos fantásticas publicaciones", pero no podremos comunicar a la sociedad lo que hacemos, ha manifestado Vela.

En el informe presentado este miércoles destaca el papel de las redes sociales como punto de acceso a la información científica. Facebook va a la cabeza y pasa de un 28,3% en 2014 a un 40,9% en 2016. Twitter, con un 16,3% se mantiene prácticamente como estaba hace dos años e Instagram duplica su uso, llegando al 13,4%.

Hay que tener en cuenta, que es usual que los periódicos, las revistas y los blogs envíen a los lectores mediante un enlace, a los artículos originales. Por lo que no todo el contenido de las redes se aloja en ellas y las personas no solo se informan con lo que encuentran en estos medios.