La economía hizo honor a su etimología de administración doméstica hasta el advenimiento de la era industrial. La autarquía de las sociedades preindustriales, alterada apenas por el comercio de productos de lujo, era una economía doméstica donde todo quedaba en casa, es decir, en la comarca. Cuando el vapor en forma de ferrocarril y barco posibilitó el movimiento de recursos en el espacio, y, en forma de fábrica, empujó la economía en un movimiento por el tiempo hacia estadios de desarrollo económico –despegue, madurez, consumo de masas–, la ciencia económica preindustrial, que no había contado con la variable espacio ni con la variable tiempo, se vio complicada por unos desfases en el espacio –países con unos recursos y otros no– y en el tiempo –países en un estadio de desarrollo y países en otro–.
Hay tres etapas previas que dividen la historia en cuanto a modo de vida: cultura, civilización y mecanización,
correspondientes a la revolución agrícola de 8000 a.C., revolución urbana de 4000 a.C. y revolución industrial circa 2000 d.C. Estos tres cambios en el tiempo no correspondieron a cambios similares en el espacio; ciertas áreas los alcanzaron antes que otras, y este desfase espacio-temporal provocó los grandes enfrentamientos, fertilizaciones, intercambios y roturas de la historia mundial: la civilización urbana incidiendo sobre la cultura agrícola crea el problema de los imperios; la mecanización industrial cayendo sobre la cultura rural crea el problema del tercer mundo; la mecanización ensartada sobre la civilización urbana crea el problema ecológico.
correspondientes a la revolución agrícola de 8000 a.C., revolución urbana de 4000 a.C. y revolución industrial circa 2000 d.C. Estos tres cambios en el tiempo no correspondieron a cambios similares en el espacio; ciertas áreas los alcanzaron antes que otras, y este desfase espacio-temporal provocó los grandes enfrentamientos, fertilizaciones, intercambios y roturas de la historia mundial: la civilización urbana incidiendo sobre la cultura agrícola crea el problema de los imperios; la mecanización industrial cayendo sobre la cultura rural crea el problema del tercer mundo; la mecanización ensartada sobre la civilización urbana crea el problema ecológico.
A partir de la revolución industrial las disparidades en el espacio han configurado la situación descrita por el modelo centro-periferia o regiones avanzadas y rezagadas. Este modelo no sólo se cumple dentro de cada país, sino a escala mundial. El centro del mundo es donde se inventa e innova; la periferia adopta. Hasta hace muy poco el centro del mundo estaba en el eje del Rin, desde Lombardía hasta el sudeste de Inglaterra y en la costa Este de Estados Unidos. Así ha sido durante las primeras olas de industria, que fueron: de 1790 a 1850, la industria textil; de 1850 a 1900, la industria siderúrgica, maquinaria y ferrocarril; de 1900 a 1920, la eléctrica, química y automóvil; de 1920 a 1950, artículos de consumo de masas, y a partir de 1950, la electrónica, cibernética y aeronáutica, amén de los servicios en turismo, educación y sanidad.
Con la última oleada industrial cibernética, el centro del mundo se ha desplazado a dos focos: la costa Oeste de EE.UU. y Japón. Las innovaciones que salen de estos centros son difundidas y adoptadas por los países industriales que han pasado por las etapas previas para tener base técnica capaz de usar la cibernética. Porque no todos los países adoptan innovaciones cuando quieren, sino cuando pueden, y pueden cuando han superado ciertos umbrales de poder adquisitivo y madurez técnica. De modo que a la disparidad espacial centro-periferia se superpone un desfase temporal en estadios de desarrollo. Según Rostow, Italia inició el despegue en 1900, alcanzó la madurez en 1920 y el consumo de masas en 1950. Inglaterra habría cubierto estas etapas en 1780, 1830 y 1920; EE.UU., en 1840, 1870 y 1910; Japón, en 1880, 1910 y 1950. Curiosamente Rostow dejó España fuera de su análisis porque Spain is different y las cifras no debían cuadrarle en el modelo. Creo que deben ser similares a Italia y corresponden a 1900, 1930 y 1960, la última, consumo de masas, la más evidente.
Que una industria deje de ser rentable en un momento del proceso de desarrollo puede ser, en algunos casos, síntoma del éxito de ese proceso. Por ejemplo: la industria textil es la primera en el proceso de desarrollo, Nueva York era hace cien años un área textil; al subir los salarios la textil se desplaza a zonas de mano de obra más barata, como sucede hoy con Hong Kong y Corea del Sur. Lo importante es suplir esas industrias ya no viables por otras de la nueva ola, cosa que Nueva York evidentemente hizo. Lo hizo Inglaterra y lo hizo Catalunya, que ha cambiado textil por el turismo.
La cuestión fundamental en la reconversión es prever con tiempo nuevas actividades para los trabajadores afectados. Si yo tuviese que elegir, apostaría por inversiones en pequeña y media empresa, a ser posible, construidas en cooperativa y dedicadas a actividades en etapa madura del ciclo tecnológico.
Pequeña empresa porque la base económica se diversifica y se hace menos vulnerable a cambios exteriores de demanda u oferta; cooperativas porque la propiedad es de todos, y actividades maduras porque son procesos ya conocidos y estandarizados susceptibles de localizarse ubicuamente sin problemas de infraestructura tecnológica. Todo lo cual no es sencillo, pero es lo menos que se merecen las personas que han trabajado honestamente y duro en actividades que hicieron posible el actual bienestar de todos.
Luis Racionero
pero...
La realidad la marca...la gran logistica de las empresas de distribucion...
http://www.lavanguardia.com/economia/20161027/411381326713/amazon-pantry-castellbisbal.html
http://www.lavanguardia.com/economia/20161030/411436549243/china-inversiones-extranjero-recelo.html