La educación financiera en España, tanto para jóvenes como para adultos, es una de las grandes tareas pendientes en el marco de la educación en España. Dejando aparte una profunda reforma del sistema educativo sobre este y otros temas, que nos puede llevar generaciones el ver sus efectos, nos centraremos en lo que se puede hacer aquí y ahora por aumentar lo que creemos es la muy poca cultura financiera de los españoles y de los aragoneses en particular. Vamos a dar, según nuestro particular saber y entender trufado con la experiencia, unos pocos y sencillos consejos a tal efecto.
Primero.- Cada vez que haya un cambio de tipo financiero en tu vida medita bien el cambio. Si necesitas un préstamo, o bien renovación de tu depósito en el banco, etc. piénsatelo bien y genera varias alternativas. Cuando te compras un par de zapatos visitas normalmente varias zapaterías e incluso en una misma tarde no te decides, ¿verdad? Pues lo mismo con temas financieros.
Segundo.- La lealtad, conectado con el consejo anterior, es un gran valor. Pero ten cuidado en ocasiones con la lealtad incondicional a tu banco, a tu asesor financiero de cualquier tipo, porque quizá se equivoca, o bien podría no estar pensando en ti sino en sus intereses. También podría estar ofreciéndote lo mejor que tiene, pero quizá la competencia tienes cosas mejores, por lo tanto valora y compara teniendo en cuenta también la calidad y solvencia de tu asesor, el servicio postventa, el servicio integral de ese producto o servicio junto con otros, así como otros aspectos.
Tercero.- Con temas financieros normalmente tendrás que firmar en muchas ocasiones un contrato o algún fórmula de adhesión presencial o con tu ordenador o teléfono inteligente, etc. Léete bien la letra pequeña de lo que firmas, no digas a todo que sí. Las palabras se las lleva el viento. Pero lo que firmas, lo escrito, escrito está, y es la base para dirimir posteriormente discrepancias, desacuerdos, incumplimientos contractuales y otras situaciones más o menos desagradables.
Cuarto.- Si tienes dudas, aun estando incluso firmando un contrato ante notario, por ejemplo por cláusulas, porque aparecen unas comisiones de las que no se había hablado, puedes levantarte perfectamente de la reunión y comentar que lo vas a pensar un poco mejor, que lo quieres analizar más despacio, que lo quieres consultar con una organización de consumidores o algo en esta línea. Siempre estarás más informado y asesorado si perteneces a asociaciones de consumidores