ras los dos terremotos políticos en 2016 —el Brexit y la elección de Donald Trump— ¿qué se puede esperar en las tres grandes elecciones de la UE en 2017, en Holanda, Francia y Alemania? Por razones económicas e históricas es improbable que los cambios tengan demasiada repercusión, según explica en este artículo de opinión Kalin Anev Janse (@kaanev), secretario general y también miembro del Consejo de Administración del Mecanismo Europeo de Estabilidad (@esm_press), o ESM, la entidad crediticia de última instancia de la Eurozona. (Este artículo refleja su opinión personal).
Las sociedades occidentales están cambiando. Cambios sísmicos, desde el voto de Brexit a las elecciones estadounidenses, desafiaron el status quo en 2016. ¿Se trata de una transformación global? No, por lo menos no por ahora. Se limita principalmente a Europa y América. Estas sociedades altamente exitosas están buscando una nueva narrativa. Después de las elecciones de Estados Unidos, todas las miradas se dirigen a Europa. ¿Cuáles son los acontecimientos clave que marcarán Europa en 2017?
Tres grandes elecciones
Habrá que estar atentos a las tres grandes elecciones en Holanda, Francia y Alemania, cuyas naciones representan el 56% de la economía de la zona euro. Son tres de los seis miembros fundadores de la Unión Europea (UE) que decidieron dejar de lado sus diferencias después de la Segunda Guerra Mundial movidos por la creencia ambiciosa de que al unir fuerzas serían más fuertes. Junto con Bélgica, Italia y Luxemburgo firmaron el Tratado de Roma, que creó la Comunidad Económica Europea (CEE) y una Unión Aduanera Común en 1957. Hace exactamente 60 años.
Seis décadas de éxito
¿Fue una experiencia exitosa? Sí, sin duda, la colaboración de los Países Bajos, Alemania y Francia los hizo ricos. De hecho, muy ricos. Desde 1960, estos países han experimentado un crecimiento impresionante del PIB real per cápita. Gran parte de estos países se destruyeron durante la guerra. Se reconstruyeron, fortalecieron sus economías y han estado prosperando durante seis décadas. En gran parte, debido a una cooperación más profunda, estos cambios han sido extraordinarios y sin precedentes. Esta profunda colaboración fue tan lucrativa que hizo que Holanda, Francia y Alemania superasen el rendimiento del Reino Unido (Reino Unido) y de Estados Unidos en un período de 60 años (figura 1).
Más personas beneficiadas
Holanda, Francia y Alemania hicieron más que eso. Se aseguraron de que gran parte de la sociedad se beneficiara de este crecimiento económico. Los países implementaron políticas que distribuyeron la riqueza de manera más justa: educación asequible de primera clase, seguridad social para los malos momentos y esquemas tributarios que encontraron el justo equilibrio entre los incentivos para trabajar más duro para personas ambiciosas y asegurar un ingreso digno para los menos afortunados. Y los resultados fueron sorprendentes (figura 2). En Estados Unidos, el 40% más pobre de los asalariados representa sólo el 16% de la renta nacional, mientras que el 10% más rico gana un enorme 29%. En Holanda, Francia y Alemania, las cifras son mucho menos dispares (el 40% de los más pobres representan el 22% de la renta nacional, mientras que el 10% superior alrededor del 23%). El Reino Unido está un poco en el medio de ese cálculo, pero sigue una tendencia similar a Estados Unidos.
Esto explica en gran parte por qué la desigualdad de renta y la falta de crecimiento económico fueron temas importantes en las elecciones de Estados Unidos y en el referéndum del Brexit en Reino Unido. Los países europeos que celebrarán elecciones este año están mucho mejor. Holanda, Francia y Alemania tienen una distribución del ingreso más equitativa que EE.UU. y el Reino Unido. Esto se debe, principalmente, al “modelo de bienestar europeo”, aunque durante mucho tiempo podría parecer ser la receta adecuada para lidiar con los problemas que trae la globalización.
La economía de Europa está de vuelta
El panorama económico general cambió enormemente en Europa a lo largo del año pasado. Con excepción de Grecia, todos los países europeos han vuelto a crecer (figura 3). La Unión Europea (1,8%) y la Eurozona (1,7%) crecieron más rápido que Estados Unidos (1,6%) en 2016. El inquebrantable apoyo político de países clave de la Eurozona, como Holanda, Francia y Alemania, permitió a la unión económica y al euro sobrevivir la crisis con éxito, a pesar de las predicciones desfavorables. Los europeos están empezando a sentir los efectos de una economía al alza y, por lo tanto, las preocupaciones están cambiando.
Cómo abordar las preocupaciones reales
Antes de la primavera de 2015, la preocupación principal en Europa era la economía. Esto ha cambiado rápidamente y las principales preocupaciones de hoy son la inmigración (48%) y el terrorismo (39%). Esto es lo que los europeos respondieron en el último Eurobarómetro, cuando se les preguntó cuáles son los dos problemas más importantes que enfrentan la UE y su propio país. Los holandeses, franceses y alemanes expresaron estas preocupaciones tanto a nivel europeo como nacional (figura 4). Esto es lo que los mantiene despiertos por la noche. Estos son los temas que más les preocupa.
En las democracias, la gente señala a sus líderes los temas clave que quieren abordar. Y hacen muy bien. Esto significa que los políticos y los responsables de la formulación de las políticas deben abordar estas preocupaciones reales. Por su propia naturaleza, la inmigración y el terrorismo se entrecruzan y necesitan ser resueltos de forma internacional. Aquí es donde la colaboración europea puede mostrar sus beneficios. Europa fue capaz de frenar la primera oleada de inmigración a lo largo de 2015 y 2016. El número de inmigrantes ha bajado de forma dramática. El terrorismo sigue siendo una gran preocupación; la colaboración europea y el intercambio de información pueden reducir la amenaza.
Los temas de la inmigración y el terrorismo en particular, y la seguridad y la seguridad de manera amplia, rescatan la esencia de la colaboración europea. Estos fueron los principios básicos que iniciaron la cooperación europea hace 60 años. Esto es lo que la gente realmente quería. Esto tiene un valor emocional. Afortunadamente, la mayoría de la gente hoy en día no ha conocido guerras en Europa. Hace setenta años esto era diferente. Si fuera un joven europeo, habría perdido millones de personas de su grupo de edad en los campos de batalla.
Las discusiones, a medida que las elecciones de 2017 se aproximan en Holanda, Francia y Alemania, volverán a girar alrededor de los valores centrales de Europa. Por supuesto, también debemos enfatizar los argumentos económicos: estos tres países han mostrado un mejor crecimiento del PIB per cápita y una distribución de la renta más equitativa que el Reino Unido y los Estados Unidos. Pero como las personas son criaturas emocionales, la seguridad es lo que más les importa ahora. Esto es lo que Europa ha proporcionado con éxito a lo largo de muchos años. Y esto es lo que se está desafiando en este momento. Las elecciones en los países que son miembros fundadores serán decididas por los líderes que se muestren capaces de cumplir con esas necesidades básicas de la población -y explicar esto de una manera que sea clara y convincente.
Otros temas relevantes
Obviamente, hay muchos otros temas que deben ser observados en Europa: las consecuencias del voto del Brexit, la finalización del tercer paquete de apoyo griego (el último país que queda bajo el respaldo del ESM o del EFSF), las relaciones entre EEUU, Rusia y la UE, las relaciones entre la UE y Turquía, la política monetaria del Banco Central Europeo y la evolución de la situación de los mercados financieros. Los movimientos antiglobalización, anticomercio y euroescepticismo son también posibles obstáculos.
Todos estos temas convergerán en las elecciones de los tres miembros fundadores de Europa. El resultado determinará la dirección del debate. Si algo dramático o inesperado sucede, los miembros fundadores podrían reunirse de nuevo, como hicieron después del Brexit, y establecer la narrativa para los próximos años.
Entonces, ¿cuál es mi opinión sobre estas elecciones clave? Pues bien, como dicen: “Hacer predicciones es muy difícil, !especialmente sobre el futuro¡”. Sin embargo, es seguro que este año será un año crucial y estas elecciones definirán el futuro de Europa. Creo firmemente en el poder de la democracia y la sabiduría popular. Somos los guardianes del proyecto europeo que ha traído paz y prosperidad a muchos. Los ciudadanos pedirán cambios, que debemos implementar. Pero debemos salvaguardar algunos de nuestros valores fundamentales, duramente conquistados, para las próximas generaciones: los jóvenes europeos, que nunca han visto la guerra y nunca han sido detenidos en una frontera europea.
http://www.knowledgeatwharton.com.es/article/ver-europa-2017/?utm_source=kw_newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=2017-01-19
Las sociedades occidentales están cambiando. Cambios sísmicos, desde el voto de Brexit a las elecciones estadounidenses, desafiaron el status quo en 2016. ¿Se trata de una transformación global? No, por lo menos no por ahora. Se limita principalmente a Europa y América. Estas sociedades altamente exitosas están buscando una nueva narrativa. Después de las elecciones de Estados Unidos, todas las miradas se dirigen a Europa. ¿Cuáles son los acontecimientos clave que marcarán Europa en 2017?
Tres grandes elecciones
Habrá que estar atentos a las tres grandes elecciones en Holanda, Francia y Alemania, cuyas naciones representan el 56% de la economía de la zona euro. Son tres de los seis miembros fundadores de la Unión Europea (UE) que decidieron dejar de lado sus diferencias después de la Segunda Guerra Mundial movidos por la creencia ambiciosa de que al unir fuerzas serían más fuertes. Junto con Bélgica, Italia y Luxemburgo firmaron el Tratado de Roma, que creó la Comunidad Económica Europea (CEE) y una Unión Aduanera Común en 1957. Hace exactamente 60 años.
Seis décadas de éxito
¿Fue una experiencia exitosa? Sí, sin duda, la colaboración de los Países Bajos, Alemania y Francia los hizo ricos. De hecho, muy ricos. Desde 1960, estos países han experimentado un crecimiento impresionante del PIB real per cápita. Gran parte de estos países se destruyeron durante la guerra. Se reconstruyeron, fortalecieron sus economías y han estado prosperando durante seis décadas. En gran parte, debido a una cooperación más profunda, estos cambios han sido extraordinarios y sin precedentes. Esta profunda colaboración fue tan lucrativa que hizo que Holanda, Francia y Alemania superasen el rendimiento del Reino Unido (Reino Unido) y de Estados Unidos en un período de 60 años (figura 1).
Más personas beneficiadas
Holanda, Francia y Alemania hicieron más que eso. Se aseguraron de que gran parte de la sociedad se beneficiara de este crecimiento económico. Los países implementaron políticas que distribuyeron la riqueza de manera más justa: educación asequible de primera clase, seguridad social para los malos momentos y esquemas tributarios que encontraron el justo equilibrio entre los incentivos para trabajar más duro para personas ambiciosas y asegurar un ingreso digno para los menos afortunados. Y los resultados fueron sorprendentes (figura 2). En Estados Unidos, el 40% más pobre de los asalariados representa sólo el 16% de la renta nacional, mientras que el 10% más rico gana un enorme 29%. En Holanda, Francia y Alemania, las cifras son mucho menos dispares (el 40% de los más pobres representan el 22% de la renta nacional, mientras que el 10% superior alrededor del 23%). El Reino Unido está un poco en el medio de ese cálculo, pero sigue una tendencia similar a Estados Unidos.
Esto explica en gran parte por qué la desigualdad de renta y la falta de crecimiento económico fueron temas importantes en las elecciones de Estados Unidos y en el referéndum del Brexit en Reino Unido. Los países europeos que celebrarán elecciones este año están mucho mejor. Holanda, Francia y Alemania tienen una distribución del ingreso más equitativa que EE.UU. y el Reino Unido. Esto se debe, principalmente, al “modelo de bienestar europeo”, aunque durante mucho tiempo podría parecer ser la receta adecuada para lidiar con los problemas que trae la globalización.
La economía de Europa está de vuelta
El panorama económico general cambió enormemente en Europa a lo largo del año pasado. Con excepción de Grecia, todos los países europeos han vuelto a crecer (figura 3). La Unión Europea (1,8%) y la Eurozona (1,7%) crecieron más rápido que Estados Unidos (1,6%) en 2016. El inquebrantable apoyo político de países clave de la Eurozona, como Holanda, Francia y Alemania, permitió a la unión económica y al euro sobrevivir la crisis con éxito, a pesar de las predicciones desfavorables. Los europeos están empezando a sentir los efectos de una economía al alza y, por lo tanto, las preocupaciones están cambiando.
Cómo abordar las preocupaciones reales
Antes de la primavera de 2015, la preocupación principal en Europa era la economía. Esto ha cambiado rápidamente y las principales preocupaciones de hoy son la inmigración (48%) y el terrorismo (39%). Esto es lo que los europeos respondieron en el último Eurobarómetro, cuando se les preguntó cuáles son los dos problemas más importantes que enfrentan la UE y su propio país. Los holandeses, franceses y alemanes expresaron estas preocupaciones tanto a nivel europeo como nacional (figura 4). Esto es lo que los mantiene despiertos por la noche. Estos son los temas que más les preocupa.
En las democracias, la gente señala a sus líderes los temas clave que quieren abordar. Y hacen muy bien. Esto significa que los políticos y los responsables de la formulación de las políticas deben abordar estas preocupaciones reales. Por su propia naturaleza, la inmigración y el terrorismo se entrecruzan y necesitan ser resueltos de forma internacional. Aquí es donde la colaboración europea puede mostrar sus beneficios. Europa fue capaz de frenar la primera oleada de inmigración a lo largo de 2015 y 2016. El número de inmigrantes ha bajado de forma dramática. El terrorismo sigue siendo una gran preocupación; la colaboración europea y el intercambio de información pueden reducir la amenaza.
Los temas de la inmigración y el terrorismo en particular, y la seguridad y la seguridad de manera amplia, rescatan la esencia de la colaboración europea. Estos fueron los principios básicos que iniciaron la cooperación europea hace 60 años. Esto es lo que la gente realmente quería. Esto tiene un valor emocional. Afortunadamente, la mayoría de la gente hoy en día no ha conocido guerras en Europa. Hace setenta años esto era diferente. Si fuera un joven europeo, habría perdido millones de personas de su grupo de edad en los campos de batalla.
Las discusiones, a medida que las elecciones de 2017 se aproximan en Holanda, Francia y Alemania, volverán a girar alrededor de los valores centrales de Europa. Por supuesto, también debemos enfatizar los argumentos económicos: estos tres países han mostrado un mejor crecimiento del PIB per cápita y una distribución de la renta más equitativa que el Reino Unido y los Estados Unidos. Pero como las personas son criaturas emocionales, la seguridad es lo que más les importa ahora. Esto es lo que Europa ha proporcionado con éxito a lo largo de muchos años. Y esto es lo que se está desafiando en este momento. Las elecciones en los países que son miembros fundadores serán decididas por los líderes que se muestren capaces de cumplir con esas necesidades básicas de la población -y explicar esto de una manera que sea clara y convincente.
Otros temas relevantes
Obviamente, hay muchos otros temas que deben ser observados en Europa: las consecuencias del voto del Brexit, la finalización del tercer paquete de apoyo griego (el último país que queda bajo el respaldo del ESM o del EFSF), las relaciones entre EEUU, Rusia y la UE, las relaciones entre la UE y Turquía, la política monetaria del Banco Central Europeo y la evolución de la situación de los mercados financieros. Los movimientos antiglobalización, anticomercio y euroescepticismo son también posibles obstáculos.
Todos estos temas convergerán en las elecciones de los tres miembros fundadores de Europa. El resultado determinará la dirección del debate. Si algo dramático o inesperado sucede, los miembros fundadores podrían reunirse de nuevo, como hicieron después del Brexit, y establecer la narrativa para los próximos años.
Entonces, ¿cuál es mi opinión sobre estas elecciones clave? Pues bien, como dicen: “Hacer predicciones es muy difícil, !especialmente sobre el futuro¡”. Sin embargo, es seguro que este año será un año crucial y estas elecciones definirán el futuro de Europa. Creo firmemente en el poder de la democracia y la sabiduría popular. Somos los guardianes del proyecto europeo que ha traído paz y prosperidad a muchos. Los ciudadanos pedirán cambios, que debemos implementar. Pero debemos salvaguardar algunos de nuestros valores fundamentales, duramente conquistados, para las próximas generaciones: los jóvenes europeos, que nunca han visto la guerra y nunca han sido detenidos en una frontera europea.
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